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Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
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Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
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El corazón de Lara se sentía como si fuera a explotar de su pecho en cualquier momento. Sus manos temblaban a los costados y se agarró de la camisa de Ryder mientras él los guiaba lejos de la refriega y fuera de peligro. Detrás de ellos, Samson se deslizó hacia un lado, aún un poco agitado y de mal humor. Un yip emocionado sonaba en algún lado cerca de ellos y Ryder gritó—: ¡Rodéalos, Pep!
Un destello de color oscuro se precipitó en la línea de visión de Lara y se volvió para ver a un perro negro con una banda blanca moteada alrededor de su cuello y hombros eludir a las vacas agitadas, pellizcando tobillos mientras las acorralaba en un grupo ordenado.
—Buena chica, Pepper —le dijo Ryder mientras la perra movía la cola, contenta con el cumplido—. Mantenlas moviéndose.
Pepper solo necesitó unos pocos momentos para traer orden al caos que Lara logró crear. Sus mejillas se sonrojaron con vergüenza mientras el brazo herido de Ryder se hallaba alrededor de su torso para sostener su cuerpo con fuerza contra el suyo. Genial. El perro de Ryder Blackwell es mejor ranchero que yo.
—Eso fue estúpido —declaró Lara sin mirar hacia atrás. Si tenía que admitir en su cara que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo dudaba que pudiera sobrevivir—. Debí saberlo mejor.
Su voz era un ronroneo bajo, sensual al lado de su oído cuando dijo—: Habilidades de rodeo, doc, seguro sabe cómo abrir una puerta.
No debería sentir su interior volverse gelatina cuando la llamó “doc”. Y de igual manera, no debería haber deseado recostarse y descansar su cabeza en su hombro. Lara se movió, las monturas no fueron hechas para más de un trasero después de todo, y solo consiguió acuñar su cuerpo entre la empuñadura y Ryder,
presionándose contra su ingle en una forma que la hizo muy consciente de que había un macho muy fornido justo detrás de ella.
Sí que los hacían crecer más grandes en Texas.
A pesar de la ropa que separaba su piel, Lara podía sentir cada músculo bien esculpido de su cuerpo y algo más. Su trasero rozó la bragueta con cada uno de los pasos de Dakota, creando una fricción que la hizo imaginar cómo se sentiría tener a Ryder Blackwell desnudo y empujando en ella desde atrás. Mucho para mantener su distancia. Solo había estado en el rancho por un poco más de una hora y ya se encontraba aplastada contra él y pensando en formas de estar aún más cerca.
Samson parecía haberse calmado, su modo de andar perezoso mientras caminaba detrás de ellos, pero Ryder todavía se aferraba a ella, un brazo protector alrededor de su cintura. Su cercanía hizo que la columna de Lara estuviera tan tiesa como un fideo cocido, y cuanto más tiempo pasaba así, más quería acomodarse y dejar que su cuerpo se amoldara al suyo. —Estoy bien para montar ahora. —Lástima que su voz no hiciera eco de la convicción de sus palabras—. No creo que debas preocuparte por mí empezando otra estampida. Parece que Pepper tiene la situación bajo control.
Sintió más que escuchar el profundo retumbar de la risa en el pecho de Ryder. Un temblor viajó a través de su cuerpo y se instaló abajo, en su núcleo. Lara se irguió en la silla, luchando para saltar hacia abajo antes de que lanzara la precaución al viento y se sentara a horcajadas sobre ese vaquero como lo hizo en su caballo. ¿Qué se hallaba mal con ella? Lara tenía que recordarse a sí misma que se encontraba aquí por una razón y solamente una: recuperar a October Sky así podría reconstruir el establo de su familia y su reputación.
Ryder Blackwell no figuraba en esa ecuación.
Como si fuera reacio a dejarla ir, sus dedos se deslizaron a través de su estómago mientras ella maniobraba una pierna sobre la empuñadura hasta que estuvo sentada de costado. El contacto envió deliciosos estremecimientos sobre su piel y su abdomen se apretó firmemente con lujuria.
—Dame tu mano.
La voz de Ryder era tan suave y rica como un bourbon de Kentucky, también casi tan embriagadora, porque todo lo que necesitó fueron un par de palabras en su oído para hacer que Lara se sintiera positivamente ebria. Extendió su mano derecha alrededor de su cuerpo y sus dedos le rozaron la palma antes de que él tomara su mano en la suya. Su respiración se detuvo en su pecho a la vez que sus ojos se encontraban, sus labios casi lo suficientemente cerca para un beso.
El rumor en el pueblo era que Ryder Blackwell podía darle un orgasmo a una mujer con solo sonreírle. Sus ojos se arrugaron en las esquinas mientras sus labios se extendieron en una sensual sonrisa y por primera vez desde que lo escuchó, Lara pensó que el rumor podría realmente ser cierto. —Cuidado por dónde pisas, doc. No puedo tener en reposo a mi nuevo apoyo en el rancho el primer día de trabajo.
Su cerebro se puso en blanco. No podía pensar en más que esa sonrisa, o la mirada caliente en sus ojos.
—Cierto —dijo después de un hechizo—. Y realmente no quisiera darle a las gallinas locales nada sobre lo que cacarear.
En lugar de dejarla ir, el agarre de Ryder alrededor de su muñeca se apretó aún más con esas palabras. Algo se endureció en su mirada e inclinó la cabeza a un lado mientras la contemplaba. —¿Es por eso que me has estado evadiendo? ¿Por qué estás preocupada de lo que la gente pueda decir sobre ti?
Su expresión era casi dolida y aunque desconcertaba a Lara verlo reaccionar de esta manera, ¿qué esperaba? —Oh, vamos, Ryder. Sabes que una vez que una mujer pasa la noche contigo, es la comidilla de la ciudad al día siguiente. Estoy tratando de construir un negocio aquí. Una buena reputación. Nadie me traerá sus animales si no me respetan. Ser una de tus conquistas no luce exactamente bien en un currículo.
Soltó su agarre y ella se deslizó de su caballo tan inesperadamente que casi no aterrizó sobre sus pies. —¿Qué demonios te importa lo que la gente diga, de todas formas? Y además, a menos que seas tú la que planea difundir el rumor, ¿por qué alguien más necesita saber lo que haces en tu tiempo libre?
Lara sacudió sus manos contra sus pantalones como si pudiera desvanecer la persistente sensación del toque de Ryder y caminó majestuosamente hacia Samson, tomando sus riendas. —¿Estás insinuando que correría alrededor del pueblo y haría
alarde de haber pasado la noche contigo? —Como si una noche con Ryder Blackwell fuera como ganar un lazo azul en la feria del estado.
—Tú lo has dicho, doc. Porque te puedo garantizar que cualquier historia de lo que pasa en la privacidad de mi propio dormitorio no es propagada por mí.
Sí, claro. ¿Qué hombre no presume sobre sus conquistas? Especialmente uno con los derechos de alardear que supuestamente tenía Ryder. —Sabiendo el daño que causaría, ¿qué mujer en su sano juicio iría alrededor de todo el pueblo cotilleando sobre haber conectado contigo por una noche? —Podría haber sonado incrédula, pero Lara tenía que admitir que la queja más grande que había sobre Ryder de sus antiguas citas era que raramente llamaba una segunda vez. Y aunque fuera totalmente injusto poner toda la culpa sobre sus pies, se ocupan dos para el tango, después de todo, Lara necesitaba cualquier débil excusa que pudiera reunir para mantener su distancia.
Se arrastró a sí misma en la silla de montar y puso sus talones en los flancos de Samson para impulsarlo a la acción. Salió en un trote y detrás de ella, escuchó a Ryder instar a Dakota para alcanzarla. En cuestión de segundos estaba cabalgando a su lado, su expresión un escalón debajo de salirle vapor de las orejas. —Yo no beso y cuento, doc. Lo que hago en mi habitación es asunto mío y de nadie más. Incluyéndote a ti. Pero no puedo controlar lo que la gente dice de mí y tampoco voy a tratar.
No, no era asunto suyo. Aun así, no pudo evitar la punzada de celos que tiraba de sus emociones en una dirección en la que no se encontraba exactamente encantada. ¿Era realmente el chisme lo que la molestaba tanto o la cadena de mujeres que vinieron antes que ella, todas compitiendo por siquiera un pedazo del afecto de Ryder? Él nunca se quedaba mucho tiempo con una mujer, y hasta donde sabía, nunca tuvo una relación seria. Lara, sin embargo, no quería ser simplemente otra mujer que caminara a través de la puerta giratoria de su dormitorio.
