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Lectura #1 Noviembre 2017
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Book Queen :: Biblioteca :: Lecturas
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Lectura #1 Noviembre 2017
Saludos a todas, un mes más de lecturas como siempre agradezco la participación de todas por mantener esta parte del foro siempre activa.
Una vez más @Veritoj.vacio nos trae una muy buena lectura. espero que la disfruten.
Maga- Mensajes : 3549
Fecha de inscripción : 26/01/2016
Edad : 37
Localización : en mi mundo
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
Gracias por acompañarme nuevamente esta vez les traigo
De la autora bestselling del New York Times, Penelope Ward, llega una nueva y sexy novela independiente.
Parecía una buena idea entonces. Buscar a Landon Roderick, ese chico de la niñez al cual nunca fui capaz de olvidar —incluso aunque él se olvidó muy fácilmente de mi— y llamarlo.
Una vez más, todo suena como una buena idea cuando has tomado demasiado vino antes de ir a la cama, ¿verdad? Se supone que sería sólo una rápida e insignificante llamada de broma. En cambio, exploté sobre él —descargando trece años de emociones reprimidas.
No creí que me regresaría la llamada.
Ciertamente, nunca pude haber anticipado las semanas de llamadas llenas de tensión sexual que siguieron mientras llegaba a conocer al hombre en que se había convertido.
Resulta ser que Landon realmente nunca me olvidó tampoco. Esa conexión especial que teníamos seguía allí. Me abrí a él, pero había cosas de mí que él no sabía. Y él tenía sus propios secretos.
Durante las incontables horas que hablamos por teléfono, me pregunté qué pasaría si de hecho nos viéramos. Una noche hice algo impulsivo otra vez. Sólo que en esta ocasión, fui al aeropuerto y reservé un pasaje a California. Estábamos a punto de averiguar si una llamada telefónica podría juntar dos almas perdidas, o si mi ebria llamada realmente fue un gran error.
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
Fecha de inscripción : 24/02/2017
Edad : 52
yiniva- Mensajes : 4916
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Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
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berny_girl- Mensajes : 2842
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IsCris- Mensajes : 1339
Fecha de inscripción : 25/10/2017
Edad : 26
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
hace poquito que la lei...que buena historia escogieron.. a mi me gusto...
Que tu boca no calle lo que tu corazón siente....
Que tus sentimientos no sean una mentira....
julietmo- Mensajes : 1356
Fecha de inscripción : 01/10/2014
Edad : 34
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
Fecha de inscripción : 24/02/2017
Edad : 52
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
CAPÍTULO UNO
RANA BANANA
La habitación giró mientras caía en la cama. Todavía vestida con mi traje de bailarina de vientre azul y dorado, bajé la mirada a las borlas de cuentas dispersas a mí alrededor.
Ni siquiera había esperado a quitarme la ropa de trabajo antes de abrir el vino. La botella de Shiraz que seguía reteniendo estaba vacía. Se escapó de mi mano, pero afortunadamente no se rompió. Al menos, no lo oí romperse.
No era la primera vez que regresaba del trabajo y abría inmediatamente una botella de vino. Pero este día me había golpeado particularmente duro. Sentía como si me estuviera ahogando en la tristeza.
Ni siquiera sabía realmente por qué.
Siempre que me hundía en este lugar de melancolía, por alguna razón, mis pensamientos vagaban hacia Landon. No tenía idea de por qué, después de trece años, todavía estaba pensando en ese chico. Bueno, técnicamente, ahora era un hombre.
Me obligué a subir y tropecé hasta mi armario. Después de desabrochar la mochila de lona negra, cavé dentro, revisando las docenas de notas que me había dado. Cada una estaba doblada en un triángulo. Eligiendo una al azar, la abrí.
Rana Banana,
Desearía tener tanto cabello como tú.
Landon
PD ¿Me dejas trenzarlo?
Mi nombre se pronuncia RAH-na, así que Landon solía llamarme RAH-na Ba-NAH-na. Durante un corto tiempo en mi vida, él fue todo para mí.
A los trece años, yo era un marimacho que vivía con mis padres en un garaje convertido, en la propiedad de los padres de Landon en Dearborn, Michigan. Lo habían convertido en un apartamento rentable con una cocina y un baño. No tenía mucho aparte del techo sobre mi cabeza y, bueno, el pelo en mis brazos.
Mientras que el padre de Landon era un ejecutivo de Ford, mi padre, Eddie Saloomi, trabajaba en una panadería del centro y hacía lo suficiente para llegar a fin de mes. Mi madre, Shayla, quien era significativamente más joven que mi padre, nunca trabajó.
El matrimonio de mis padres fue arreglado. Papá prefería que mi madre no trabajara y se ocupara de la casa. En realidad, lo único que Shayla realmente hacía era cocinar una comida ocasional entre viajes al centro comercial para robar ropa de Macy's. También le hacía llamadas a su novio, que estaba más cerca de su edad. Acabo de recordar que mi madre fue miserable la mayor parte de mi infancia. También recuerdo haber pensado que ella era físicamente la mujer más hermosa del mundo. Mientras Shayla tenía rasgos suaves, había heredado la nariz y la uniceja de mi padre. También tenía más vello que otras chicas de mi edad. Tal vez fue por eso que Landon me trataba como a un niño. Ciertamente no podría haber sabido que estaba enamorada de él. Tampoco podía saber que había vivido por pasar el día con él todos los días después de la escuela.
Mi estancia en el apartamento de Dearborn duró poco. Los padres de Landon acabaron echándonos por falta de pago del alquiler, y recuerdo sentir que todo mi mundo se había derrumbado.
En dos días, mi padre había cargado su vieja camioneta Toyota y nos había mudado a vivir con mis abuelos al otro lado del estado.
Nunca volví a ver a Landon.
Había decidido no decirle adiós. Él tampoco vino a despedirse. Estaba tan increíblemente enojada con él, sintiendo como si pudiera haber hecho algo para evitar que nos desalojaran. Era una manera horrible de terminar las cosas.
A lo largo de los años, había pensado mucho en Landon. Nunca había pensado en buscarlo ni contactarlo.
Hasta ahora.
¿Por qué la urgencia repentina en una noche cualquiera de jueves? No tenía ni idea.
Volví a doblar la nota y la volví a meter en la mochila. Deteniéndome a mirarme en el espejo, capté mi rímel chorreado. El pesado maquillaje de los ojos hacía resaltar mis ojos verdes igual que mi piel verde oliva acentuaba mi cabello negro. A pesar del lío caliente, me gustaba lo que veía y odiaba sentirme así. Pero había trabajado muy duro para parecerme a esto. Por supuesto, el alcohol probablemente me había dado una falsa sensación de confianza.
Me pregunto qué pensarías de mí ahora, Landon.
Lo único que sabía con certeza: no reconocería a Rana Saloomi si la viera en la calle.
Tenía mis ideas sobre cómo Landon podría haber cambiado, imaginando que fue a una maravillosa universidad, que tenía un trabajo bien remunerado, una hermosa esposa o novia. Me lo imaginaba feliz. Imaginaba que nunca pensaba en mí. Estaba obsesionada con mi imagen de Landon, y no podía entender por qué importaba. Todo estaba en mi cabeza, pero de alguna manera su felicidad era un reflejo de mi infelicidad.
A pesar de mi confusión acerca de estos sentimientos persistentes por Landon, esta noche, en mi borracha niebla, estaba simplemente enojada. Quería hablar con él. Y aquí no había nadie cuerdo que me convenciera de lo contrario. Me había convencido de que nunca volvería a tener la confianza. Esta era mi única oportunidad. Llamarlo esta noche parecía más y más como una buena idea para el momento.
Al abrir mi portátil y hacer clic en Google, busqué Landon Roderick. Una lista con ese nombre surgió en Los Ángeles.
¿Los Angeles?
¿Sería si quiera él?
Si es así, probablemente no se acordaría de mí. Pero no me importaba. Incapaz de hablar con mi yo embriagado para hacerme cambiar de parecer, tenía que cantarle las cuarenta. Necesitaba que supiera lo jodido que fue... lo que sus padres hicieron. Y necesitaba que supiera que él no era mejor que yo. Básicamente, necesitaba decirle las cosas que había estado gritándole en mi cabeza todos estos años.
Marqué el número y escuché el timbre.
Una voz profunda y grave apareció en la línea. —Sí…
Mi corazón se aceleró. —¿Es Landon?
—¿Quién es?
—Estoy segura de que no me recuerdas. Bueno, con tu lujosa vida en California y todo.
—¿Disculpe?
—Necesitas saber algo. Tenía sentimientos.
—¿Qué mierda? ¿Qué? —repitió— ¿Quién es?
—Quizás todo lo que fui para ti, fue la gordita, pequeña marimacho con el mal corte de pelo y los brazos peludos, sólo la chica que vivía en el garaje. Pero yo importaba. No sólo eso, te busqué. Pasé cada día montando mi bicicleta en círculos en el camino de entrada delantero mientras patinabas a mí alrededor. Todavía tengo todas tus malditas notas dobladas. No sé por qué las guardé. Mientras tanto, apuesto a que ni siquiera recuerdas quién demonios soy. Nooo... Landon Roderick mi-mierda-no-apesta... en su mansión de L.A., demasiado bueno para recordar a la gente pequeña. En caso de que te estés preguntando qué me pasó, bueno, todo se fue al infierno después de que nos mudáramos. Mi madre nos dejó. Y mi vida nunca más fue la misma. Así que, aunque ni siquiera recuerdes quién soy, te recuerdo. Lamentablemente, la última vez que fui feliz, fue contigo.
Con las lágrimas corriendo por mis mejillas y sin palabras, colgué y tiré el teléfono a través de mi cama.
Y luego me hundí en ella.
Oh, mierda.
Oh no.
¿Qué acabo de hacer?
Mi corazón estaba latiendo. La habitación estaba girando más rápido que antes.
Unos segundos más tarde, el teléfono empezó a sonar. Llevando mis rodillas a mi pecho, simplemente lo miré como si fuera una bomba que explotaría al contestar.
No. No contestaría. Había hecho una tontería. Cuando dejó de sonar, dejé escapar un suspiro de alivio que apenas duró hasta que el teléfono empezó a sonar de nuevo. Todavía no respondí. Finalmente se detuvo -por unos cinco minutos.
