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Lectura Marzo 2018
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Book Queen :: Biblioteca :: Lecturas
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Re: Lectura Marzo 2018
Un lindo final, sobre todo si reflexionamos de donde viene.. Lucifer es muy despreokupado, Jr kreo ke lleva las kosas mejor.. Eve ya estaba perdida sin ke le susurren jajaja.. me enkanto
Celemg- Mensajes : 330
Fecha de inscripción : 29/12/2017
Edad : 36
Localización : Somewhere
Re: Lectura Marzo 2018
Y el final llego... no estaba mal, fue de cierta forma entretenido... pero a mi gusto el libro le falto algo, para llegar a ser completamente bueno...
Gracias por traer la lectura.
Gracias por traer la lectura.
berny_girl- Mensajes : 2842
Fecha de inscripción : 10/06/2014
Edad : 36
Re: Lectura Marzo 2018
Yo tambien siento que le falto, como que tenia de donde sacar para mas, pero estyvi entretenida, Gracias Yiniva
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
Fecha de inscripción : 24/02/2017
Edad : 52
Re: Lectura Marzo 2018
Primera vey que leo sobre un Lucifer taaan bueno y el papa me gusto tambien.
Tuvieron sus felices para siempre.
Gracias Yiniva muy entretenida tu lectura
Tuvieron sus felices para siempre.
Gracias Yiniva muy entretenida tu lectura
mariateresa- Mensajes : 1841
Fecha de inscripción : 10/01/2017
Edad : 47
Localización : CHILE
Re: Lectura Marzo 2018
Cronograma
Lectura 1
Martes 13/03 parte 7
Miércoles 14/03 parte 8
Jueves 15/03 parte 9
Viernes 16/03 parte 10
Sábado 17 y Domingo 18 - Descanso y comentarios finales.
Lectura 2
Lunes 19/03 capítulo 1
Martes 20/03 capítulo 2
Miércoles 21/03 capítulo 3
Jueves 22/03 capítulo 4
Viernes 23/03 capítulo 5
Sábado 24/03 capítulo 6
Domingo 25/03 capítulo 7
Lunes 26/03 capítulo 8
Martes 27/03 capítulo 9
Miércoles 28/03 capítulo 10
Jueves 29/03 capítulo 11
Viernes 30/03 Comentarios finales
Sábado 31/03 Cierre
yiany- Mensajes : 1938
Fecha de inscripción : 23/01/2018
Edad : 41
Re: Lectura Marzo 2018
comenzamos la segunda lectura, espero q la disfruten. les dejo nuevamente la sinopsis para que se pongan en contexto.
The Fire Within - Marie Harte
El Príncipe de Fuego necesita una mujer lo suficientemente caliente como para soportar su calor, y él encuentra a alguien que prende fuego a su corazón y cuerpo, en más de un sentido.
La tierra de Tanselm caerá en el mal si cuatro príncipes idénticos que manejan poderes elementales no logran encontrar a sus pretendidas novias. Empuje hacia el reino paralelo de la tierra para escapar de la muerte y asegurar un futuro para su mundo, ellos tienen una sola misión y una sola misión: encontrar su affai destinado.
Darius Storm, el Príncipe de Fuego, está impaciente y frustrado por estar tan lejos de su hogar. El mundo exterior en el que ha sido empujado carece de magia. Y las mujeres carecen del poder interno y la fuerza para conectarse verdaderamente con él. Su trabajo en una discoteca local solo lo pone en contacto con prospectos más inadecuados.
Hasta que Samantha Brooks entra por la puerta. Ella es una belleza con la ardiente pasión de conocer a Darius de frente, y una magia especial por sí misma
yiany- Mensajes : 1938
Fecha de inscripción : 23/01/2018
Edad : 41
carolbarr- Mensajes : 383
Fecha de inscripción : 28/08/2015
Edad : 47
Re: Lectura Marzo 2018
Capítulo Uno
El príncipe Darius, el primero de los Cuatro Reyes, se apoyó contra la muralla y entrecerró los ojos mirando al enemigo. Con las manos extendidas exigió que el poder elemental acudiera a su llamada. Utilizando su cólera para alimentar el fuego de su interior elevándolo, lo dirigió a través de las puntas de sus dedos llameantes, enviando una tormenta de destrucción de fuego hacía los Netharat que traspasaban los límites de sus dominios.