—Ya sabes —replicó Ryder mientras cabalgaba adelante—, no puedo evitar que las mujeres se sientan atraídas hacia mí. O sentirme atraído hacia ellas. ¿Debería convertirme en una especia de ermitaño, abandonar a todas las mujeres solo por apaciguar a las gallinas cacareando como tú las has llamado?
Sí, ¡maldita sea! Lara no sabía por qué estaba tan nerviosa, ¿pero era mucho pedir que no se pavoneara tanto por el pueblo? El hecho de que quería a Ryder a
pesar de su propio pasado difícil, y a pesar de lo que se hallaba tratando de hacer por su futuro, era razón suficiente para mantenerlo a un brazo de distancia. Era un pensamiento irracional, seguro. Estaba asustada de sus muchas invitaciones porque no quería quererlo. Eso tampoco quería decir que no quisiera que otra mujer lo tuviera. —Solo me pregunto si vale la pena, es todo. ¿Merece tu reputación unos cuantos ligues de una noche sin sentido?
***
Por Dios, lo era si eso significaba tener a una mujer como ella solo para él. Nada sobre Lara Montgomery era sin sentido, sin embargo, y se iba a asegurar de que ella se diera cuenta de eso para el final del fin de semana. Se hallaba tratando de enemistarse con él, erigir un muro entre ellos. Pero no la iba a dejar hacerlo. Lara podría empujar sus botones todo lo que quisiera porque se aseguraría de empujarlos de vuelta.
—Tal vez tienes miedo —señaló Ryder mientras dirigía a Dakota alrededor de la manada para empujarla en el corral.
—¿Miedo de qué? —lo desafió.
—De reconocer que alguien podría quererte lo suficiente como para que no le importe una mierda nada más que no sea tenerte toda para él.
Lara acercó a Samson hasta detenerse a su lado y dijo—: No quiero un hombre para que me posea, Ryder. Me he hartado de hombres que no pueden decir la diferencia entre querer a una mujer y tratarla como una posesión.
Sus palabras sombrías lo hicieron detenerse y Ryder se sentó a horcajadas de Dakota, mirando mientras ella llevaba a Samson hacia los establos. El miedo detrás de los ojos azules de Lara era real, como lo era el leve temblor en su voz cuando habló. No fue Ryder quien la asustó, pero algo, o tal vez alguien, más dragó recuerdos que era obvio Lara hubiera preferido olvidar.
¿Cómo podría convencerla de que su interés no tenía nada que ver con pequeñas conquistas o “poseerla”? En todo caso, ella lo poseía. Demonios, gastó miles de dólares en un caballo por el que no tenía absolutamente ningún uso solo
para tenerla aquí. Era dueña de cada uno de sus pensamientos al despertar e incluso de su cuerpo, el cual le respondía en formas en que ninguna otra mujer logró engatusarlo. Con nada más que una mirada Lara podía despertar cada nervio del cuerpo de Ryder. ¿Poseerla? No era posesión cuando te entregas a ti mismo libremente. E iba a hacer todo lo que estuviera en su poder para hacerle ver eso.
Ryder decidió darle unos momentos antes de dirigirse después de Lara al establo. A pesar de que ella había pensado hacer una gran revelación dejándolo entrar en los detalles no tan secretos de su vida amorosa, era muy consciente de lo que la gente decía sobre él en el pueblo. Así como las mujeres con las que estuvo. Uno pensaría que se ganaron un trofeo, el marcador más alto en la escala Boone and Crockett, por la forma en que hablaban de él. Y mientras que nunca dejó que los rumores llegaran a él, se preguntó ¿qué provocaría a estas mujeres a compartir sus hazañas sexuales tan salazmente con quien quisiera escucharlas?
Uno de los inconvenientes de tener dinero: nunca sabías realmente quién te quería por ti o por lo que se encontraba asentado en tu cuenta bancaria.
Tal vez es por eso hacía toda clase de saltos a través de aros de fuego para atraer la atención de Lara. No era una tonta seguidora vaquera, como las mujeres que frecuentaban los rodeos con la esperanza de conseguir un jinete o un montador de toros. Y a diferencia de las de la alta sociedad, quienes le deslizaban las llaves de habitaciones en cualquier evento ostentoso en que se encontrara, ella no lo veía como una diversión para cualquier aburrimiento que sufriera. Si quería su dinero, como cualquier otra caza fortunas, hubiera saltado sobre su polla la primera vez que la invitó a salir.
Lara era hermosa, luchadora e inteligente. Ferozmente independiente y un poco terca. Ryder la quería no solo por esas cosas, sino porque no quería absolutamente nada de él. Fue al límite de lo perverso que se hubiera salido de su camino para comprar a October, dándole a Lara una razón para querer algo de él cuando eso era lo que le molestaba en cualquier otra mujer. Sin embargo, al diablo con ello. Había empezado este camino. No tenía más opción que seguirlo hasta el final.
Saltó fuera de Dakota y lo tomó por las riendas, llevando al caballo hacia el establo. A través de las grandes puertas del granero, vio a Lara de pie cerca de uno de
los puestos con Samson. El potro estampaba una pata en el suelo y Lara susurraba junto a su oído mientras le acariciaba el hocico. El caballo soltó un resoplido de aliento y Lara se rió, el sonido vibrando a lo largo de la columna de Ryder e infundiéndole una calidez que lo impulsó a cerrar el espacio entre ellos. Dakota resopló como burlándose de Ryder por su sensiblería. Estúpido caballo. Lara ladeó su cabeza hacia el sonido, pero por lo demás no dio ninguna otra señal de reconocer la presencia de Ryder.
Su indiferencia lo hizo querer agarrarla en sus brazos. Los labios de Lara prácticamente rogaban ser besados, en un obstinado puchero. Cada curva de su cuerpo llamándolo, innumerables secretos para que descubra y explore. Quizás lo que ella necesitaba era un hombre que conociera su cuerpo para enseñarle lo bien que se podría sentir. Y maldita sea, él iba a ser el hombre que lo hiciera.
'Sra. Maddox!
micafp_2530- Mensajes : 1884
Fecha de inscripción : 26/02/2017
Edad : 30
Localización : Entre las páginas de un libro...
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
JEJEJEJ ME ENCANTA LARA MUY INTELIGENTE, SABE LO QUE QUIERE Y RYDER LO SIENTO MUCHACHO PERO YA CAÍSTE CON ELLA TE VA A TOCAR ESFORZARSE Y DEMOSTRAR QUE ERES EL HOMBRE PINTADO PARA ELLA.
ESPERO QUE SE ABRA Y LE CUENTE DE SU PASADO HAY ALGO TURBIO HAY.
GRACIAS MICA
ESPERO QUE SE ABRA Y LE CUENTE DE SU PASADO HAY ALGO TURBIO HAY.
GRACIAS MICA
mariateresa- Mensajes : 1841
Fecha de inscripción : 10/01/2017
Edad : 47
Localización : CHILE
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
mmm Ryder tendrá que trabajar más en convencerla, Lara sabe perfectamente que es lo que quiere, y entre ello no está ser la comidilla del pueblo. Algo fuerte tuvo que haberle pasado para no aceptar que la controlen o posean.
Hay que seguir leyendo.....
Hay que seguir leyendo.....
yiniva- Mensajes : 4916
Fecha de inscripción : 26/04/2017
Edad : 33
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
Bueno hasta ahora tenemos, no a un millonario, sino a un bilonario!!! y aparte de eso un vaquero que esta tan calienta como el infierno!!!!
QUe quiere meter a la cama a nuestra prota, pero de repente comienza a tener pensamientos posesivos!!
Y esta Lara, la veterinaria, nuestra prota, hasta ahora con mucha voluntad, porque la tensión entre ellos esta por explotaR!!!
QUe quiere meter a la cama a nuestra prota, pero de repente comienza a tener pensamientos posesivos!!
Y esta Lara, la veterinaria, nuestra prota, hasta ahora con mucha voluntad, porque la tensión entre ellos esta por explotaR!!!
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
Jummm!! Ryder está decidido a tenerla y Lara se preocupa de ser una muesca más en su cama y del qué dirán las "gallinas" del pueblo... Habrá que ver cuánto puede resistirse porque entre ellos saltan chispas!!