Entonces, empezó a sonar otra vez.
Finalmente levanté el teléfono y miré el identificador de llamadas: L. Roderick.
Enderezando mi espalda contra la cabecera de la cama, tomé una respiración profunda y me preparé para responder.
Limpié mi garganta, hice todo lo posible para sonar como una mujer compuesta, que tal vez sólo tenía un demonio borracho exorcizado en ella. —¿Hola?
Dejó escapar un profundo suspiro. Pasó un momento de silencio, hasta que finalmente dijo: —¿Rana Banana?
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
Fecha de inscripción : 24/02/2017
Edad : 52
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
CAPÍTULO DOS
ÉL DICE – ELLA DICE
ÉL DICE – ELLA DICE
Oír esas palabras pronunciadas en esa voz profunda fue verdaderamente surreal. ¿Desde cuándo Landon suena así?
Finalmente respondí: —Sí.
Dejó escapar otro suspiro. —Santa mierda. Rana jodida Banana.
—Mira... olvida que te llamé, ¿de acuerdo? Vuelve a hacer lo que estabas haciendo. Finge que esto nunca sucedió. —Estaba a punto de colgar cuando su voz me detuvo.
—Espera.
No dije nada, tan solo me quedé en la línea.
—¿Todavía estás ahí? —preguntó.
Mi voz fue baja. —Sí.
—¿Se supone que debo olvidar que alguna vez ocurrió esta llamada?
—Por supuesto. Justo como olvidaste que alguna vez existí.
—¿De qué estás hablando?
—¿Cómo puedes preguntar eso? Tus padres nos echaron a la calle a patadas. Ni siquiera viniste a despedirte. De hecho, mágicamente desapareciste durante toda esa dura prueba.
Su voz se hizo más fuerte. —Espera un segundo. Primero que todo, he pensado en ti... mucho, si realmente quieres saberlo. En realidad, eso me persigue. Y, en segundo lugar, estás completamente equivocada.
—¿Cómo?
—Mis padres no los echaron a patadas. Me dijeron que tus padres se fueron sin pagar el alquiler. Recuerdo haber ido allí después y ayudado a limpiar la mitad de la mierda que todos ustedes dejaron atrás.
—Bueno, tus padres mintieron. Nos vimos obligados a irnos.
—Mira. Al parecer, esta es una situación de él dice - ella dice. El trasfondo es, que nunca quise decirte adiós. No estuve allí cuando todo se derrumbó. Había ido a visitar a mi abuela por un par de días. Nadie me dijo que te habías mudado hasta después de que había sucedido. Volví y te habías ido.
No sabía qué hacer con esto. O estaba mintiendo, o mis padres me habían mentido. De cualquier manera, me sentía como una completa idiota en este momento.
—Mira. Una vez más, esta llamada telefónica fue un error. De todos modos, no tiene sentido repetir todo esto trece años después. Que tengas un buen…
—¿Qué te hizo llamarme esta noche?
—Estaba borracha.
—¿Me llamaste borracha?
—Sí.
—¿Todavía estás borracha?
—Por desgracia, se está desgastando.
—¿Cómo conseguiste mi número?
—Eres el único Landon Roderick en los Estados Unidos, aparentemente.
—Suerte la mía. ¿Por qué estás borracha un jueves por la noche?
—Hay demasiadas respuestas a esa pregunta. Veamos. Me manosearon en el trabajo de nuevo. Estoy retrasada con el alquiler de este mes, sé lo que estás pensando, que aparentemente algunas cosas nunca cambian, ¿verdad? ¡Oh! Y mi compañero de cuarto es un psicópata. Estoy segura de que está planeando mi muerte mientras hablamos. ¿Quieres que continúe?
—¿Qué mierda? —Rio entre dientes.
—¿Listo para colgar ahora, Landon?
—¿Estás bromeando? Esto se está poniendo bueno.
—¿No tienes nada mejor que hacer? ¿Qué hacías cuando te llamé?
—Estaba fumando en mi balcón, —dijo—. Mi casa tiene vista al mar. No es una mansión, sin embargo. Lamento decepcionarte.
—¿Fumas? Nunca fumaste.
—Tenía trece años cuando me conocías. Apenas sabía dónde estaban mis bolas en ese entonces. Mucho puede cambiar en trece años.
—Eso es seguro.
—Mucho tiempo para cagarla y desarrollar malos hábitos.
Suspiré. —Sí.
—Como tus llamadas estando borracha un jueves en la noche. ¿Ha habido otras víctimas inocentes? ¿O sólo yo?
—En realidad, no creo que haya hecho esto antes.
—Bueno... que puedas recordar.
No pude evitar reírme. Su risa me siguió y el ambiente se iluminó.
Pude oírlo encender otro cigarrillo antes de decir: —Retrocede por un minuto. Dijiste que te manosearon en el trabajo. ¿Qué haces? ¿Eres guardia en una prisión o algo así?
—¿Por qué piensas eso?
—No lo sé. Lo primero que me vino a la mente, supongo.
—Soy bailarina del vientre.
—¿Qué? ¡No me jodas!
—¿Por qué lo encuentras difícil de creer?
—Solías vestirte como un tipo… con ropa holgada. No puedo imaginarte bailando y mierda.
—Bueno, como dijiste, mucho puede cambiar en trece años.
—Así parece. —Exhaló profundamente—. Es bueno escuchar tu voz, Banana.
—Tu voz es muy diferente. Suenas como un hombre.
—La última vez que revisé, soy, de hecho, un hombre. En algún punto creí que tú también lo eras.
—Imbécil.
—Estoy bromeando, Rana… Más o menos.
Dejé salir un suspiro. —Como sea, mejor te dejo ir.
—Espera... una pregunta más. ¿Por qué crees que tu compañero de cuarto está tratando de matarte?
—Bien, bueno, se llama Lenny. Había puesto un anuncio buscando compañero de habitación por cierto tiempo. Nadie picaba y realmente no podía permitirme el alquiler. Lenny contestó el anuncio. Realmente no me habla, pero a veces, murmura cosas. Tengo la sensación de que está obsesionado conmigo, pero me odia al mismo tiempo, si eso tiene sentido.
—No tiene sentido, no. Pero tampoco tú, en realidad. —Se rio—. ¿El apartamento está a tu nombre... el contrato de arrendamiento?
—Sí.
—Entonces, ¿por qué no le echas si es un maldito bicho raro?
—Porque tengo miedo de que me mate.
—Entonces, tienes miedo de vivir con él, pero también tienes miedo de echarlo.
—Más miedo de echarlo, sí. No ha intentado nada. Es sólo que... tengo esta sensación.
Landon se estaba partiendo de la risa.
—¿Que es tan divertido?
—Tú. Eres divertida. No divertida ja-ja-ja... sino malditamente graciosa. De hecho, no puedo recordar la última vez que me reí así. —Habló en voz baja—, Santa mierda. Esta es una sorpresa interesante.
Justo entonces, escuché la voz de otra persona.
Una mujer gritó: —¿Landon? ¿Qué estás haciendo? —Parecía tener un acento.
Él le respondió: —Ya voy. Necesito atender esta llamada.
—¿Quién es? ¿Estás casado?
—No.
—¿Es tu novia?
—No. No tengo novia.
—Entonces, ¿quién es?
—Su nombre es... um...
—¿No lo sabes?
—Valeria.
—¿Venérea?
Se rio. —Valeria.
Claramente, había interrumpido algún tipo de cita.
—Bueno, te dejaré volver a eso.
Su tono era urgente. —No cuelgues.
—Estoy segura de que necesitas regresar a Valeria.
—No, no lo sé. De todos modos, volvió a la habitación. Ya no está aquí.
—Bueno, no quieres hacerla esperar.
—Puede esperar.
—Mejor me voy.
—Rana, no cuelgues todavía. ¿Quieres volver a marcarme? Siento que no he terminado con tu locura.
—Buenas noches, Landon. —Colgué.
Mi corazón estaba latiendo. Todo parecía surrealista. ¿Acaso eso realmente ocurrió?
Qué incómodo que estuviera con una mujer y manteniendo una conversación conmigo.
No pude dormir esa noche. Lo único en lo que pude pensar era en esta imagen de Landon fumando en la playa de California. Fantaseaba sobre el aire del océano mientras me preguntaba cómo lucía realmente ahora.
Cuando el insomnio no se detuvo, me levanté de la cama y me dirigí a mi armario antes de sacar la mochila de notas y seleccionar al azar una que desdoblar.
Rana Banana,
¿Por qué tu ropa siempre huele a especias extrañas? Me da ganas de ir a Taco Bell.
Landon
PD ¿Crees que tu padre podría llevarnos a Taco Bell alguna vez?
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
Fecha de inscripción : 24/02/2017
Edad : 52
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
Me encanta el apodo de Rana y hablaron súper bien a pesar de tener ya tiempo sin hacerlo.
yiniva- Mensajes : 4916
Fecha de inscripción : 26/04/2017
Edad : 33
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
CAPÍTULO TRES
MUÉSTRATE
La tarde siguiente, pasé al lado de mi compañero de habitación en mi camino hacia la salida.
—Que tengas un buen día, Lenny.
Simplemente gruñó mientras tomaba su almuerzo y lo llevaba a su habitación. No me importaba si me ignoraba o no, siempre y cuando no me molestara o me asfixiara mientras dormía.
Esquivando charcos, me apresuré hacia la parada de autobús mientras mi celular vibró.
Lo atendí sin revisar el identificador de llamadas. —¿Hola?
Su voz no me la esperaba. —Sentí que terminamos en un punto extraño anoche.
—Estoy segura que toda la cosa fue rara, Landon. No solo el final.
—Bueno, prefiero los finales felices.
—Apuesto a que sí.
Se rio. —Oye, quería preguntarte antes de que me colgaras... ¿alguna vez lograste resolver el cubo de Rubik?
Qué pregunta tan extraña. Entonces, recordé que, en algún momento, perfeccionar el cubo de Rubik combinando todos los colores era una meta importante en la vida.
—No. No lo hice.
—Yo tampoco. Y no fue por falta de intentos. Pero me imaginé que tal vez tú tampoco lo lograste nunca.
—¿Cómo estabas tan seguro de que no lo habrá logrado?
—Bueno, dejaste tu cubo en el viejo apartamento, para empezar. No podías haber sido así de dedicada. Todavía lo tengo.