Mirando hacía un lado, vio a Arim, el legendario brujo de Tanselm, entrando en la torre y capeando una explosión fantasmal que abrasó el pasaje abovedado de piedra sobre su cabeza. Arim frunció el ceño y con un gesto de su mano los Netharat que atacaban la entrada al castillo se convirtieron en sólidas rocas.
Otra explosión fantasmal hizo que Darius se tirara al suelo para evitar una llama azul, una retribución que sólo los Netharat podrían soportar.
-¡Maldición, Darius! –se giró Arim hacia el príncipe-. Los escudos aguantaran. ¡Ve y junta a tus hermanos en mi recámara, ahora!
Darius abrió la boca para discutir, pero los ojos de Arim enrojecidos por la furia le advirtieron que el brujo había sido empujado hasta el máximo de lo que estaba dispuesto a permitir. Pero el tener que retirarse le hacía enfurecer, dejó a Arim y a los otros lanzadores de hechizos para ir a buscar a sus hermanos.
Encontró a Marcus, Cadmus y Aerolus dirigiéndose hacia la torre del este. Los hechizos mascullados, las manos y los brazos moviéndose haciendo que los elementos hicieran su voluntad, ordenando con su voz a la tierra, creando diluvios y bombardeando a los enemigos que se acercaban al perímetro defensivo con poderosos vientos. Los observó luchar, impresionado a pesar de estar familiarizado con la imagen.
-Parad vuestros ataques y venid conmigo –llamó a sus hermanos con un grito, apareció una antorcha doblándose al cruzar el foso defensivo ahora congelado que rodeaba el castillo. La criatura gritó y se agitó violentamente intentando apagar las llamas-. Arim nos ordena ir a su habitación.
-Pero... -intentó protestar Cadmus.
-Nada de peros –Darius miró por encima de la muralla del castillo y maldijo mientras divisaba el portal de entrada a la dimensión por el que el enemigo había entrado. Muy a lo lejos, el portal de entrada se parecía a una piscina de fuego derretido contra el cielo azul pálido. Por desgracia, cayendo de esa piscina a la tierra llegaba otra ola de Netharat, un apestoso río de corrupción que incluso manchaba la tierra que tocaban.
-Tenemos que ir –estuvo de acuerdo Aerolus, su voz tranquila en contraste con el caos que les rodeaba.
Cada uno de los cuatro hermanos luchó mientras se dirigían hasta el castillo y la habitación de Arim que se encontraba en el corazón de su hogar. En el momento en que se acercaron a la puerta de roble, esta giró abriéndose, permitiendo la entrada a los hermanos en una habitación rebosante de magia.
Como el constante ronroneo de las abejas, una sutil vibración dentro de la habitación de piedra, hacía que el aire crujiera por la energía. Una estrecha cama estaba a lo largo de una pared mientras que un cercano escritorio estaba lleno de pergaminos y plumas. Las mesas y los sitios de trabajo llenaban el resto de la gran habitación. En cada superficie salvo la cama había vasos y cuencos de arcilla llenos de los productos mágicos del brujo.
-Os llevó bastante tiempo –Darius casi saltó mientras la Reina Ravyn cerraba la puerta con un movimiento de su mano, saliendo de las sombras. Entrecerró los ojos, deteniendo su mirada en Cadmus-. Cuando Arim da una orden, obedeces.
Alta y majestuosa, con ojos gatunos y pelo negro como la noche que había transmitido a todos sus hijos, la Reina Ravyn miró a los Cuatro Reyes como un ave de caza a punto de caer en picado. Su subestimado poder parecía crecer en la habitación de Arim, sus mejillas enrojecidas y sus ojos brillantes mientras estudiaba a sus hijos.
-Madre –dijo Darius, con el cuerpo tenso por el esfuerzo de contener la energía que bullía a su alrededor. Notó que sus hermanos se veían igual de inquietos-. ¿No deberías estar protegida en tu torre?
Ella se burló y le señaló a él y sus hermanos fuera de la habitación.