Me intriga saber más de su pasado, saber quién fue que la trató como una posesión y la hirió así como para que ahora no quiera saber nada de nada...
Gracias por el capi!!!
Me intriga saber más de su pasado, saber quién fue que la trató como una posesión y la hirió así como para que ahora no quiera saber nada de nada...
Gracias por el capi!!!
LuVelitta- Mensajes : 3002
Fecha de inscripción : 28/08/2016
Edad : 35
Localización : Perdida en el medio de la nada...
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
Mis disculpas, hasta ahora me pongo al día.
Siento que Ryder más que encaprichado está enamorado de Lara, por ser diferente. Lara está que se muere por darse un gusto con él;pero algo que vivió la detiene más que los chismes de las mujeres del pueblo.
Gracias por la lectura esta muy interezante
Siento que Ryder más que encaprichado está enamorado de Lara, por ser diferente. Lara está que se muere por darse un gusto con él;pero algo que vivió la detiene más que los chismes de las mujeres del pueblo.
Gracias por la lectura esta muy interezante
morena- Mensajes : 160
Fecha de inscripción : 22/12/2016
Edad : 58
Localización : Nicaragua
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
III
Uff!!! Vaya que Lara sabe lo que quiere no solo a October, también quiere mas de un paseíto en ese caballo pura sangre llamado Ryder, todo o nada yo también diría lo mismo :Whip:mientras que las gallinas hablen...
Uff!!! Vaya que Lara sabe lo que quiere no solo a October, también quiere mas de un paseíto en ese caballo pura sangre llamado Ryder, todo o nada yo también diría lo mismo :Whip:mientras que las gallinas hablen...
citlalic_mm- Mensajes : 978
Fecha de inscripción : 04/10/2016
Edad : 41
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
Pasen a votar por favor
https://bookqueen.forosactivos.net/t2799-que-tema-quieres-leer-en-junio#136505
Maga- Mensajes : 3549
Fecha de inscripción : 26/01/2016
Edad : 37
Localización : en mi mundo
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
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Lara sacó la silla de montar de la espalda de Samson, y la colgó en un soporte en el establo. Sin darse la vuelta para enfrentar a Ryder dijo—: Mira, voy a seguir tu juego, por cualquier razón, pero eso no significa que tengo que sentarme y permitir que me humilles.
—Esto no tiene nada que ver con humillación —dijo Ryder casi arrastrando las palabras—. Doc, todo lo que te di fue honestidad. En primer lugar, debiste haberme dicho si no creías que podías lidiar con una respuesta sincera. Tal vez se encontraba en lo cierto. Maldito sea. Desabrochó las riendas de Samson y las colgó en un gancho antes de darle a su parte trasera una palmadita y enviarlo hacia la manada. La verdad en las palabras de Ryder hería. ¿Pero por qué? Conocía su reputación, había escuchado todas las historias acerca de sus apetitos sexuales insaciables y el número de mujeres que terminaron en su cama. Entonces, ¿por qué ahora, cuando no tenía ninguna intención de ser víctima de sus propios deseos, le importaba una mierda con quién y cuándo se acostaba? —Esta fue una idea estúpida y jamás debí haber accedido a esto. —Se desabrochó su camisa y ya lamentaba que estuviera a punto de devolvérsela. El olor a cuero, heno recién cortado y algo más„ un olor imperecedero que era cien por ciento masculino se aferraba a la prenda. Quería llevarse esa maldita camisa a casa y dormir con ella. Vivir en ella. Dejarse seducir por la esencia de Ryder hasta que desgastara la jodida cosa y dejarla en hilos. Dios, era patética. —Lara, maldita sea, ¿podrías dejar de ser tan terca y bajarte de tu caballo tan alto un minuto tal vez? —Ryder lanzó la montura de Dakota en el piso en un montón
de metal enredado y cuero mientras caminaba hacia ella, sus ojos oscuros ardiendo con un calor que le robó a Lara su aliento. —No estoy siendo terca. Estoy siendo práctica. ¿Sabes lo que la gente va a decir sobre mí el lunes, cuando descubran que pasé aquí el fin de semana? —Te lo dije, me importa una mierda lo que la gente diga —escupió Ryder—. Jamás me ha importado. Cerró la distancia entre ellos hasta que solo un cabello los separaba. El calor emanando de su cuerpo sacudió su piel y un temblor de necesidad hizo estremecer a Lara hasta sus cimientos. Una oleada de humedad se propagó entre sus muslos. Era casi humillante cuán lista se encontraba para él. Cuánto le dolía por tener a Ryder Blackwell en su interior. No era mejor que ninguna de las otras mujeres que descaradamente lo perseguían. Pero estaría condenada si alguna vez rogaba por su atención. —Por supuesto que no te importa. —Lara trató de infundirle a su voz algo de convicción pero todo lo que deseaba en este momento era someterse. Hacer cualquier cosa que le pidiera—. Puedes darte el lujo de que no te importe. Pase lo que pase este fin de semana, seguirás siendo el legendario Ryder Blackwell. Y yo no seré nada más que otra muesca en el poste de tu cama. Él levantó su mano y con su dedo índice, le quitó el sombrero de su cabeza. Este cayó en algún lugar detrás de ella, pero Lara no pudo preocuparse en mirar. Sus ojos la tenían cautivada, esa mirada, tan intensa que envió un escalofrío agradable por su piel. —Doc, no voy a mentirme. He querido cogerte desde el momento que posé mis ojos en ti. Pero eres más que una muesca en cualquier poste de cama de un hombre. Bueno. Eso fue„ directo. Lara intentó tragar saliva, pero encontró a su boca demasiado seca. Ryder era conocido por su actitud de sin-ninguna-restricción. Solo que jamás esperó verla tan de cerca y personal. —Ryder„ —Las palabras murieron en su lengua cuando él llegó y le sacó la camisa por sus hombros. La piel de gallina estalló por todo su cuerpo mientras sus dedos callosos dejaron un camino ardiente por sus brazos y se envolvieron alrededor de sus muñecas.
Dio un paso hacia adelante y Lara instintivamente dio un paso atrás. Y luego otro. Su respiración se aceleró en su pecho mientras continuaba enviándola hacia atrás hasta que su espalda hizo contacto con la pared de madera áspera detrás de ella. El establo desocupado estaba a oscuras y el olor de la paja recién puesta invadió sus fosas nasales. Su agarre firme en sus muñecas, Ryder le levantó sus brazos por encima de su cabeza y los sujetó allí con una gran mano al tiempo que rozaba su cuerpo contra el de ella. Cada centímetro del cuerpo de Lara se hizo muy consciente. Sus pezones se tensaron, presionándose contra la tela suave de algodón de su sostén. Su piel se estremeció cuando Ryder se inclinó hacia ella, su cálido aliento acariciando su garganta. Su propia respiración llegó a sus pantalones bajos y se quedó inmóvil, con sus manos colocadas por encima, mientras esperaba a que él hiciera su siguiente movimiento. ¿Qué estás haciendo? Deberías detenerlo. Ahora. Antes de que no te quede ni un ápice de dignidad. Sus labios se colocaron en el punto de su pulso, sus dientes rozaron su piel y de repente, la dignidad no parecía importante para nada. —Ya sabes, puedes decirme que me detenga. —La voz de Ryder fue un gruñido ronco que vibró por su cuerpo. El agarre en sus muñecas permaneció firme, como si no tuviera intención de dejarla ir, mientras su mano libre se abría camino entre ellos para ahuecar su seno a través de su camisa—. Pero no creo que quieras hacerlo. —Su pulgar rozó su pezón ya tenso y Lara gimió cuando una oleada de calor se esparció entre sus muslos. La dura longitud de su erección presionaba contra sus pantalones y contra su estómago y todos los pensamientos racionales abandonaron su cabeza como si fueran aspirados por el vacío. Se arqueó contra él mientras sus dedos se movieron a su otro pecho, jugueteando con su pezón a través de la tela hasta un punto doloroso. Lara mordió su labio inferior para evitar gemir, pero solo porque sabía que eso era lo que Ryder deseaba de ella. Hacerla gemir, lloriquear y rogar por su atención. Y no iba a darle esa satisfacción. Él continuó su camino sin prisas, su boca una marca en su piel mientras mordisqueaba la piel redondeada e hinchada por encima del escote de su camisa. La respiración de Lara se aceleró en su pecho al tiempo que su mano libre abandonaba su pecho y se arrastraba hacia abajo, por encima de sus costillas y su estómago hasta
la cintura de sus vaqueros. Su mirada clavada en la suya y una de las comisuras de su boca se elevó en una sonrisa de satisfacción mientras desabrochaba el botón y bajaba su cremallera, sus brazos aún enjaulados por encima de ella. Aunque no podía hacer nada para detenerlo, de ninguna manera se encontraba inmovilizada en contra de su voluntad, la pura emoción que sentía al estar sostenida de esa forma no se parecía a nada que hubiera experimentando alguna vez en su vida. La lengua de Ryder tiró de su labio inferior, un movimiento lento y lánguido como si estuviera saboreando algo delicioso, y el mirarlo hizo que las rodillas de Lara se debilitaran. Su mano derecha se deslizó más allá de sus vaqueros y se zambulló en su ropa interior, y cuando su dedo se deslizó entre sus pliegues resbaladizos, casi se vino para él justo en ese preciso momento. —Doc, ¿toda esa dulce miel es para mí? —preguntó cerca de su oído. Presionó su cuerpo con el de ella mientras sus dedos bailaban por su clítoris, cada pasada enviando una sensación de sacudida zumbando a través de su cuerpo—. Mmm„ —Lara se estremeció al tiempo que sus labios rozaron su oreja, su aliento caliente con su propia respiración dificultosa—. Te sientes tan jodidamente bien. Tan resbaladiza y suave. Podría acariciarte todo el día de esta forma. Eso sonaba como un buen maldito plan. Estuvo tan fuertemente enroscada como un resorte por meses, mirando por encima de su hombro, preocupada por cosas que no se hallaban en su poder para arreglar. Perder a October había sido el colmo, y al momento que sintió que las paredes de su vida se cerraban como una celda de la prisión, Ryder Blackwell se abalanzó para liberarla. Lara jadeó al tiempo que él rodeó su brote hinchado, aplicando la perfecta cantidad de presión antes de dar marcha atrás. ¿El precio de esta libertad sería algo que se encontraba dispuesta a pagar?