Eso en verdad me sorprendió. —¿Lo tienes?
—Sí.
—¿Lo llevaste contigo a California?
—Lo hice.
—¿Qué te hizo llamarme justo ahora?
—La misma razón por la que me llamaste anoche… ¿Curiosidad? Excepto que lo admito, no estoy borracho.
La vergüenza por mi comportamiento la noche anterior no menguó. —Bueno, como que estoy un poco apurada en este momento, así que…
—¿A dónde vas?
—Visito a una niña de diez años una vez a la semana como parte del Programa de Hermana Mayor de Detroit. Su nombre es Lilith. la busco en su casa y salimos.
—Así que eres como una mentora…
—Sí.
—Realmente es genial que hagas eso.
—Sí. Bien, a veces como que siento que ella es la hermana mayor. Es muy madura para su edad, y muchas veces, soy yo quien necesita la compañía.
—Supongo que así son las cosas. ¿Cuánto tiempo pasas con ella?
—Un par de horas. Tengo que ir directo al trabajo después de llevarla a casa.
—Oh, es correcto. El baile del vientre.
—Si. Es en un restaurante Griego. Solo es temporal. Por ahora paga las cuentas. No pienso hacerlo para siempre.
—Creo que es asombroso, nada de qué avergonzarse.
—No estoy… avergonzada.
—Desearía poder ser testigo.
—Si. Eso no va a pasar. —Cambiando de tema, pregunté—. ¿Y tú qué haces… en qué trabajas?
—Soy como un “todero”. Por el momento, soy un chef aspirante, aunque no exactamente un Wolfang Puck ni nada de eso.
—Qué bien. Bueno, mejor me voy, el autobús ya está por llegar.
—¿Tomas el autobús?
—Sí. no tengo auto en este momento.
—¿No puedes costearlo?
Insegura si admitirlo o no, asentí. —En realidad, no manejo.
—¿En serio? ¿Nunca aprendiste?
—Eso es correcto.
—¿Por qué no aprendiste?
—Nadie me enseñó.
—Mierda. Yo no sería capaz de sobrevivir allá afuera si no pudiera conducir.
—Si, bueno, por suerte aquí está el bus.
—¿Vas a aprender?
Ese era una especie de punto, algo que me avergonzaba, y en realidad no quería hablar al respecto. —No lo sé.
—Solo será más difícil mientras más lo postergues, ¿sabes?
—Sí, estoy bastante consciente, sobre todo ahora que estoy en la lluvia esperando al autobús.
—Bueno, mierda, eso me hace querer enseñarte a conducir.
—No, eso no va a pasar. Como sea, tengo que irme. Yo…
—¿Puedo llamarte más tarde? —interrumpió.
—¿Por qué?
—Siento que no hemos terminado de hablar respecto a lo que sucedió. Ya sabes… cuando te fuiste.
—Querrás decir cuando me echaron a patadas.
—No, cuando….
—Ya no importa.
—Sin duda importa, si después de trece años todavía piensas en ello lo suficiente como para llamarme antes que a nadie más en el mundo cuando estás ebria. Siento que necesitamos… tal vez, aclarar algunas cosas. ¿Qué tal esto? Te llamaré más tarde cuando esté borracho.
Me quedé en silencio mientras el bus se aproximaba chirriando hasta detenerse en frente de mi antes de que las puertas se abrieran.
Escaneando mi tarjeta, dije. —¿Te vas a emborrachar y llamarme a mí?
—Seguro. ¿Por qué no? Ojo por ojo. ¿A qué hora estarás en casa?
Tomando asiento, pregunté. —¿No se supone que las llamadas estando borrachos son actos espontáneos?
—¿Preferiría que te sorprendiera en un momento inoportuno?
Tenía un punto. Por lo menos de esta forma estaría preparada.
—Llegaré a casa como a las once, hora local.
—Está bien. Te llamaré. —Se rio disimuladamente—. Estaré borracho.
Me reí mientras miraba alrededor para ver si alguien estaba observando mi atolondrado comportamiento. —De acuerdo.
—Está preparada, Rana.
Lilith estaba toqueteando con su pie mientras me esperaba en su porche delantero. —Llegas tarde.
Nada como ser reprendido por el niño para quien se supone debes ser un buen ejemplo.
—Lo sé. Lo lamento. El autobús va más lento bajo la lluvia.
—¿Necesitas un paraguas?
—¿Tienes uno adicional?
Corrió de nuevo adentro y me trajo uno pequeño y barato, que sabía no aguantaría con este viento.
—¿A dónde vamos? —preguntó.
—¿Froyo?
—Pensé que habías dejado de consumir azúcar.
Era un poco mandona algunas veces.
—Lo hice. Tienen uno sin azúcar. Ese sabor a vainilla.
Se encogió de hombros. —De acuerdo.
Cuando llegamos al sitio de yogur congelado, cada una tomó una de las tazas color neón y la llenó con tanto yogurt y cubiertas como pudo. Yo preferí una mezcla de chocolate y nueces, mientras Lilith siempre optaba por gusanos de goma y cereal Cap’n Crunch.
Tomando una carga de mi montaña de yogur cubierto de caramelo, me buscó las cosquillas. —¿Buena dieta libre de azúcar?
—Me atrapaste. —Guiñé.
Tomamos asiento en una de las mesas color naranja brillante que estaba ligeramente pegajosa del cliente anterior.
Lilith y yo comimos en silencio hasta que finalmente habló.
—¿Por qué viniste a verme?
—¿Qué quieres decir?
—¿Por qué vienes cada semana? Mi mamá dice que no te pagan.
—Me hace sentir bien estar contigo, me hace sentir que estoy contribuyendo en algo a este mundo siendo un modelo para ti cuando realmente no tuve uno mientras crecía.
—Pero a veces pareces un poco triste.
—Sí, bueno, tal vez ese es mi humor cuando llego a veces, pero siempre me voy más feliz después de pasar un rato contigo. ¿Qué tal eso?
Extendió su mano y tomó una pieza de Kit Kat de mi taza.
—Está bien. Te creo.
Terminé antes que ella, así que alterné entre mirarla comer y mirar por la ventana hacia el estacionamiento. La conversación telefónica con Landon comenzó a repetirse en mi cabeza, y debí estar sonriéndome cuando Lilith interrumpió mis pensamientos.
—Tierra llamando a Rana ¿De qué te ríes?
—¿Lo hago?
—Sí. Estabas mirando por la ventana y riendo. Pareces tonta.
—Bueno… —asentí—. Hoy como que fue un día divertido.
—¿Por qué?
—Alguien de mi pasado me llamó y me hizo reír.
—¿Y estabas pensando en eso justo ahora?
—Si.
—¿Era tu novio?
—Definitivamente no, no.
—¿Quién, entonces?
Dudando, tuve que pensar como resumir a Landon para ella.
—Es alguien que solía conocer cuando era un poco menor que tú. Pasábamos tiempo juntos, como tú con tu amigo Jasper.
—Entonces, ¿él pega sus manos en tu camiseta?
Mis ojos saltaron fuera de mi cabeza. —¿Qué?
—Solo bromeo.
A ella le gustaba joder conmigo de esa forma.
—No me asustes. —Llevé mi mano a mi corazón sobresaltado—. Pequeña idiota.
Jugó con el gusano de gelatina sosteniéndolo colgando a mitad de camino de su boca. —¿Qué clase de cosas hacían?
—Pasábamos el rato, hablábamos, montábamos en bicicleta… cosas así.
—¿Por qué te llamó?
—En realidad, yo lo llamé anoche, así que me regresó la llamada, supongo.
—¿Vas a verlo?
—No. Vive en California.
—Siempre he querido ir a visitar televisión.
Entorné los ojos. —¿Qué?
—Todo en televisión está localizado allí. California es una televisión para mí.
—Ah, —sonreí—. Bueno tal vez podemos viajar allí algún día cuando seas mayor.
—Mis padres no me dejarían.
—Bueno, cuando seas mayor, podrás tomar esa decisión por ti misma.
—Ya no nos veremos para ese entonces.
Me dolió escucharla decir eso. ¿Simplemente asumió que la dejaría en algún punto?
—¿Qué te hace estar tan segura al respecto?
—Estarás harta de esto. Y yo estaré muy grande para esta cosa de la “Hermana Mayor”.
—No estés tan segura. Como que me gusta molestarte cada semana. Ese sería un hábito difícil de romper.
Lilith cambió de tema abruptamente. —¿Alguien alguna vez te llama Jasmine?
—¿Qué quieres decir?
—Te pareces a la princesa Jasmine de Aladdin, excepto que tu piel es un poco más clara y tus ojos son verdes. Sin embargo, tu cabello es exacto al de ella. ¿Alguna vez pretendes ser ella cuando bailas en ese lugar de Gyros (1)
—Lugar de Gyro, —me carcajeé—. Eres tan divertida
Apenas me quité mi traje de bailarina de vientre, me apresuré a contestar el teléfono cuando sonó a las once en punto.
Sin aliento, contesté: —¿Hola?
Landon sonaba lleno de energía. —¡Oye!
—Pareces… feliz. ¿Estás borracho?
—Completamente decepcionado. Estoy bebiendo, pero aguanto el licor bastante bien, así que tristemente, no estoy borracho como esperaba estar.
—Estás fallando en esto de las llamadas borracho.
—Lo sé. Soy más de llamadas estando prendido. —Se rió—. Entonces, ¿cómo estuvo el trabajo?
—Estuvo bien. Mis pies están cansados.
—¿Cuándo aprendiste a hacer la danza del vientre?
—Me auto enseñé. Tutoriales en vídeo. Tengo el aspecto exótico, así que pensé que compaginaría bien. Me tomó un tiempo aprender y encontrar un concierto, pero puse mi mente en ello y finalmente sucedió.
—Todavía no puedo imaginarte haciendo la danza del vientre.
—Eso es porque estás imaginando a Rana Banana.
—Tal vez. Entonces... ¿te ves diferente? ¿Qué aspecto tienes ahora?
—No lo descubrirás.
—Estoy empezando a creerlo. He tratado de buscarte en las redes sociales, pero no pude recordar cómo deletrear tu apellido, aunque puse la vida en ello. Lo mejor con lo que pude salir fue Salami.