-Te pareces a tu padre –ella sonrió con tristeza, un sombrío recordatorio de la reciente muerte de su padre-. Soy tan fuerte como lo era Faustus, Darius. No puedo dominar el viento, pero para mi hay más que la magia de los elementos –sus ojos se entrecerraron-. Y ni una palabra acerca de mi endeble estado de ánimo. Acabo de perder a mi esposo, pero no soy una inválida. Y tengo suficiente poder como para impedir que estos invasores tomen mi corona.
Darius parpadeó ante la reprimenda. Recorrió con la mirada a sus hermanos para ver que pensaban de la reina “cortés” y los vio igual de confundidos. Ciertamente, su madre parecía más una guerrera que una dama de la realeza. Sus ojos verdes tenían el brillo de la fiereza de su interior; su postura era lista para entrar en combate y agresiva.
Se habían ido las reales túnicas azules y el sello de poder drapeado contra su cuello. Ahora llevaba una túnica roja de mangas largas y pantalones negros, muy parecido a la ropa que llevaba Arim.
Como si sus pensamientos hubieran conjurado al brujo, Arim apareció
repentinamente en la esquina de la habitación, introduciendo más energía en la ya cargada sala.
-Rápido, tenemos poco tiempo.
-¿Tiempo para qué? –preguntó Marcus, viéndose tan irritado por las ambiguas ordenes de Arim como Darius.
Ravyn frunció el ceño pero Arim negó con la cabeza.
-No, Ravyn, ellos necesitan saber antes de que sea demasiado tarde.
Darius y sus hermanos se lo quedaron mirando fijamente por la sorpresa. Arim nunca había hablado con semejante informalidad con su madre. Siempre había sido “reina Ravyn” o “honorable señora”
-El ataque de los Netharat en este día ha sido con un solo propósito, un único propósito; matar a los Cuatro Reyes y destruir así la línea real.
-Aún más razonable el encontrarlos en la batalla. Los Storm Lord no se inclinan ante nadie –dijo Darius, seguro del apoyo de sus hermanos. Que alguien pudiera destruir la paz y belleza de su tierra... la familiar furia apareció, y el calor se enconó en su interior rogando ser liberado.
-No –exclamó su madre-. No os podemos arriesgar a los cuatro ahora –recorrió con la mirada a Arim, después continuó-. El aviso que nos llegó esta mañana lo cambió todo. Los otros reinos se han debilitado.
-¿Cómo? –preguntó Marcus, sus claros ojos azules nublándose por la sospecha.
-Antes de la salida del sol esta mañana, sus tíos pasaron a la Luz, junto con vuestras tías y primos –los ojos de Ravyn brillaron por lágrimas no derramadas-.
Somos todo lo que queda de los Storm Lord.
Darius clavó los ojos en ella sobresaltado. Tanselm siempre había sido protegido por el Tetrarca, cuatro hermanos idénticos de sangre azul. Durante mil años la paz y la armonía reinaron en una tierra fértil haciendo que se llenara de un bello verdor y la fauna salvaje volviera a nacer. El que ahora el mal intentara volver a conseguir aquello por lo que el Storm Lord había luchado una vez era inconcebible.
Como su casa, en el territorio occidental, estaba bajo sitio, los otros tres territorios estaban más vulnerables a un ataque de los Netharat. Simplemente no parecía posible que el poder de los Storm Lord hubiera dejado que esto pasara.
-Es la verdad –indicó Arim quedamente, su voz vibrando por la autoridad. Miró a cada uno de ellos-. Vuestro padre fue envenenado, al igual que los otros reyes, por una maldición creada por el Djinn. Si no os sacamos a los cuatro de aquí, moriréis, asesinados al igual que el resto de nosotros tan seguro como que ahora estamos aquí hablando.
Cadmus se paso una mano por el cabello fuerte y negro.
-Los escudos nunca dejarán entrar al Djinn en Tanselm.
-No dije que Djinn entró en nuestro mundo, sólo que está en el grupo del Netharat.
-Pero no se alían. Nunca lo han hecho –protestó Marcus.