***
Buen Dios en el cielo, la mujer era la perfección. Ryder respiró profundamente, llevando su aroma a sus pulmones y sosteniéndolo allí. Ella tomó su labio inferior entre sus dientes y se arqueó ante su toque, pero pudo notar que se
estaba refrenando y eso no era lo que deseaba de ella. Ryder quería escucharla gemir, gritar su nombre mientras se venía. Y el hecho de que mantuviera un control tan firme en sí misma, lo hizo más decidido que nunca para desentrañarla. Después de todo, tenía una reputación con la que debía estar a la altura. Se retorció por debajo de él, sus manos relajándose y contrayéndose en puños en su agarre. La mantuvo inmovilizada en la pared, negándose a sí mismo cualquier placer física mientras frotaba ese nudo de nervios hinchado en su centro. El juego era uno que disfrutaba, entusiasmándose al tiempo que se negaba lo que deseaba hasta que no pudiera soportarlo por más tiempo. Y lo que deseaba más que nada era las manos de Lara sobre él, esos dedos suyos suaves envueltos firmemente alrededor de su polla mientras lo guiaba a su resbaladizo calor dulce que en estos momentos goteaba en sus dedos. Santo infierno, casi pudo estallar solo por pensar en ello. Se apartó para que así pudiera asimilar su expresión mientras la tocaba. Los ojos azules de Lara se encontraban intensamente entornados antes de que se cerraran, sus pestañas oscuras cerradas en abanico contra sus mejillas sonrojadas. Llevó su labio inferior entre sus dientes, obviamente determinada a no gritar, pero Ryder no iba a permitir que eso ocurriera. La engatusaría para que soltara esos dulces sonidos de lloriqueo aún si tenía que mantenerla contra esta pared todo el maldito día. —Abre tus ojos —le ordenó, sin tolerar ningún argumento. A pesar de encontrarse conmocionada por lo que le dijo que hiciera, sus ojos se abrieron de golpe, fuego azul ardiendo en sus profundidades. Pero no discutió, ni siquiera lanzó un chillido de protesta. Lo deseaba de esta forma. Si no lo hacía, le habría dicho que se fuera al infierno al segundo que la apoyó contra la pared del establo. Una sonrisa lenta apareció en sus labios mientras bloqueaba su mirada con la suya y lentamente aflojaba la presión, burlándose de su clítoris con trazos ligeros como una pluma que la llevaría cerca del borde sin enviarla más allá de este. Su respiración se hizo trabajosa en su pecho y se inclinó sobre ella, mordiendo un pezón tenso a través de la tela de su camisa. Ella contuvo un gemido de sorpresa y su polla palpitó casi dolorosamente por el sonido. No pasaría mucho tiempo antes de que la tuviera gimiendo de placer.
Se apartó un poco más, y ella presionó sus caderas contra su mano en señal de frustración. Ryder se inclinó, su mirada fija en la de Lara, tan cerca que sus labios casi se tocaban. —Doc, no voy a dejarte venir hasta que te escuche. Puedo tenerte de esta forma hasta que estés muriendo para que termine contigo. No tomaría mucho. Ya se hallaba cerca, su cuerpo vibrando contra el suyo con cada golpe suave de su dedo. Ella instó a sus caderas hacia su mano, deslizando su clítoris contra él, pero metió su rodilla entre ellas, apoyando su pierna en la suya. Él deseaba sumergir su dedo en su interior, sentir la fuerte constricción de su canal, pero se negó a sí mismo incluso ese pequeño placer. Deseaba dejarla saciada pero con ganas de más. Porque en cuanto a él se refería, solo estaban empezando. —Dime que deseas más —gruñó Ryder junto a su oído. Su respiración se hizo más desigual mientras él incrementaba la presión, deslizando su dedo a través de sus pliegues y sin llegar a entrar en su interior. El cuerpo de Lara se tensó al tiempo que él se apartaba, burlándose de ella con un golpe ligero como una pluma. —Dímelo. De nuevo repitió los movimientos y los labios carnosos de Lara se entreabrieron en una O silenciosa que hizo que quisiera besarla hasta que ninguno de los dos pudiera respirar. Pero se contuvo, su propio sistema de retención bien practicado manteniéndolo en control de la situación y de sí mismo. Rodeó su entrada con la yema de su dedo, tocando la piel muy sensibilizada y sus rodillas se doblaron al tiempo que dejaba escapar un gemido no más audible que un susurro. Lo excitaba más allá del punto de la razón. Sus compañeras anteriores habían cedido tan fácilmente, jugando para su beneficio, solo para ceder después de unos momentos. Pero Lara era diferente. Su voluntad rivalizaba con la suya y Ryder no podía esperar ver a dónde llevaría el fin de semana. —Doc, vamos. Dime que lo deseas y te dejaré venir. Es así de simple. Sus ojos encontraron los suyos, las profundidades azules brillantes ardiendo con fuego. —Si crees que te daré la satisfacción de escucharme rogar, tienes que pensar en otra cosa Blackwell. —Su voz era un ronco ronroneo que se disparó directamente a sus bolas, apretándolas dolorosamente.