Riendo, lo corregí. —Saloomi con dos 'O's. Pero cancelé todas mis cuentas de redes sociales, y no encontrarás ninguna foto mía.
—Yo tampoco tengo Facebook, —dijo.
—Lo sé.
—Oh... ¿entonces me buscaste antes de la llamada borracha? ¿Fue el preludio a marcarme? Supongo que debería estar agradecido. Si hubieses podido acosarme en silencio, podrías no haber llamado.
Mis engranajes giraron rápidamente —¿De qué sentías que necesitábamos hablar esta noche?
—Parece que tienes algunos conceptos erróneos sobre mí que me gustaría aclarar. Cuando me llamaste por primera vez, empezaste a escupir mierda, asumiendo cosas. Dijiste que creías que yo pensaba que mi mierda no apestaba. También asumiste que vivía en una mansión. ¿Qué clase de jodido es eso? Parece que tienes la impresión de que me creo grande y poderoso.
—Ahora, sólo creo que eres muy poderoso. —Resoplé—. Es una broma. Lo siento, no estaba en mis cabales cuando dije esas cosas.
—Está bien, pero el alcohol es básicamente como el suero de la verdad. Esas suposiciones estaban allí antes de esa noche. Déjame aclararte algo, Rana. Nunca pensé que era mejor que tú mientras crecíamos, sólo porque teníamos más dinero. Nunca pensé en esas cosas. De todos modos, mis padres ya no me apoyan financieramente. Me he defendido por mí mismo desde hace mucho tiempo.
—¿Dónde están ahora?
—Todavía en Michigan.
—¿Cómo terminaste en California?
—Es una larga historia. Primero quiero que me digas qué te pasó a ti.
—Entonces, necesitaré alcohol.
—Bueno, por supuesto, ve a buscarlo. Llegas tarde a la fiesta.
—Espérame.
Corrí a la cocina y me serví un vaso de chardonnay de la botella que había enfriado en la nevera.
Volviendo a mi habitación, me tumbé en la cama y pateé mis zapatos.
Tomé un largo sorbo y empecé a abrirme. —Recuerdas a mi madre.
—Sí. Era como una adolescente comparada con tu padre.
—Sí. Ya sabes, tuvieron un matrimonio arreglado. Nunca estuvo enamorada de él ni lista para ser esposa y madre. Bueno, básicamente nos dejó poco después de mudarnos. Huyó con su novio. Lo último que oí de ella fue que vivía en algún lugar de Ohio. Hace más de una década que no la veo.
—Lo siento.
Tomando una respiración profunda para sofocar el dolor de pensar en ella, continué, —como sea, mi padre descargó su ira respecto a toda la situación en mí. Se volvió muy estricto. No quería que saliera como Shayla... como una zorra, en su mente. No se me permitía ir a ninguna parte, ni hacer nada. Pero me rebelé a sus espaldas. Sucedieron un montón de cosas, pero básicamente, me escapé por un tiempo en mi adolescencia después de la graduación. Mis abuelos me habían dado dinero que se suponía fuera para la universidad, pero lo tomé y gasté en otras cosas. Me siento muy culpable por eso.
—Bueno, eras joven y estúpida.
—Mucho.
—¿Sigues viviendo cerca de tus abuelos?
—No. Irónicamente, regresé a Dearborn hace unos años. Mi padre me siguió.
—¿Cómo está tu relación con tu padre ahora?
—Estamos trabajando en ello. Los dos estamos más cerca que nunca.
—Me alegra escucharlo. ¿Cómo se siente respecto al baile del vientre?
—No está emocionado por eso. Pero tiene que aceptarlo. Sabe que estoy ahorrando para volver a la escuela y también para pagarle su dinero a mis abuelos.
—¿Qué quieres estudiar?
—Sigo cambiando de opinión, pero últimamente creo que me gustaría tener una guardería algún día. Así que, tal vez educación pre escolar o psicología infantil.
—Bastante genial.
Me puse cómoda en la cama. —De acuerdo, ahora dime cómo terminaste en California.
—Es complicado, pero lo esencial es que cuando cumplí dieciséis, mis padres me dijeron que en realidad fui adoptado.
¿Qué? Definitivamente eso no me lo esperaba.
—¿Jim y Marjorie no son tus padres biológicos?
—No. —Dejó escapar un suspiro—. Así que, cuando dejaron caer esa bomba, pasé por un momento difícil, y salí aquí cuando tenía dieciocho.
—¿Fuiste a la universidad allí?
—No. Nunca fui a la universidad.
—Dios, siempre fuiste tan inteligente. Había imaginado que irías a una escuela de la Ivy League.
—He almorzado en The Ivy, —bromeó—. ¿Eso cuenta?
—Supongo que no. —Me reí entre dientes—. ¿Por qué elegiste California?
—Es donde nací.
—¿Fuiste a buscar a tu madre biológica?
—Es por eso que vine aquí, pero no lo perseguí de inmediato. Me tomó un tiempo recuperar las tripas.
—¿La encontraste?
—Sí, pero es demasiado en lo que entrar en este momento, y no estoy en el estado de ánimo adecuado. Creo que podría ser una historia para otra ocasión, ¿de acuerdo?
¿Habría otra ocasión?
—No hay problema.
—Mierda. Eso fue un completo bajón de humor. Rápido, Rana. Dime algo gracioso.
Agarrando mi cerebro, dije: —Atrapé a mí compañero de cuarto durmiendo con un par de mis leggins en su cara hoy.
—¿El mismo tipo que quiere matarte?
—Sí.
—Al parecer, también quiere oler tu coño.
—Estaba frío. Fue raro.
—Eso es bien jodido.
—¿Fue lo suficientemente gracioso para ti?
—¿Tienes más?
—Alguien dejó caer queso feta por mi escote cuando me tiraron dinero esta noche. No me di cuenta hasta que llegué a casa.
—Ah, sándwich de queso feta. Voy a empezar a llamarte tetas de queso. —Se estaba carcajeando—. Dios, Rana, no he reído así en años. Tengo jodidas lágrimas saliendo de mis ojos.
—¿Cómo está Malaria, por cierto?
Se rio aún más fuerte. —Valeria...
—Sí. Lo que sea.
—Es rusa.
—¿Es tu folla amiga?
—No sé qué es. —Hizo una pausa—. Dudo que vuelva a verla. En realidad, no había chispa.
—Sin embargo, dormiste con ella de todos modos.
—¿Me estás juzgando por eso?
Un poco.
—No.
—Creo que podría ser. —Sonaba un poco enojado.
—No es que te culpe por sacar provecho, pero supongo que no me gusta la idea de que un hombre use a una mujer para tener sexo y luego nunca la vuelva a llamar.
—¿Qué te hace pensar que fui el agresor? Si una mujer me persigue... me suplica que tengamos sexo... caigo… ¿cómo la estoy utilizando? No todas las mujeres están buscando más de una noche. Algunas de las mujeres que encuentro aquí, son peores que los chicos en su búsqueda de diversión sin compromiso. Si soy sincero con respecto a lo que quiero o no quiero desde el principio, ¿cómo le hago daño a la persona?
Me estaba haciendo sentir como una idiota. Landon tenía razón. Su comportamiento era probablemente normal para un hombre soltero viviendo en L.A. Simplemente no se daba cuenta de que estaba hablando con alguien con una plétora de problemas sexuales.
—Supongo que no las lastimas. Lamento haber saltado a conclusiones apresuradas.
—¿No crees que quiero una conexión más profunda con alguien? No la he encontrado. Mientras tanto, no creo que haya nada malo en encontrar compañeras sexuales con expectativas mutuas, siempre que estés seguro y no le hagas daño a nadie.
—De acuerdo, me has educado. Gracias. Sigamos más allá de esta discusión.
—Parece que el tema te está haciendo sentir un poco incómoda. ¿Te recuerda una mala experiencia? —Parecía genuinamente preocupado.
Cada experiencia sexual que he tenido.
Transpirando, dije: —Realmente me gustaría cambiar de tema. ¿Podemos?
—Sí. Me muero por saber cómo te ves ahora. Hablemos de eso. ¿Me enviarías una foto?
De acuerdo, había elegido un tema aún peor.
—No.
De ninguna manera.
Jamás.
—¿Por favor?
—No estoy lista
—Entonces, describe cómo te ves.
—¿Cómo crees que me veo?
—He estado imaginando cómo lucirías, pero con un traje de danza del vientre. Es confuso. Sinceramente, no sé qué imaginar.
—¿Entonces me imaginas con pelo corto y negro y una uniceja?
—Tú lo dijiste, no yo. Pero algo así, sí.
Cerrando los ojos, dije: —Te imagino con el pelo oscuro, rubio, largo, como tipo surfista.
—Vivo cerca de la playa en Venice Beach, pero no soy surfista ni parezco uno.
—¿No solías tener el pelo marrón arenoso?
—Es más oscuro ahora, como un montón de cosas sobre mí.
¿Qué significa eso?
Quería explorar un poco más, pero en su lugar solo pregunté, —¿Cómo es Venice Beach?
—Bueno, sabes que solía amar patinar.
—Sí.
—Eso no ha cambiado. Me he vuelto un poco mejor. Tenemos un parque de skate muy cool aquí, que me encanta. Es prácticamente donde pueden encontrarme en mis días libres. En general, Venice es agradable. Es una especie de mezcolanza de artistas y gente de clase trabajadora mezclada con ricos tecnólogos y personas sin hogar. Vamos a ver... qué más. Hay un paseo marítimo, y la gente viene a la playa y ver a los artistas. Hay un famoso espectáculo de monstruos en el teatro aquí, también, y antes de que preguntes, no, no soy parte de eso.
—No lo habría pensado, aunque probablemente encajarías muy bien allí.
Nos quedamos hablando por un rato hasta que ya no pude mantener los ojos abiertos.
Después de esa noche, no escuché de él durante unos días.
Luego, una noche, me llegó un texto desde el mismo número de teléfono que reconocí como el de Landon. Era la primera vez que me mandaba un mensaje de texto.
Miré hacia abajo para encontrar que había enviado una foto.
Jadeé.
Era un hombre fuertemente tatuado contra el telón de fondo del océano al atardecer. Oh Dios mío. Era él, un selfie.
Mierda. Yo. Él era hermoso.