La urgencia de abrir su bragueta y retumbar en su interior era casi demasiado fuerte para resistirse. Y mientras que Ryder no había sido tímido acerca de coger sin preservativo en su pasado más salvaje, no iba a arruinar sus oportunidades con Lara por tirar una cana al aire. La respetaba demasiado para hacer eso. Pero, Dios, lo mucho que quería enterrarse a sí mismo profundamente en su interior, follarla contra la pared hasta que estuviera loca de placer y gritando cualquier jodida cosa que él deseara que gritara. —No quiero que ruegues —dijo, rozando sus dientes contra su garganta—. Quiero que me digas que me deseas. Y entonces, te lo daré. Besó su mandíbula, su garganta, la turgencia de sus pechos, pero se contuvo de reclamar su boca como deseaba. Lara arqueó su cuello, descansó su cabeza en la pared detrás de ella y un gemido suave, casi de resignación salió de su garganta. — Lo que deseo —dijo sin mirarlo—, es que dejes de jugar y me hagas venir. La simple orden casi lo hizo caer de rodillas. Nadie se atrevía a darle órdenes, no a él, Ryder Blackwell. Era tratado con un cierto nivel de respeto y algunas veces con miedo porque era un hombre astuto de negocios e iba tras lo que deseaba. Y las mujeres con las que estuvo„ bueno, vieron nada más que una oportunidad de meter sus manos en su billetera. Se volteaban y rogaban. Encantadas. Pero Lara no. Ella se negaba a rogar por cualquier cosa. No le importaba una mierda su dinero ni su reputación. Y era por eso que la deseaba más que a cualquier otra mujer que alguna vez conoció. Se encargó en serio de su brote rígido, deslizando sus dedos en su piel, haciendo círculos pequeños. Lara dejó salir un gemido largo e interminable, el sonido tan malditamente dulce que un agradable escalofrío sacudió el cuerpo de Ryder. Sus músculos se pusieron rígidos como roca contra él, y luego se derritió con su liberación mientras presionada sus caderas en su mano, gritando una y otra vez al tiempo que se venía. Ryder la bajó lentamente, dándole caricias dulces y ligeras. Aflojó su agarre de sus muñecas mientras ella se relajaba contra él, aferrándose a sus hombros en busca de soporte mientras su respiración se aceleraba en su pecho. —Oh por Dios. —Las palabras fueron a penas un susurro, pero su respiración cálida contra su cuello calentó la sangre de Ryder hasta el punto de ebullición. No podía esperar a hacerlo de nuevo, una batalla de voluntades que terminaban con ella
dulce y dispuesta en sus brazos. Levantó su cabeza de su hombro, en alerta—. ¿Escuchaste eso? El sonido de unos neumáticos crujiendo en la grava fue seguido por la puerta de un auto cerrada de un golpe. Una voz femenina agitada gritó—: Ryder Blackwell, ¿en dónde demonios te encuentras? —Y él gruñó en el cabello de Lara. —¿Quién es esa? —preguntó, su tono justo al norte de horrorizada. Se apartó para darle una sonrisa y se encogió de hombros. —Mi madre.
'Sra. Maddox!
micafp_2530- Mensajes : 1884
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Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
Qué momento menos oportuno para que llegara la madre!
LuVelitta- Mensajes : 3002
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Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
Valla,valla ja,ja no le costo mucho a Ryder después de todo, poco a poco va a lograr convencer a Lara. Vamos a ver que pasa ahora que llegó su mamá.
yiniva- Mensajes : 4916
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Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
El control se esta apagando!! Ay laraaaa!!
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
IV
Que forma de calentar motores ehhh , ella no quería, no quería pero bien que cedió jajaj , puro fuego entre esos dos, lastima que llego la suegra.
Que forma de calentar motores ehhh , ella no quería, no quería pero bien que cedió jajaj , puro fuego entre esos dos, lastima que llego la suegra.
citlalic_mm- Mensajes : 978
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Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
5
Señor ten piedad. A pesar del hecho de que había sido atrapada, literalmente con los pantalones abajo, Lara no podía evitar encontrar divertido ver al oh-tan-duro Ryder saltar a la atención como un ternero díscolo al sonido del grito de su mamá. Y esa sonrisa culpable, infantil que le dirigió antes de escaparse fuera del establo„ casi se vino de nuevo por verla.
Demasiado para mantenerlo a la distancia de un brazo.
Lara prometió no dejar que Ryder Blackwell llegara a ella, como lo hizo con tantas otras, pero ahora que se hallaba aquí a solas con él, lo encontró demasiado difícil de resistir. Como lo demostraba el orgasmo alucinante que le dio. Había oído los rumores de que sabía cómo complacer a una mujer. De hecho, historias de la atención prestada a sus amantes eran prácticamente la materia de la leyenda. Y cuando se trataba de su propio placer, Ryder era conocido por ir directo al grano. Lara, hoy ciertamente se encontró cara a cara con parte de esa leyenda. Mientras trataba de lucir presentable, se cuestionó su restricción. Podía sentir su erección a través de la tela ajustada de sus vaqueros, vio la evidencia de su excitación ardiendo en su mirada, y escuchó la intensidad de ella en su voz.
¿Por qué se contuvo? ¿Fue para añadir insulto a la herida? ¿Quitarle a October y luego burlarse de ella con sus proezas sexuales? No. Si ese fuera el caso, su única preocupación hubiera sido conseguir su liberación, no al revés. Tal vez había algo más en Ryder Blackwell que los rumores que circulaban por el pueblo. Mientras se dirigía fuera del establo, una sonrisa curvó los labios de Lara. Ella tenía todo el fin de semana para averiguarlo, ¿o no?
—Jason se detuvo en casa esta mañana de camino a Dallas. También me dijo algunas cosas. Ryder James Blackwell, ¿compraste un caballo en la subasta de esta mañana solo para fastidiar a esa pobre pequeña chica?
Mientras Lara se acercaba, se tragó la risa que amenazaba. Un hombre estaba
en serios problemas cuando su madre lo llamaba por sus tres nombres, y viendo a Ryder de casi treinta años encogerse en la presencia de su madre era una visión que apreciaría por las siguientes semanas.
—Jase tiene una boca grande —se quejó Ryder, lanzando una tímida sonrisa a Lara. Su pecho se hinchó con emoción por la sinceridad de su expresión y no puedo evitar sonreírle de vuelta—. Y soy un hombre mayor, mamá. Si quiero comprar un caballo en una subasta, cualquier caballo, lo haré.
—¡Pff! —Su madre le dio un manotazo y Ryder saltó hacia atrás apenas esquivando la mano de su madre—. Necesitas un pura sangre como necesitas un hoyo en tu cabeza, hijo. ¿Qué estás tramando?
—Aparentemente —dijo Lara mientras se acercaba—, está entrando en el negocio de la crianza de caballos.
—Bueno. Doctora Montgomery, espero que esté aquí para patear su trasero — dijo la madre de Ryder con una sonrisa. Ella se lo recordaba: mismos ojos café claros y rasgos inteligentes—. Soy Rayanne Blackwell, por cierto.
Lara extendió y estrechó su mano, tratando de no dejar a su mirada vagar hacia Ryder como parecía que quería hacer sin control. —Un placer conocerla, señora Blackwell.
—Por favor. Llámame Rayanne o nada en absoluto.
También era bastante evidente de dónde Ryder obtuvo su encanto. —Muy bien, entonces. Rayanne.
—Vale, ya que estoy aquí, podrías enseñarme de qué trata todo el alboroto. — Se dirigió a los establos y Ryder trotó para alcanzarla.
—October está en el corral —dijo, girándola de los hombros para dirigirla en la dirección correcta—. Por aquí.
—Vaya —dijo con una exhalación—. Qué tenemos aquí. Ella es una yegua hermosa, ¿cierto?
Rayanne se acercó a la valla, chasqueando la lengua y arrullando a October
Sky. Una punzada de pesar se disparó a través del pecho de Lara. ¿Qué si perdía la apuesta con Ryder? ¿Y qué si, aún a pesar de lo que pasó entre ellos, él se negaba a venderle la yegua? Lara no podía soportar la idea de perder a October. No cuando trabajó tan duro para comprarla.
—Así que, dígame, Dra. Montgomery, ¿por qué tenía su ojo en esta particular yegua? —Había algo en la forma en que Rayanne hizo la pregunta, como si ya supiera la respuesta pero quería que Lara lo dijera para el beneficio de alguien más. ¿Quizás Ryder?
—Primero, si te llamo Rayanne, será mejor que me digas Lara. —Rayanne le hizo un guiño y ella continuó—: October Sky es descendiente de Diamond Dancer. —Desde detrás de ella, escuchó a Ryder acercarse y se colocó al lado de su madre, apoyando los brazos en el poste de la cerca mientras miraba a October trotar alrededor del corral.
—Él ganó la Triple Crown, ¿verdad? —preguntó Rayanne.
—Dos veces —dijo Lara con orgullo—. Mi abuelo era dueño de los establos que lo criaron. Y a algunos otros que han hecho nombre por sí mismos también. En un tiempo, la gente venía de todas partes del mundo para comprar sus caballos.
—Yo diría que ese es un hecho muy interesante, ¿cierto hijo?
Ryder no contestó, simplemente asintió. Sus ojos encontraron los de Lara, el ceño fruncido mientras la estudiaba. Se preguntó qué pensaría de ella sobre el resto de la triste historia de su familia.
—Entonces, ¿qué pasó con los establos de tu abuelito, Lara? —continuó Rayanne.
—Resumiendo —dijo Lara mientras levantaba su mirada lejos de la de Ryder—, confió en la persona equivocada y lo perdió todo. Su rancho, su medio de vida, y hasta el último caballo en su caballeriza. Ahorré para comprar a October, así podría reconstruir su legado. Tal vez incluso redimir el nombre de mi familia.
—Cariño —Rayanne puso una mano confortadora en el hombro de Lara—, no es tu nombre lo que hace quién eres. Y no olvides eso.
Los labios de Lara se arquearon en una media sonrisa. Si eso no era la lógica de una madre ranchera, no sabía lo que era. Esas mismas palabras vinieron de su propia madre o abuela. Solo deseaba creerlas. Si Rayanne sabía la historia de su familia, y quién sabe, tal vez lo hacía, entonces ella sabía cómo la gente trató a su familia, después de que todos supieran que los entrenadores en el establo inyectaron esteroides a los caballos, sin mencionar crear registros de reproducción y fabricar linajes. En esencia, estaban vendiendo malas reservas por mucho dinero. En el momento en que todo salió, su abuelo era demasiado viejo para tomar un rol activo en las caballerizas, y no podía arreglar el daño. Cuando todo estuvo dicho y hecho, fue forzado a responder a muchas demandas y tuvo que venderlo todo para pagar los muchos juicios.
—Algunas veces —respondió Lara—, tu nombre y reputación van unidos, es todo lo que tienes.
—¿Qué piensas de eso, Ryder? —preguntó Rayanne, volviendo su rostro hacia su hijo—. ¿Crees que una persona debe ser juzgada por su nombre y la reputación enganchada a él?
Lara tuvo la sensación de que Rayanne Blackwell era el tipo de mujer a la que le gustaba señalar lecciones de vida a escondidas. Y mientras sentía que Rayanne la manipuló para contar su historia para beneficio de su hijo, del mismo modo, había algo en sus palabras dirigidas a Ryder que la hicieron creer que quería que Lara también supiera algo sobre los Blackwells.
¿Quizás un pasado sórdido? ¿Qué clase de nube oscura podría posiblemente estar cerniéndose sobre las vidas de la familia ganadera más prominente del pueblo?
***
Ryder cruzó sus ojos con los de su madre, bien consciente del mensaje que ella se encontraba enviando. Uno que estuvo transmitiéndole a él durante toda su vida. Que él era más que solo su nombre y un subproducto del hombre que se lo dio. Un hombre era la suma de sus acciones y convicciones. Y el nombre Blackwell, algo
de lo que nunca estuvo orgulloso cuando era un muchacho, era uno que construyó aparte de la contribución de su padre en esto.
Su madre nunca fue tímida al expresar su decepción sobre alguna de sus travesuras a lo largo de los años. Aparentemente, hoy no era la excepción.
—Pienso que un nombre es tan bueno como la persona que lo está usando — dijo finalmente Ryder—. Y esa preocupación sobre el pasado o qué podrías o no haber cambiado por cualquier razón que sea, no trae nada más que una pena sin sentido.
Su madre le dio una mirada penetrante. —Y no lo olvides, pequeño. Ahora, dejé una olla aquí la última vez que tuvimos una cena de domingo y la necesito para una gran cantidad de chile. Me ofrecí a encargarme del Centro Geriátrico para la cena de Nochebuena. Voy a ir a buscarlo e iré a casa. —Giró hacia la casa principal y añadió sobre sus hombros—: Mejor, te comportas, ¿me oíste?
Ryder le dio a su mamá una sonrisa afectuosa mientras la observaba deambular hacia la casa principal. Ella tenía más de cuatro ollas en su propia casa; sin duda estaba usando la que dejó acá como una excusa para meterse en sus asuntos y echar un vistazo a Lara. Como si necesitara una excusa para ser entrometida.
Él corrió hacia la cerca donde Lara contemplaba el corral, observando con una expresión melancólica mientas October paseaba. —Siento como si tuviera quince años otra vez, atrapado haciendo algo que no debería y con quien no debería estar haciéndolo.
—Tu familia está muy unida, ¿no?
Ella no lo miró, solo seguía en algún punto desconocido, perdida en sus pensamientos. Ryder solía pensar que no podría haber una sombra tan oscura en su pasado como en el suyo. Pero tal vez se encontraba equivocado sobre eso. —Mi mamá, mis hermanos y yo lo somos. —No hay necesidad de sacar a relucir demasiado el pasado. Si Lara conociera todos los detalles oscuros, se subiría a su camioneta y saldría pitando de aquí, con caballo o no—. Tengo algunos primos del lado materno de mi familia que también estamos muy unidos. Tías, tíos„
—No estoy muy unida a mi familia —dijo, en un suspiro—. Tal vez debo ir de
visita al Geriátrico para el chile de Nochebuena la semana que viene. No me gusta pasar mis vacaciones con ninguno de mis propios parientes. —Ryder odiaba cómo el momento se volvió tan sombrío. Quería de nuevo a la mujer apasionada que exploró en los establos. La tristeza que desprendía ahora, enviaba una punzaba directamente a su pecho—. Mi abuelo y yo solíamos estar unidos„ antes. Después que él murió, en cierto modo me alejé.
—Mamá lo hizo sonar como si conociera a tu familia —remarcó Ryder—. No sabía que eras de aquí.
—No lo soy —se burló—. No realmente. Mis abuelos eran de aquí, pero mi papá se mudó a Houston después que mi abuelito perdió todo y dejaron de traerme aquí. Supongo sin su dinero y reputación para mi papá para sobrevivir, no veía mucho sentido quedarse aquí.
Ryder conoció a gente como esa la mayor parte de su vida adulta. Aquellos que medían el valor de otros basados en los números de su cuenta bancaria y nada más. Sin duda, ninguno de ellos le daría la hora si él lo perdiera todo. Solo podía imaginar el tipo de aislamiento que Lara debió haber sentido al crecer con esto cerniendo sobre su cabeza. —Sabes, no es la yegua lo que va a redimir el nombre de tu familia, doc.
—¿Y qué sabrías sobre eso? —Todavía se rehusaba a mirarlo y Ryder resistió el deseo de tomarla por los hombros y girarla hacia él.
—Te sorprendería.
—Bien —se burló—. ¿Qué sigue en la lista de tareas, jefe? —Ahora lo miró, expresando su intensa determinación—. Vamos a volver al trabajo. Tengo una yegua que ganar.
'Sra. Maddox!
micafp_2530- Mensajes : 1884
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Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
Que madre mas inoportuna jejejeje pobre ryder quedo con problema de b*** azules y la voluntad de Lara se esta llendo a las pailas.
Gracias mica hermosa por el capitulo
Gracias mica hermosa por el capitulo
mariateresa- Mensajes : 1841
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Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
Inoportuna y regañona la señora; pero hasta los machotes tienen su momento de humildad ante la madre. Y Lara pobre esta condenada, como dicen en mi país: "Ni corras que estas Out". Esta como gato panza arriba resistiendose diciendo que no, cuando todo lo que quiere es SI!!
morena- Mensajes : 160
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Edad : 58
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Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
De a poco vamos conociendo más sobre el pasado de ambos!
Me da cosita todo lo que tuvo que vivir el abuelo de Lara en sus últimos días, el que sus propios hombres lo traicionaran así, haciéndole perder todo por lo que luchó toda su vida, y siendo ya tan mayor no tener oportunidad de remediarlo de ninguna manera.... Feo, feo....
Gracias por el capi!!
Me da cosita todo lo que tuvo que vivir el abuelo de Lara en sus últimos días, el que sus propios hombres lo traicionaran así, haciéndole perder todo por lo que luchó toda su vida, y siendo ya tan mayor no tener oportunidad de remediarlo de ninguna manera.... Feo, feo....
Gracias por el capi!!