Ni siquiera sabría que era Landon si no fuera por los ojos azules que reconocí al instante. El hirsuto pelo color caramelo que recordaba del pasado era ahora un tono más oscuro de marrón y más corto, cortado más cerca de su cabeza. Sus brazos y su pecho estaban entintados, su cuerpo era tan perfecto que, si entrecerrabas los ojos, parecía casi como piedra tallada.
No pude dejar de mirarlo. Mis ojos no querían nada más que explorar las crestas y valles de su impresionante cuerpo.
¿Era una broma cruel?
¡Este no era Landon!
Pero lo era.
Con el pulgar y el dedo medio, seguí acercándome y examinando los detalles de la tinta en su pecho y sus brazos. Realmente no había nada más sexy que un hombre con los brazos perfectos y un tatuaje de manga completa.
Aunque sus labios parecían más llenos de lo que recordaba, todavía se curvaban en una sonrisa familiar que rezumaba confianza. Los ojos y esa sonrisa eran los únicos rastros del muchacho que recordaba. Ojalá pudiera haber saltado a través de la pantalla para olerlo, tocarlo.
—Hola, Landon —susurré, por un breve momento hablando con el chico de dentro, no con el hombre que estaba delante de mí.
Este Landon era el polo opuesto de la imagen del yupi de la Ivy League que tenía antes en mi cabeza. La única cosa en la que el hombre de la foto podía haberse especializado era en ser un chico malo. Parecía una estrella de rock, un rompedor de reglas, mostrando una sensación de peligro alrededor, alguien que debía haber tenido mujeres de todos los sectores de la vida babando por el simple hecho de que no podían tenerlo o no debían tenerlo. De repente, quedó claro el por qué, tal como había dicho, una mujer podría haber estado suplicándole sexo. Eso me hizo preguntarme si tenía tatuajes secretos en lugares que no se me permitía ver.
Dios.
Un fuego ardió dentro de mí, y sabía que era mi enamoramiento explotando en una completa obsesión.
Una sensación de auto-conciencia se apoderó de mí. Si antes tenía miedo de mostrarle una foto mía, ahora estaba realmente vacilante.
El mensaje que acompañó a la foto fue:
Ahora muéstrame cómo eres tú.
Gyro: Sándwich griego tipo enrollado, parecido al burrito mexicano, o al shawarma árabe.
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
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Re: Lectura #1 Noviembre 2017
CAPÍTULO CUATRO
LA VOZ DENTRO DE MI CULO
Había quedado completamente desollada.
Pasaron dos días y nunca respondí al texto fotográfico de Landon. Tampoco me había llamado ni me había vuelto a enviar mensajes.
Todo esto me había aventurado en un territorio para el que no estaba preparada. Su deseo de verme se sentía intruso, y tuve que ponerle un alto.
Nunca esperé que Landon quisiera seguir comunicándose conmigo después de mi llamada inicial, y ciertamente nunca esperé que ver cómo lucía realmente ahora hubiese tenido este tipo de efecto en mí.
Tenía miedo incluso de mirar la foto, puesto que no me gustaba la sensación física que lo acompañaba.
No quería tener que enfrentar mi atracción hacia él, hacia este muchacho –hombre- que me había herido una vez.
Si me ves cara de tonta una vez, la culpa es tuya; Si me la ves dos veces, la culpa es mía.
Por mucho que evité mirar la fotografía, la imagen todavía estaba grabada en mi cerebro.
Mientras giraba alrededor durante mis rutinas nocturnas de danza, sacudiendo mis caderas al ritmo del tambor, cerraba mis ojos y lo veía de pie allí en la playa. Estaba bailando para él. Cada noche. Y eso realmente apestaba.
En la tercera noche después del selfie, finalmente reconoció mi falta de respuesta.
Landon: Me estás generando un complejo.
No podía haber hablado en serio. Seguramente se daba cuenta de cuán físicamente atractivo era. Pero ¿y si realmente pensaba que dejé de comunicarme con él por su apariencia? Después de todo, no era un guapo clásico; estaba cubierto de tinta y escarpado. ¿Tal vez pensó que no me iban esas cosas? No podía haber estado más equivocado. De hecho, estaba aterrorizada de lo que generaría en él el verme. Por la misma razón, no quería admitir que mi temor tenía que ver conmigo, no con él. Era demasiado complicado explicarle por qué tenía miedo de mostrarle cómo lucía.
Por mucho que no quería que esta cosa con él fuera más lejos, no podía vivir con la idea de que de alguna manera creía que había dejado de comunicarse con él debido a suapariencia.
Así que, decidí enviarle un último texto, sólo para aclarar.
Rana: Honestamente, no tienes razón para sentirte consciente de ti mismo. Te has convertido en un hombre hermoso, Landon. Simplemente no puedo corresponderte con una foto como pediste.
Más o menos treinta segundos después de presionar enviar, mi teléfono sonó.
Mierda.
Contesté: —Hola...
—¿Te asusté o algo? No tienes que mostrarme nada que no quieras.
—No es nada que hicieras. Sólo tengo un montón de problemas en relación a mi apariencia física. Es mi problema.
—No lo entiendo. Sacudes el culo en público para ganarte la vida.
Sí ... pero no me conocían desde antes como tú.
—Es complicado.
—De acuerdo, ¿sabes qué? Por favor, olvida que envié la foto. Creó muchos más problemas de lo que esperaba.
No puedo olvidarlo. No puedo olvidar cómo luces ahora que te he visto.
Ambos estuvimos en silencio hasta que dijo, —No dejes de hablar conmigo, Rana. —Su tono sincero apretó mi corazón.
—¿Por qué es tan importante para ti?
—No puedo entenderlo. Me haces sentir aterrizado o algo así. No lo sé. Hablar contigo ha sido como una pequeña rebanada de casa, o al menos lo que una vez pensé que era mi hogar. Pero aparentemente crucé la línea al presionarte por una foto, y lo lamento.
Podía sentir que empezaba a resquebrajarme. —Dios, no lo hagas. Es mi culpa, Landon. Yo reaccioné exageradamente. Estoy tan defectuosa.
—Sí, bueno, así son algunos de los diamantes más hermosos. No hay nada malo en tener defectos. Son lo que nos hace humanos.
Inclinando la cabeza hacia atrás, respiré hondo y dejé que sus palabras se hundieran. De alguna manera, sabía que nunca las olvidaría mientras viviera. Mientras me limpiaba los ojos, sorbí por la nariz. —Parece realmente hermoso donde vives.
—Lo es. Te pediría que vinieras, pero me temo que nunca volverías a hablar conmigo.
No pude evitar reírme. —Probablemente tengas razón.
—Entonces, por favor, mantente jodidamente alejada de mí. No dejes de responder a mis llamadas. —Se rio—. En serio, sin embargo, sí, está bien vivir cerca del océano.
—¿Solo bien? —Me reí entre dientes—. Bueno, de todos modos, tengo envidia.
—¿Cómo está el clima ahora en Michigan?
—Frio y miserable.
—Hablando de miserables... ¿alguna travesura de Lenny que informar?
—¿Aparte de que de la nada rompiera una foto mía cuando pensaba que no estaba mirando? No.
—Ese tipo es un monstruo.
—De hecho, está fuera por un par de días. Al menos eso pienso. Lo vi salir con una maleta. Ya se ha ido antes. Siempre regresa, por desgracia.
—Deberías buscar en su habitación, ver si hay alguna razón para tus miedos.
—Huele como a pies allí dentro. Creo que correré el riego.
—Si no me envías una foto tuya, al menos promete que la próxima vez que lo encuentres durmiendo con la entrepierna de tus leggins en la cara, me darás una foto de esa mierda.
—Lo tienes.
Después de que nuestra risa se disipó, dejó escapar un profundo suspiro en el teléfono, y fue como si lo sintiera en mi piel. Me hizo pensar en su sexy fotografía de nuevo y me incitó a preguntar, —¿Cuántos tatuajes tienes?
—No he contado. Muchos.
—Son realmente magníficos.
Eres realmente hermoso, Landon.
—Gracias.
—Entonces… dijiste que eres chef, pero nunca me dijiste en qué tipo de comida te especializas.
—En realidad, tengo un camión de comida. Hago principalmente emparedados únicos, cosas que no puedes encontrar en restaurantes típicos.
—Eso es realmente genial. ¿Dónde lo tienes instalado?
—Diferentes lugares. Lo parqueo bastante en la playa. Pero tengo una aplicación en la que la gente puede rastrear donde estoy en un momento dado. Te enviaré el enlace para que puedas comprobarlo.
—¿Una aplicación? Eso es tan innovador.
—Sí. Se llama la caja de almuerzo de Landon, tanto el camión como la aplicación.
—Lindo nombre. ¿Eres una banda de un solo hombre?
—En realidad no. Tengo una empleada... Melanie.
Melanie.
No sabía nada de ella y, sin embargo, la envidiaba. Mis celos no deseados hacia Valeria y Melanie me perturbaron mucho.
Su siguiente pregunta me pilló desprevenida. —¿Cuál es tu vicio, Rana?
—¿Qué quieres decir?
—Fumar es un vicio. Igual que beber. ¿Bebes mucho?
—No tanto como podrías pensar basado en cómo nos reconectamos por primera vez. Pero uso el alcohol para calmarme después de un largo día a veces. No considero que sea un problema porque puedo tomarlo o dejarlo. ¿Fumar es tu único vicio?
—Fumar, sí… y a veces sexo. Pero ya lo sabías por la acalorada discusión del otro día.
Bueno, está bien, entonces.
De repente me sentí como si me estuviera viendo. —Obviamente sé que tienes sexo casual, pero ¿duermes con muchas chicas? ¿Es como con una chica diferente cada noche?
No respondió de inmediato.
—Normalmente no tengo relaciones sexuales con más de una mujer a la vez. Pero tampoco hago relaciones a largo plazo, o al menos no he encontrado a alguien con quien quiera eso. Por lo tanto, generalmente el cambio es frecuente. Pero no es una chica nueva todas las noches, no. A la mierda. Eso sería agotador. —Se rio—. De acuerdo, señorita entrometida, ¿qué hay de ti? ¿Cuándo fue la última vez que dejaste a alguien acercarse a ti?
No he tenido relaciones sexuales desde que era adolescente. Pero no lo admitiré delante de ti.
—Podrías decir que estoy pasando por una temporada de sequía.
—Bueno, supongo que las citas en línea serían difíciles sin una foto.