LuVelitta- Mensajes : 3002
Fecha de inscripción : 28/08/2016
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Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
Pues creó que la madre los va a poner en cintura a los dos, lo que le paso al abuelito de Lara estuvo feo pero ella está dispuesta a recuperarlo y a limpiar su nombre.
yiniva- Mensajes : 4916
Fecha de inscripción : 26/04/2017
Edad : 33
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
Aquí les dejo la firma de la lectura cortesía de @Roxx
- Código:
[img]http://i.imgur.com/Fp8OPAm.png[/img]
Maga- Mensajes : 3549
Fecha de inscripción : 26/01/2016
Edad : 37
Localización : en mi mundo
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
Gracias por el capitulo
Invitado- Invitado
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
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Lara era una idiota. Con nada más que algunas miradas calientes y palabras seductoras susurradas con esa voz suave de whisky tan suya, había abierto sus piernas y dejado que Ryder la tentara al infierno de la distracción. Y hace un momento en el corral, intentó distraerla de nuevo, abriendo conversación para sugerir que Lara debería renunciar a ser dueña de October Sky y que consiguiera algún otro caballo con el que construir sus establos. Porque aparentemente esto no era acerca de reclamar el legado de su familia. No, la base de una buena reputación era todo sobre triunfar sin ayuda de nadie y conformarse con lo que tenía. O tal vez, lo que podía permitirse. Sí, claro. Esperó pacientemente en los establos mientras Ryder decía adiós a su mamá. Lara no sabía mucho acerca de la familia Blackwell, además del hecho que de que tenían más dinero que Dios, y francamente no le importaba. Necesitaba mantenerse concentrada, recordar por qué se encontraba aquí, y armarse contra las maniobras seductoras de Ryder. Si no tenía cuidado, para el lunes, sería nada más que otro nombre para añadir a su larga lista de conquistas, y se alejaría con las manos más vacías que cuando llegó. Tan pronto como la pequeña camioneta de Rayanne salió por el camino, Ryder se dio la vuelta hacia los establos, su paso igual de tambaleante como relajado y confiado, parecido al de un toro campeón paseando por un corral de engorde. Pasó junto a ella en el establo, y Lara giró para observarlo retirar su Stetson de dónde lo dejó por encima de su cabeza, justo antes de que la hubiera apoyado en el establo. Un escalofrío agradable bajó por su columna mientras pensaba acerca de lo que había sucedido allí, y lo viva de placer que la hizo sentir.
No había duda de que no fue más que una muestra de lo que era capaz, pero si estuviera o no interesada en probar el menú, una probada era todo lo que se permitiría tener. Nunca más. Y si se apartaba de su encuentro con nada más que un caso serio de bolas azules, bueno, que malditamente mal. Había terminado con él. —Regresa la camioneta aquí —fue todo lo que ordenó Ryder—. Necesitamos cargar treinta fardos de alfalfa y llevarlos a los pastos más alejados. Su tono frío no hizo demasiado para la actitud de Lara. Sin embargo, ¿qué esperaba? Un momento antes lo había tratado con el mismo desapego. Se merecía todo lo que le daba, y ahora que prácticamente lo había rechazado, Lara esperaba que la hiciera sufrir un poco. Sin duda repartiría una lista de tareas diseñadas para hacer que renunciara. Bueno, eso no iba a suceder. No iba a dejar este rancho sin OctoberSky. La camioneta del rancho no era una impresionante, equipada, ni de lujo como esperó que fuera. Más bien, era un remolque viejo, destartalado con una puerta blanca, una puerta azul y una capucha verde. Una sonrisa curvó sus labios mientras se dirigía hacia la vieja Ford que lucía como si estuviera más en casa en un rancho diminuto, deteriorado, de tres acres en lugar de la extensa finca de Ryder Blackwell. —¡Las llaves se encuentran ahí! —Su voz hizo eco desde algún lugar en lo profundo de los establos. Lara esperó en la camioneta, las bisagras de la puerta resistiéndose mientras crujían en señal de protesta. —Sabes lo que Ford significa, ¿cierto? —gritó en respuesta hacia los establos—. Encontrada muerta en el camino. —La risa tenue de Ryder llegó a sus oídos y se acomodó sobre el asiento desgastado, ajustando su posición para evitar un resorte que se empujaba a través de la tapicería, y giró la llave en el contacto. El motor zumbó y ronroneó, como si se encontrara reacio a ir a trabajar, y Lara bombeó el pedal de gas en rápida sucesión—. Vamos, puedes hacerlo. Enciéndete. —En su tercer intento, el motor rugió a la vida, golpeó y escupió por unos minutos antes de que empezara a ralentí a un ritmo constante. ¡Woot! Ryder probablemente pensó que tendría problemas para iniciar la antigua camioneta del rancho, pero le mostraría. Pudo haber fallado al correr las
vacas, pero había sido dueña de suficientes autos chatarras en su vida para saber cómo lograr que uno arrancara. Lara colocó la camioneta en marcha y lentamente la apoyó en las amplias puertas del granero. Con cuidado de no golpear con nada, maniobró en la estrecha sección central hasta que la superficie plana se situó directamente debajo del desván apilado con fardos de alfalfa color verde oscuro. —Mantente fuera del camino —gritó Ryder desde el desván, su tono ni un poco mandón. Supuso que eso era algo bueno. La distancia sería muchísimo más fácil si se encontraba demasiado enojado con ella para ser encantador—. Voy a dejar caer estos fardos. —Sin embargo necesitas que alguien los apile —remarcó Lara con una sonrisa—. Me encuentro bastante segura de que puedo arreglármelas para no ser aplastada por un fardo de heno. Solo lánzalas. Las apilaré. El resoplido burlón que respondió la hizo desear que hubiera algo para lanzarle al vaquero engreído. Le dio la bienvenida a la oportunidad de ejercitar sus músculos y tal vez dejar salir un poco de la frustración que sentía. Por supuesto, sus piernas eran malditamente inútiles después del orgasmo demoledor que Ryder le había dado, pero no quería que supiera eso. No es necesario reforzar un ego que ya tiene su cuota justa de golpes. Ryder se acercó al borde del desván, un fardo de alfalfa sostenido firmemente en su agarre. No podía negar que era una vista bastante impresionante, cada músculo corto y definido, acordonado por el esfuerzo de sostener en alto cuarenta kilos de heno. Lo lanzó como si no pesara nada y éste rebotó una vez en la superficie antes de rodar a los pies de Lara. Agarró la cuerda que sostenía el fardo en sus dos manos y era seguro levantarlo con sus piernas mientras maniobraba el rectángulo pesado de heno hacia la parte de atrás de la plataforma, la primera de su pila pronto a ser organizada. Por supuesto, no podía transportarlos de la forma en la que Ryder podía, pero lo hacía por sí misma de igual forma. —Aquí. —Ryder lanzó un par de guantes de cuero gastados—. Úsalos.
***
De todas las mujeres obstinadas y testarudas.
A pesar de que siempre le daba la bienvenida a una visita social de su madre, la visita de hoy no tan improvisada lanzó una enorme llave inglesa en sus planes. Tuvo a Lara justo en dónde la quería: dulce, mojada y tan dispuesta. Pero el sermón de su mamá sobre la familia y la reputación logró aplastar todo el duro trabajo de Ryder. Hablando de duro„ Su polla pulsaba en su pantalón, su furioso deseo recordándole que en lo que le concernía, él y Lara solo habían empezado su juego erótico. Dio la bienvenida a la incomodidad, usándola como motivación para continuar con su curso. Se negó a parar este juego hasta que la tuviera en cada forma imaginable. Y tal vez incluso algunas formas en las que jamás había pensado. —¿Te encuentras cansado Blackwell? ¿Necesitas tomar un pequeño respiro después de esforzarse con solo un fardo? El comentario sarcástico de Lara se abrió paso a través de su meditación, y miró hacia abajo para encontrarla sonriéndole, una expresión que le hizo querer despojarla de su roja y hacerle todo tipo de cosas sucias hasta que fuera tan dócil y agradable como una potra recién nacida. Maldición, con todas las mujeres que saltarían alegremente en su cama sin mucho más que un guiño ¿por qué se encontraba tan obsesionado con la única que parecía no querer tener nada que ver con él? Bueno, no necesitó una mente como la de Freud para averiguar eso. Levantó otro fardo en sus manos y la dejó caer en la plataforma. Lara se colocó sus guantes y movió la alfalfa al lado del primer bulto. Una cosa era segura: Lara Montgomery era malditamente dura. Cargar la camioneta les tomó más de la mitad del tiempo que había esperado. Y aunque no hubo nada de conversación, fue un silencio agradable. Algo que rara vez experimentaba con otras mujeres. Disfrutaba trabajar junto a Lara. Y, ¿no era eso propio de él? —¿Lista? —le preguntó mientras Lara levantaba el último fardo y lo colocaba en su lugar. Saltó sobre el camión desde el desván y colocó su sombrero de regreso sobre su frente. —¿Para el corral de engorde? —preguntó.
Directo al grano. Podía desviarse todo lo que quisiera, pero Ryder era más determinado que Lara siendo terca. —Sí. Las alimentaremos y después haremos una pausa para ir cenar. Sacar los treinta fardos de alfalfa para las vacas y los terneros que deslazaron al pasto norte les tomó alrededor de una hora. La alimentación suplementaria era importante, y por alguna estúpida razón, Ryder quiso que Lara supiera que cuidaba a su ganado y se aseguraba que se encontraran bien atendidos. Cuando el último fardo estuvo esparcido y seguía la larga fila de alfalfa dispersa que había construido, giraron de regreso hacia la casa. Ryder se sentó sobre la plataforma, sus piernas colgando en el borde mientras la vieja camioneta se sacudía y se tambaleaba sobre el terreno inestable. Era un pedazo de mierda y solo corría alrededor de la mitad del tiempo, pero la conservaba porque le recordaba sus raíces. Y unas pocas cosas más. Se sacó sus guantes y llevó su mano hacia sus sienes, trazando la cicatriz sobre su ceja izquierda. Se necesitaron ocho puntos para cerrar la división en su cabeza, una herida sufrida cuando su padre se enojó con su hermano Luke y Ryder intervino para tomar el peso de la ira de su padre. Sus ojos se posaron en la esquina de la plataforma, hacia el lugar en donde golpeó su cabeza cuando su papá lo empujó y lo había derribado sobre ella. No podía borrar el pasado. Pero podía condenadamente bien asegurarse de que la historia no se repitiera. Ryder tenía solo dieciséis cuando finalmente tomó el asunto en sus propias manos. Había sido la primera y la última vez que dejó que su ira lo empujara a la violencia. Y juró que nunca perdería el control de esa manera de nuevo. —¿Dónde quieres que estacione? Las palabras de Lara cortaron sus pensamientos como una lluvia suave en una tarde bochornosa. Recién ahora Ryder se daba cuenta que sus puños se encontraban apretados, y su corazón se hallaba acelerado en su pecho. Desterró los recuerdos desagradables que amenazaban con aspirarlo en un lugar oscuro que rara vez visitaba y en su lugar concentró su atención en el sonido de la voz de Lara. —Puedes estacionar en la casa principal. La camioneta rodeó los establos y se aproximó a la casa, y Pepper sacó su pequeño cuerpo negro de su casa de perro y saltó junto a la camioneta, meneando la
cola en señal de bienvenida. —Alguien está feliz de verte —remarcó Lara mientras apagaba el motor y salía de un salto de la camioneta—. Chica, ven aquí. Ryder observaba cómo Lara acurrucaba a Pepper, alborotando la piel de sus orejas. —Es de una raza mixta, ¿cierto? —Cierto, es un perro callejero —dijo Ryder con afecto mientras se agachaba junto a Lara para acariciar la piel de Pepper—. Blue Heeler y Border Collie. Es inteligente como un zorro y el perro de mejor temperamento que he tenido. —Lo creo —dijo Lara con una risa—. Seguro que esta mañana les mostraste a esas vacas intratables quién es la jefa, ¿Cierto, chica? Pepper meneó su cola y presionó su hocico debajo del brazo de Lara, acercándose lo suficiente para darle a su mejilla un par de lamidas. Lara se rió y envolvió sus brazos alrededor del cuello de Pepper, disfrutando del afecto, y algo se tensó en el pecho de Ryder. Tal vez este fin de semana no era una idea tan buena. Porque con cada momento que pasaba con ella, Ryder tenía miedo de que Lara se anclara más profundo en su sistema en lugar de librarse de la forma en la que había esperado. —¿La entrenaste para que corriera al ganado? —Los ojos de Lara encontraron los suyos y por un momento, algo de la frialdad se desvaneció, reemplazada con un resplandor que parecía absorberlo directamente, encendiendo cada centímetro del cuerpo de Ryder con un calor ardiente. —Algo así —dijo con un encogimiento de hombros—. Nació para perseguir y dirigir, así que le sale natural. Los perros como Pep necesitan cuidar algo, ¿sabes? Lara sonrió. —Lo sé. He tratado más de un par de ambiciosos perros de vacas que pensaron que podían enfrentarse a uno o dos neumáticos de camioneta. Es bueno que tenga un montón de espacio para recorrer los alrededores, y sacar toda esa energía de su sistema. Ryder miró alrededor, no había otra casa en kilómetros, hacia los acres y acres de tierra. —Tienes razón. Supongo que ambos necesitamos un poco de espacio para recorrer.
La expresión de Lara se oscureció y desvió su mirada. —Supongo que sí. No hay oportunidad de que ninguna de las ex novias caiga para una rápida visita cuando vives todo el camino hasta aquí. Era bueno y se encontraba listo para hablar de una vez por todas de sus relaciones pasadas. Sí, estuvo con más que unas pocas mujeres en su vida. Ambos lo sabían, no tenía sentido decir lo que era obvio. Pero se hallaba curioso ante el tono brusco de Lara. —Doc, ¿cuál es el problema? —bromeó—. ¿Celosa? No lo miró cuando dijo—: Difícilmente. Aunque me pregunto cuántas mujeres han recibido el tratamiento de Ryder Blackwell en un lugar tan de pacotilla. —Pasó sus dedos ausentemente a través de la piel de Pepper—. Tal vez te imaginas que a la veterinaria local no le importaría si la tomas justo ahí en el granero. ¿De pacotilla? Ése establo le costó una fortuna, y el lugar casi se encontraba tan limpio como su casa. No se hallaba seguro de lo que Lara pensaba, tal vez que agasajaba a las mujeres con las que se acostaba, las bañaba con regalos caros antes de que cayeran en su cama. Pero lo que no sabía era que ella era la primera mujer en su vida que en verdad entretuvo en su casa. En su vida. —Haces una grandísima suposición, ¿no te parece? —¿Lo hago? —Sus ojos encontraron los suyos, serios y casi„ tristes. —Lara, Jesucristo. —Ryder se levantó y sacó su Stetson de su cabeza, golpeándolo contra su muslo. Lo frustraba más allá del punto de la razón y tal vez esta era su actitud inicial, de ir al grano que lo hacía desearla incluso más—. Para alguien que trata tan duro de reconstruir una reputación manchada por los chismes baratos y crueles, seguro que saltas en ese tren condenadamente rápido. —Ves, esa es la cosa Ryder —dijo Lara, dándole a Pepper una última rascada detrás de la oreja antes de levantarse para enfrentarlo—. Todos los chismes acerca de mi familia sucede que son reales. Las personas por lo general no hablan sobre alguien a menos que ellos les den algo de lo que hablar. —Bueno, si eso es lo que piensas, supongo que no hay nada que puedo decir para cambiar tu opinión. —Dejó escapar un resoplido burlón—. Vamos a comer. — Ryder chasqueó sus dedos y Pepper se puso a caminar a su lado, meneando su cola y saltando mientras se dirigían hacia la casa.
Ryder nunca antes se molestó en preocuparse por la mierda que la gente decía sobre él. Solo eran habladurías después de todo, y estaría dispuesto a apostar que sus “muchas” conquistas eran demasiado sobre exageradas ante la opinión pública. Pero ahora, después de ser golpeado en la cabeza por ello repetidamente por la mujer que trataba de impresionar, Ryder deseó por primera vez que la gente hubiera mantenido sus grandes bocas cerradas.
Última edición por micafp_2530 el Lun 22 Mayo - 0:45, editado 1 vez
'Sra. Maddox!
micafp_2530- Mensajes : 1884
Fecha de inscripción : 26/02/2017
Edad : 30
Localización : Entre las páginas de un libro...
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
Por eso no me cuadraba entre capitulos
mariateresa- Mensajes : 1841
Fecha de inscripción : 10/01/2017
Edad : 47
Localización : CHILE
Re: Lectura #2 Mayo 2017- The Billionaire Cowboy - Mandy Baxter
wordsofthisgirl escribió:@micafp_2530 falta el 6!
Siiii el 6, porfis!!!!
LuVelitta- Mensajes : 3002
Fecha de inscripción : 28/08/2016
Edad : 35
Localización : Perdida en el medio de la nada...
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