—Sí, sabiondo, lo es.
—Entonces, ¿dónde conoces hombres?
No lo hago.
Mi silencio lo hizo teorizar.
—¿Eres gay, Rana?
—¿Qué? No. ¿Por qué piensas eso?
—Simplemente se me ocurrió que he estado asumiendo que te gustan los hombres, pero si me detengo a pensarlo, en todos mis recuerdos de ti, eras... —vaciló.
—Como un chico.
—Sí.
—Parecía un niño porque mi madre me llevaba a un mal peluquero, pero definitivamente soy hetero.
—Ah... bueno, pensé que lo mejor era preguntar.
Sonaba como que estaba soplando humo.
—¿Estás fumando ahora?
—Sí.
—Esas cosas te matarán.
—Igual que los psicópatas compañeros de habitación llamados Lenny. No significa que lo hayas dejado.
—Supongo que eso es cierto.
Cambió de tema. —Tu madre... ¿dijiste que vivía en Ohio?
—¿Por qué la sacaste a relucir? No me gusta hablar de ella.
—Puedo decirlo, también tengo problemas maternales, así que no estás sola.
—Sí, como dije, no la he visto en una década. Probablemente todavía está robando ropa. No me importa.
—Dices eso, pero lo haces. Te importa, Rana. Sé que mientes porque intento decirme lo mismo todo el tiempo.
A pesar de la distancia entre nosotros, Landon definitivamente tenía la capacidad de leerme. Él estaba tranquilo, y de alguna manera, esa fue como una señal para abrir un poco más.
—Ella nunca quiso ser madre, ¿sabes? Se lo quitó a mi padre, me lo quitó a mí. Ella era como una rebelde hermana mayor en vez de una madre. Solía decirme que me parecía a mi padre, lo cual era su manera de decirme que era fea, porque sabía que no se sentía atraída por él. La cosa jodida es... Todavía la idolatraba. Cualquier pequeña pizca de atención que me diera nunca pasó desapercibida. Y ahora veo mucho de ella en mí. Esas son por lo general las cosas que odio de mí.
Cuando no respondió de inmediato, me preocupé de que lo hubiera asustado con mi apertura.
—Tu madre es una perra. No te merecía. Espero que te des cuenta.
Sus palabras fueron duras, pero me confortaron.
—De acuerdo... Me abrí sobre mi madre. Ahora cuéntame sobre la tuya, tu madre biológica. Dijiste que te habías mudado a Cali para encontrarla.
Su encendedor sonó antes de que soplara al teléfono. —Nunca la conocí. Llegué demasiado tarde. Para cuando encontré su paradero, mi investigación me condujo directamente a un cementerio. Por lo tanto, nunca llegué a conocerla. Muchas de mis preguntas, lamentablemente, han quedado sin resolver.
Me sentí absolutamente devastada por él.
—Lo siento. —Tragué, con miedo de preguntar—, ¿Qué le pasó?
—Mi madre biológica era adicta a las drogas. No creía que pudiera cuidarme. Fue así como terminé con mis otros padres.
—¿Sientes que mudarte allí fue completamente en vano?
—No, todavía siento que estaba destinado a ser. Estaba muy perdido cuando llegué a California. La vida tenía muchas lecciones que enseñarme, y supongo que estaban destinadas a suceder aquí. —Podía escucharlo inhalar el humo y exhalar—. Está bien, esto se está poniendo demasiado profundo. Rápido. Dime algo gracioso.
Piensa.
Piensa.
¡Oh!
—¿Conoces la canción I Miss You de Blink 182?
—Sí…
—Bueno, durante mucho tiempo solía pensar que en realidad se llamaba La voz dentro de mi culo debido a esa parte del coro donde habla de la voz dentro de su cabeza. Él estaba diciendo "cabeza" no "culo”. Pero sonaba como 'culo' para mí. Siempre pensé que era un título extraño hasta que descubrí la verdad.
Landon empezó a reírse histéricamente. —¿Qué en la jodida vida? Las cosas que salen de tu boca a veces... —Cuando finalmente se calmó, suspiró—. Dices la mierda más extraña y eres un misterio... pero eres buena para mi alma, Rana.
Esa noche, me fui a la cama con una sonrisa enorme en mi cara, aunque no pude dormir. Con cada conversación que teníamos, me sentía cada vez más conectada con él.
Como el insomnio estaba ganando, me levanté de la cama y me aventuré en mi armario a leer otra de las viejas notas de Landon. Esta era un poco irónica.
Rana Banana,
A veces, cuando pienso en ti, me río sin razón y no puedo evitarlo.
Landon
PD. Pero hoy sucedió en el funeral de mi abuelo, y mi papá se enojó mucho.
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
Fecha de inscripción : 24/02/2017
Edad : 52
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
Me uno!!! Espero no llegar tarde...
Invitado, Te invito a que visites nuestro foro,
AcuarelasLiterarias te esperamos AQUÍ
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Dew- Mensajes : 155
Fecha de inscripción : 14/10/2017
Edad : 31
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
Fecha de inscripción : 24/02/2017
Edad : 52
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
No se, si Rana es complicada o simplemente se esta haciendo la interesante.
Landon es un encanto aunque tiene sus propias tranque, es mas habierto al hablar de ellas.
Muy entretenida lectura hasta ahora.
Landon es un encanto aunque tiene sus propias tranque, es mas habierto al hablar de ellas.
Muy entretenida lectura hasta ahora.
berny_girl- Mensajes : 2842
Fecha de inscripción : 10/06/2014
Edad : 36
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
que trabajo menos estresante el de Rana, le gusta mover el bote , o a lo mejor no, quien sabe, que bueno que sigan hablando y hasta foto le mando, lo de ver a la niña se me hace un buen gesto de Rana
yiniva- Mensajes : 4916
Fecha de inscripción : 26/04/2017
Edad : 33
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
TRATARE DE DARME UNA VULETA POR LA LECTURA, SE VE LEE INTERESANTE
citlalic_mm- Mensajes : 978
Fecha de inscripción : 04/10/2016
Edad : 41
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
Bueno, al principio que empece a leer pensé, porque guardarías notas que te dieron hace tanto tiempo, como que supera eso chica!
Sin embargo, mientras leía me empezó a gustar la historia, encontré toda la situación un tanto graciosa xD.
Esperemos a ver donde nos llevara esta historia, que hasta ahora me parece distinta a lo que usualmente leo
Sin embargo, mientras leía me empezó a gustar la historia, encontré toda la situación un tanto graciosa xD.
Esperemos a ver donde nos llevara esta historia, que hasta ahora me parece distinta a lo que usualmente leo
IsCris- Mensajes : 1339
Fecha de inscripción : 25/10/2017
Edad : 26
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
Si chicas Landon es un amor. Gracias por su cometarios y por seguir la lectura
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
Fecha de inscripción : 24/02/2017
Edad : 52
Re: Lectura #1 Noviembre 2017
CAPÍTULO CINCO
OJOS LOCOS
Lilith me pasó la pelota de baloncesto. —¿Cómo está tu novio?
Se la tiré de vuelta con más fuerza. —No es mi novio.
La tomó y luego dribló la pelota antes de dispararla hacia el aro. —Pareces contenta.
—Supongo que estoy más feliz últimamente.
Lilith se quedó allí con la pelota metida bajo el brazo mientras me observaba y sonreía. Sus gafas se deslizaron por su nariz, y usó su dedo índice para apoyarlas de nuevo en su lugar. Juraría que esa chica podía ver a través de mí.
Al sacar mi teléfono, le dije: —Ven aquí. Checa esto. —Abrí la aplicación del camión de almuerzo de Landon—. Este es su camión de comida. Esto te permite ver dónde se encuentra en un momento dado. ¿No es súper genial?
No parecía tan interesada en la aplicación como yo. —Entonces, ¿es como una aplicación para acosadores?
—No… bueno, no lo sé. Tal vez.
—¿Es guapo?
—Sí... muy guapo. —Me sentí como una preadolescente efusiva con ella.
—Entonces, ¿por qué no quieres que sea tu novio?
Insegura de cómo explicarle mi cabeza desordenada a una niña de diez años, elegí mantener mi respuesta simple.
—No quiero un novio.
—¿Por qué no?
—Los novios complican la vida.
—Bueno, yo quiero uno.
—Eres demasiado joven, así que no pienses en eso.
—Espero poder ser linda como tú cuando tenga edad suficiente para tener novio.
Oírla decir eso cortó en mi corazón. —Eres hermosa. No dejes que nadie te lleve a creer lo contrario.
—No me parezco a las otras chicas en la escuela.
Ella realmente me recordaba a mí cuando era niña y eso me estaba matando. Nunca tuve a nadie que me dijera que no había nada de malo en cómo lucía. Pasé gran parte de mi adolescencia odiándome. Si tenía trabajo, era para asegurarme de que Lilith se sintiera bien consigo misma.
—Está bien parecer diferente, Lilith. La belleza es sólo una cuestión de opinión. Si crees que eres hermosa, entonces eso es todo lo que importa. Estás por llegar a unos años realmente difíciles. Las decisiones que tomes ahora y cuando seas adolescente, pueden cambiar tu vida entera. Sólo asegúrate de hablar conmigo o con alguien si alguna vez sientes que la vida es demasiado para manejar. Y nunca dejes que nadie te convenza de que no eres digna, sólo para aprovecharse de ti.
Asintió y cambió bruscamente el tema, de la manera típica de Lilith. —¿Me trenzas el pelo?
—Por supuesto.
Cuando volví a mi apartamento esa tarde, salté al ver a mi padre sentado y tomando café en la mesa de mi cocina. Cada vez que entraba en mi casa, olvidaba por un momento que él tenía una llave. Me había dado la cuota inicial para este apartamento con la condición de que tuviera su propia llave para revisarme siempre que quisiera.
—Me asustaste.
Con su grueso acento extranjero, dijo: —¿Por qué no tienes calefacción, Ranoona?
El apodo de mi padre para mí era Ranoona. No estoy segura de dónde venía exactamente.
—Tengo calefacción. Solo que la mantengo muy baja. —Sirviéndome una taza del café que preparó, le pregunté—: ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
—Una hora.
Miré a mi derecha y noté una estatua bastante grande, azul y blanca de Santa María en el mostrador. Parecía algo que verías en el jardín de alguien o delante de la casa de una anciana. Tenía rosarios envueltos alrededor de su cuello.
—¿De dónde vino eso?
—Venta de garaje. Alguien la botó. ¿Lo crees? —Bajó la voz mientras miraba hacia la habitación de Lenny—. Necesitas a la Madre Bendita para protegerte de este loco. No me gusta. Tiene... unos ojos locos.
—Shh.
Mi padre siempre decía que podías determinar el nivel de locura de la gente por sus ojos. Creía que había algo de verdad en eso. La gente con ojos locos tenía una manera de mirar a través de ti y no hacia ti. Había una desconexión de algún tipo.
—No puedo sacarlo a patadas, —le dije.
—Yo lo haré, —insistió mi padre.
—No, papá. Por favor, no hagas problemas.
Me cortó un trozo de manzana y me lo dio. —No comes de manera saludable.
—El café y las palomitas de maíz son muy saludables, —dije, tomando un bocado de la manzana Granny Smith.
Me cortó otra pieza y la colocó sobre la mesa frente a mí.
Mi padre no siempre ha sabido cómo manejarme, pero estaba feliz de que estuviéramos en un punto en el que podíamos sentarnos y disfrutar de la compañía del otro. A pesar de que siempre tenía su opinión, había renunciado a creer que podía cambiarme.
—¿Bailas para los griegos esta noche?
Me reí un poco. —Sí.
Tomó un sorbo de café. —No me gusta este trabajo.
—¿De Verdad? Solo lo has mencionado mil veces. Es temporal. Ya te lo he dicho.
—Déjalo, yo te daré dinero.
—No. Necesito mantenerme. Apenas puedes pagar tu propio alquiler.
—Me mudaré contigo.
—En ese caso, nunca dejaré de bailar.
Me dijeron que subirían mi tarifa por hora si lo intentaba.
Aunque estaba aterrorizada, estuve de acuerdo. Ahora, tenía que preguntarme seriamente si necesitaba que examinaran mi cabeza.
Si Papá pudiera verme ahora. No, no le diría nada de esto.
Era pesado y viscoso. Con una gigantesca serpiente envuelta alrededor de mi cuello, hice clic en mis platillos de dedo y balanceé mis caderas, rezando para que el tiempo pasara rápidamente. Mi jefe me aseguró que no era venenosa. Seguro que esperaba que tuviera razón.
Por alguna razón, en lo único que podía pensar era en la reacción de Landon. ¿Pensaría que estaba loca, o creería que era realmente genial? Mientras sacudía mi culo al ritmo del tambor, pensé en Landon de pie en la playa con la puesta de sol como telón de fondo. Una vez más, estaba bailando para él, mi amigo y yo.
Cuando mi turno finalmente terminó, y la serpiente fue devuelta a su jaula, sentí que necesitaba una ducha aún más de lo habitual.
Tomé el último autobús justo a tiempo. Una vez sentada, lo primero que hice fue comprobar la aplicación de la caja de almuerzo de Landon, aunque sabía que el camión estaba fuera de servicio por la noche. Todavía mostraría la última ubicación del día. Esta noche estuvo en el Venice Beach Boardwalk.
Cerrando los ojos, me imaginé que estaba allí, oliendo la sabrosa comida y escuchando los sonidos del océano mientras el sol caía sobre mí.
Cada día, también puedes consultar el menú. Landon parecía intentar cambiarlo. Había creado sándwiches con ingredientes improbables y los nombraba cosas como el cubano Reuben. Una nueva adición llamó mi atención y me hizo jadear.
Sándwich de Feta de Rana.
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
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Re: Lectura #1 Noviembre 2017
CAPÍTULO SEIS
SELFIE DE TRASERO
Unas noches después, Landon me atrapó justo cuando llegué a casa del trabajo.
—No tengo mucho tiempo para hablar —dijo antes de que pudiera escuchar su encendedor—. Dime algo gracioso, Rana.
—Conseguí un aumento en el trabajo.
Soplo en el teléfono.
—¿Eso es gracioso?
—Lo es cuando la condición es que bailes con una serpiente gigante en el cuello.
—¿Es en serio?
—Muy serio.
—Maldición, mujer. Sabía que eras una trabajadora, pero esto es llevarlo a todo un nuevo nivel.
—Bueno, puede que no estés tan impresionado cuando se envuelva en mi cuello y me sofoque hasta morir algún día.
Su profunda risa fue como un masaje para mis oídos.
—Entre la serpiente y ese psicópata, Lenny, estás condenada.
—Dios, es tan cierto. —Me recosté y alcé mis pies—. ¿Cómo estuvo Santa Monica hoy?
—Oh, ¿qué es esto? ¿Estuviste espiando mi app, Saloomi? Esa es la única forma en que podrías saber donde estuve.
—Tal vez. Me gusta vivir indirectamente a través de ti, chico californiano. Me gusta cerrar los ojos y pretender que estoy ahí, escuchando el océano y tomando el sol.
—No todo es tan emocionante aquí en realidad. A veces, creo que se tiene esta falsa idea de que el sol es igual a la felicidad. El sol siempre se oculta, Rana. No puede enmascarar todo.
No pude evitar querer saber a qué se estaba refiriendo en realidad, aunque pedirle que se abra más conmigo de lo que lo ha hecho garantizaría que tenía que hacer lo mismo.
Continuó:
—No me malinterpretes. Es mucho mejor que Michigan.
—Apuesto.
—Bueno, desearía poder hablar más, pero se supone que debo encontrarme con alguien.
Mi corazón se hundió. No estaba lista para dejarlo ir. Odiaba que esperara con ansias hablar con él todo el día más que nada.
—Oh… bien. —La curiosidad se apodera de lo mejor de mí—. ¿Un alguien femenino?
—Sí.
Mi respiración se atoró.
—¿Cómo se llama?
—Sage.
Valeria, Melanie… Sage. Otra para añadir a la lista.
—Sage. Interesante. ¿Vas a llevarla a casa para que la limpie de los espíritus malignos? ¿Es para lo que usan la salvia1, no?
—No estoy seguro, pero tengo la certeza de que si vienes alguna vez, todos los espíritus saldrían a bailar.
—Probablemente tienes razón. Tengo el efecto opuesto a la salvia.
—Tú y tu serpiente. —Se rio—. Santa mierda, eso es gracioso. No podré dejar de pensar en eso esta noche.
—No me lo recuerdes. Todavía debo lavar la baba de mi cuello. —Suspiré—. Bueno… como sea, diviértete.
—Lo intentaré.
Literalmente estaba haciendo un mohín.
—Dile a Sage que le envío saludos.
Después de que colgamos, de repente me sentí muy sola. Una oleada de enormes celos se dispara a través de mí.
En la ducha, mis pensamientos estaban acelerados. Quería ser el que saliera con Landon esta noche. Deseaba tanto poder tocarlo, olerlo, besarlos. Ansiaba de verdad sentir la vibración de su risa contra mi piel.
No puedes tenerlo todo, Rana. No puedes ocultarte de él y quererlo para ti.
Es inevitable. Vas a perderlo.
Esa idea me hizo sentir increíblemente triste.
Estaba empezando a darme cuenta que había estado en negación. Estaba completamente loca por este hombre, la forma en que me hacía reír, la forma en que apreciaba mis peculiaridades, la forma en que parecía de verdad conocer mi alma, incluso si he intentado todo para ocultar lo que está por dentro. Pensamientos de él invadían cada momento que pasaba despierta desde la primera noche que lo había llamado; y honestamente, mucho antes de eso.
Tan asustada como estaba por remover la barrera entre nosotros, ansiaba más.
Después de estar recostada por un rato en silencio, fui hasta el armario y abrí una de las viejas notas.
Rana Banana,
¿Por qué siempre apartas la mirada cuando me ves mirándote? A veces, estoy intentando enviarme mensajes telepáticos y lo arruinas por completo.
Landon.
P.D.: No has empezado a ladrar como un perro, así que supongo que no recibiste mi última orden.
Esa de verdad me hizo reír mientras la volvía a doblar y la ponía en la bolsa.
Por primera vez desde la noche en que la envió, me permití mirar a la selfie de Landon guardada en mi teléfono. Con lo tosco que era su exterior, su sonrisa era muy genuina, reconfortante. Estaba dirigida a mí, y no sentía que la merecía. Incluso sus ojos sonreían; sus ojos sin locura. Esta noche esa sonrisa estaba reservada para alguien más, porque había elegido no aceptar lo que me había dado.
Pasé un dedo por la imagen. Se había puesto así mismo ahí afuera, y no había estado dispuesta a decirle ni jota, todo porque tenía miedo de lo que tendría que admitirle. Asumí que me juzgaría, pero en realidad, nadie podría juzgarme de la forma en que me juzgué a mi misma.
No podía darle todo. Pero quería darle algo. Tendría que ser con pasos de bebé.
Mi corazón me latía en el pecho, y estaba temblando, porque sabía lo que estaba por hacer.
Posicionando mi cuerpo en una silla, me senté a horcajadas con mi espalda hacia el espejo ovalado. Mi cabello negro caía en cascada por mi espalda desnuda en ondas. Caía hasta mi trasero.
Tomé varias fotos de mi espalda hasta que estuve completamente satisfecha con una de ella. Tuve cuidado asegurándome que mi cara no podía verse en absoluto.
Lo que logré fue una foto increíblemente sexy y provocativa. Los pantalones cortos que estaba usando no dejaban nada a la imaginación. Podías ver la forma de mi trasero claramente junto con el arco de mi espalda y mis piernas. También me había puesto los tacones de aguja más altos que tenía. Si de verdad iba a darle este paso, iba a hacerlo bien.
Cerrando mis ojos con fuerza, me preparé antes de presionar enviar.
Después de que presioné el botón, una oleada de sangre viajó a mi cabeza. Una plétora de pensamientos paranoicos estaba flotando alrededor de mi mente.
Él estaba en una cita. ¿Y si se la mostraba a ella, y ambos se reían de mí?
¿Y si pensaba que me veía como una zorra?
¿Y si no le gustaba?
Un par de tortuosos minutos pasaron antes de que mi teléfono sonara, interrumpiendo la cadena interna de preguntas.
Tomé aire profundamente y lo revisé.
Landon: ¿Por qué me enviaste una foto de Kim Kardashian? Quiero decir es sexy como el infierno, pero muy al azar.
Oh, mi Dios. ¿Qué?
¿Pensaba que era un chiste?
¿No se da cuenta que soy yo?
Mis dedos se cernieron sobre el teclado antes de finalmente digitar.
Rana: Esa no es Kim Kardashian. Soy yo.
No hubo respuesta durante varios minutos. Sentí que estaba cavando un hoyo en el suelo y enterrándome a mí misma. ¿Por qué le envié eso? ¿Por qué dejé que mi celoso ego hiciera caso omiso de mi sensibilidad?
Sentada en mi cama con mi cabeza en las manos y las rodillas contra mi pecho, me maldije.
Cuando mi teléfono empezó a sonar, me pregunté si debía contestar. Opté por dejarlo ir a buzón de voz.
Cuando comenzó a sonar por segunda vez, tomé aire y contesté:
—Hola.
—Rana, tienes que estar jodiéndome.
Me hice la tonta.
—¿Qué?
—Se supone que te veas como un niño con una sola ceja, no como un jodido sueño húmedo. Ya he estado pensando en ti todo el jodido día. Ahora, nunca te sacaré de mi cabeza. Esto está jodiéndome un poco ahora mismo.
—¿Kim Kardashian es tu sueño húmedo?
—No. Olvídala. Honestamente, la miré tan rápido, y estaba en un cine oscuro. Ahora que he tenido tiempo de examinarla de verdad, puedo notar que no es ella. El largo cabello negro me desconcertó un poco. —Se detuvo—. Pero si parece una modelo de lencería. Dios… ¿de verdad eres tú?
—Sí. ¿Crees que te estoy haciendo una broma? Soy yo.
—Vaya. —Dejó salir un largo suspiro—. ¿Entonces por qué siempre estabas avergonzada de mostrarme como lucias?
No había forma de afrontar esa pregunta.
Ignorándola, pregunté:
—¿Dónde estás ahora?
—Le dije a Sage que tenía una emergencia y me disculpé. Una vez que me di cuenta que no estabas bromeando, caí en cuenta de lo monumental que era esto, que enviaras una foto tuya, algo que juraste nunca hacer. No iba a desperdiciar el momento. Necesitaba estar a solas. Estoy en mi auto.
—¿La dejaste?
—Todavía está en el cine, sí.
Incluso aunque sonaba sorprendida, eso me produjo gran placer.
—¿No deberías volver con ella?
—Estás preguntándolo como si no supieras que estaba en una cita cuando enviaste la foto. Sabías que vería como luces y que perdería la cabeza. Estoy sentado en mi auto solo con una jodida erección porque me enviaste una foto de tu hermoso trasero apenas cubierto. Sabías muy bien lo que estabas haciendo, Rana Saloomi. Estoy más convencido de eso ahora que nunca. Estás completamente jugando conmigo… tentándome. Admítelo.
Me reí un poco.
—¿Estás enojado?
—Me encanta.
Mis mejillas se sintieron calientes.
—¿De verdad piensas en mi todo el día?
—En realidad no sé cómo explicarlo, pero sí, pienso más en ti de lo que probablemente debería. Me levanto en la mañana y pienso qué hora es donde estás. Pienso en qué estás haciendo, si estás teniendo un buen días, y me pregunto cuándo hablaré de nuevo contigo. Pero esto… esto cambia el jodido juego. No puedo no ver esto. Eres… —Dudó—. Hermosa.
Cerré mis ojos para disfrutar su halago, luego los abría a la realidad.
—No has visto mi cara.
—Sí, pero la recuerdo como si fuera ayer.
Ya no es lo mismo.
—Me puse un poco celosa cuando dijiste que ibas a una cita. Quería tu atención de regreso.
—Bueno, misión cumplida. Definitivamente la recuperaste. Lo único que quiero hacer es mirar tu foto en paz ahora. —Soltó un poco de aire—. Muéstrame un poco más. Dame algo más. Lo que sea.
Esto fue un error.
La adrenalina pulso a través de mí, porque estaba considerándolo.
—No puedo.
—Por favor… sólo déjame verte de otro ángulo. Así sé que no estoy soñando. Envíame una foto tuya haciendo la señal del paz. Puedes mantener el rostro cubierto. Quiero ver cómo te ves en vivo.
Creo que una parte de él todavía necesitaba confirmación de que la chica de la foto era yo, particularmente por lo protectora que era de mi rostro. No quería que dudara de mí. Decidiendo ceder a su petición, dije:
—Está bien, cuelga y te escribiré. Luego me llamas de nuevo.
Sin pensarlo mucho, cubrí mi rostro con mi cabello y tomé una selfie mientras alzaba mi dedo índice y medio, dándole exactamente lo que pidió.
Después de la envié, me escribió un minuto entero después.
Landon: Gracias, hermosa. No tienes ni idea de lo mucho que significa para mí.
Landon prosiguió con una foto de él en su auto haciendo la señal de paz en respuesta. Tenía humo saliendo de su boca. Aunque odiaba la idea de que llenara sus pulmones con agentes cancerígenos, debía decir, que se veía sexy. Sus ojos estaban entrecerrados. Y quería morder ese relleno labio inferior. Era tan jodidamente sexy.
Landon: Ese soy yo en vivo.
Rana: Eso supuse. Vas a oler a cigarrillo cuando regreses con tu cita, y va a pensar que la dejaste para fumar.
Landon: Entonces le diré la verdad.
Rana: ¿Exactamente, cuál sería esa?
Landon: Que tengo deseos de una chica sin rostro con el cabello azabache, que acaba de enviarme una selfie de su trasero. Y que necesitaba tomarme un descanso de la película para mirar la foto de dicha chica. Y luego le diré que planeo irme a casa y masturbarme con la misma foto de mi preciosa amiga. ¿Qué tan honesto es?
Rana: No creo que eso salga muy bien.
Landon: LOL. Probablemente no. Por cierto, si hubiera un premio para el mejor trasero del planeta, creo que ganarías.
Rana: Gracias.
Landon: Los Tras-cars, en lugar de los Oscars. Ganarías el mejor tras-triz protagónico.
Rana: “Me gustaría agradecer a la Tracademia…”
Landon: ¡Joder, sí! LOL.
Rana: Vuelve con tu cita.
El teléfono empezó a vibrar. Estaba llamándome.
Contesté.
—Hola.
—Sólo unos minutos más —dijo—. Entonces… ¿estás celosa, eh? Creo que eso me gusta.
—¿Por qué? Es patético. Estoy aquí. Tú estás allá. No es como si pudiéramos salir ni nada. Tengo una enamoramiento por ti. Y pienso mucho en ti también. Y también de alguna forma estoy obsesionada con tu carro de comidas. Pero no es nada realista que algo pueda suceder entre nosotros.
—Pareces muy segura de eso.
—Tu vida está en california. La mía está aquí. Mi papá está aquí. Todo está aquí.
—Entonces, ¿por qué molestarse en enviarme una foto sexy?
—No lo sé. Yo…
—Porque quieres que te desee incluso si no podemos estar juntos. Bueno, ¿adivina qué? Funcionó. Ahora, yo tengo un enamoramiento por ti. ¿Quieres mi atención? la tienes. La tenías antes. Pero ahora, de verdad la tienes. —Exhaló—. Sabes, lo curioso es que, ni siquiera quería venir a esta cita. Quería quedarme en casa y hablar contigo y escuchar sobre tu loca y jodida serpiente y todas las otras cosas locas que salen de tu boca a diario. Algo ha estado pasando entre nosotros. Ni siquiera sabía cómo llamarlo porque sin una idea de cómo te veías, no podía llevarlo mentalmente al próximo nivel. Digo, no podía permitir enamorarme del marimacho de trece años en mi cabeza, ¿verdad? Era como conectar con algo borroso. Pero acabas de empujar eso a un lado, Rana. Lo has hecho real.
Esto estaba volviéndose real.
Una parte de mi quería volverse loca. La otra parte de mi quería saltar por el teléfono y besarlo.
Una mezcla de miedo y emoción me recorrió.
—Entonces, ¿qué significa eso?
—Significa que tengo un poco de esperanza de que tal vez me dejes verte algún día. Pero mientras tanto, significa que miraré está foto y me volveré un poco loco cada día que no pueda ver el resto.
Sonriendo como una tonta, dije:
—De verdad será mejor que vuelvas a la película.
Me sonrisa se desvaneció al darme cuenta que dejarlo volver a su cita era la última cosa que de verdad quería. Mi estómago estaba retorciéndose. Mis celos parecían muy injustos dadas mis autoimpuestas limitaciones. Pero no podía evitarlo.
Estuve en silencio por un rato antes de que él preguntara.
—¿Qué pasa, Rana?
Me sorprendía que incluso en nuestro silencio, pudiera sentir mi preocupación.
—¿Vas a acostarte con ella?
—¿Honestamente? Si esto entre nosotros no estuviera pasando ahora mismo, ese habría sido probablemente el caso. Creo que probablemente ella lo está esperando. Pero no puedo ver que nada suceda ahora… ya no. —Se detuvo—. ¿Eso te complace?
Me tragué mi orgullo, y respondí sin dudar.
—Sí.
—¿No quieres que me acueste con ella?
—No —susurré.
—Entonces, no lo haré.
El alivio me inundó.
—¿Cuándo es tu próxima noche libre? —preguntó.
—El próximo lunes.
—¿No me dejarás verte? Bien. Aun así quiero estar contigo en tu noche libre. Ten una cita virtual conmigo.
—¿Una cita virtual?
—Sí. Tendrá lugar por teléfono.
—Estás loco.
—Sí, y que me enviaras esta foto de tu trasero colgando afuera, fue lo que me empujo hasta el límite. Sólo soy un tipo que no puede dejar de pensar en una chica, y quiero llevarla a una cita. Ya que estás tan lejos, esta es la única forma en que puedo hacerlo. Así que… ¿tendrías una cita virtual conmigo?
¿Cómo podría decir que no?
—Voy a decir que sí, pero sólo porque tengo mucha curiosidad por ver que significa.
—Todavía no lo sé, pero va a ser asombrosa.
1: Sage: Es salvia en español.
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
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Re: Lectura #1 Noviembre 2017
Gracias! Me uno!
svenkok- Mensajes : 444
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Edad : 35
Localización : Puerto Rico
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
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