-Hasta ahora –habló con seguridad Arim, sus ojos sombríos, los oscuros iris negros engullidos por el rojo de una gran cólera-. No sé como Sin Garu lo está haciendo, pero ha juntado al Netharat y al Djinn para llevar a cabo sus deseos. Ha conseguido penetrar nuestros escudos lo suficiente como para permitir que sus fantasmas creen un portal dimensional y no ha matado a uno, sino a todo el Tetrarca. De no ser por vosotros cuatro y vuestra madre, los escudos de Tanselm hubieran caído por completo ya.
-Y por ti, Arim –dijo suavemente Ravyn-. Tu poder es quizás tan fuerte como el de todos nosotros.
Darius pasó la mirada desde su madre al brujo con suspicacia. Su tono era alarmantemente cariñoso.
Ella sonrió y puso una mano sobre el brazo de Arim, consiguiendo un involuntario gruñido de Darius y una mirada furiosa de Marcus y Cadmus. Pero lo que dijo ella entonces dejó a Darius aturdido. Ella miro fijamente a la cara de Arim.
-Mi hermano se olvida de sí mismo.
Darius quedó boquiabierto. Tuvo que obligarse a parpadear, entonces miró para ver si sus hermanos habían oído lo mismo que él. También se veían aturdidos, incluso Aerolus que raramente demostraba lo que sentía.
-¡Tu hermano! –la mirada fija de Darius paso del brujo real a su madre-. Dijiste que no tenías más familia que padre y nosotros. ¿Qué, por la Luz, está pasando? –la confusión hizo que su genio se volviera frustrado, y tuvo que luchar para evitar romper algo.
-Lo siento, Darius, pero estoy intentado decirte todo lo que puedo en el poco tiempo que tenemos -su madre caminó hacia él y acarició su mejilla-. Por la real posibilidad de que tú y tus hermanos muráis si os quedáis, debéis abandonar Tanselm.
Al menos si algo me pasa a mi o a Arim, vosotros cuatro mantenéis poder suficiente para salvar nuestra tierra.
-Pero sólo si tenéis éxito en la tarea que os espera –añadió Arim.
Darius clavó los ojos en el brujo, incapaz de evitar el comparar al hombre alto con su madre. Ambos tenían cabello oscuro y piel dorada, no era raro en el reino. Pero mirando más detenidamente, vio los mismos pómulos altos, la misma mirada fuerte, penetrante de esos ojos almendrados, similitudes faciales que hasta ahora no había notado.
-Siento no habéroslo dicho todo antes –dijo su madre, inclinando la cabeza hacia Arim-. Pero mi pasado es complicado, y siempre creí que habría más tiempo. Vosotros cuatro sois nuestra única esperanza. Debéis ir y encontrar el futuro.
-¿El futuro? –pregunto Cadmus, incrédulo, sus ojos pasando de Ravyn a Arim alarmados-. No puede haber futuro para Tanselm, madre. ¿Cómo nos puedes pedir que abandonemos en este momento de peligro? ¿Renunciar a nuestra gente y a ti?
-Ella no lo pide –dijo severamente Arim-. Ella ordena que vayas. Tu madre y yo hemos previsto la necesidad de esto durante algún tiempo. Te conocemos mejor de lo que tu mismo te conoces.
Los ojos de Darius se entrecerraron.
-¿Previnieron la necesidad? Sabíais que el Netharat vendría.
Arim no respondió.
-¿Nos envías a otro mundo a buscar un arma con la que luchar?
Arim era un brujo increíble, nunca asustado o sin un plan.
-Algo poderoso sin duda.
Cadmus negó con la cabeza.
-Tenemos mucha magia aquí en Tanselm. ¿Por qué deberíamos ir a otro mundo?
Y no puede ser abierto un portal. Sin Garu ha bloqueado todos los pasajes a otros planos energéticos.
-El no sabe de este mundo –respondió Arim-, gracias al fuerte hechizo creado por tu madre. La importancia de este plano no puede ser negado. Allí encontraréis la llave para el futuro de Tanselm.
-¿Entonces qué es? –preguntó Darius, su voz denotando la frustración que sentía-. Este no es momento de acertijos, Tío –la expresión de Arim se oscureció aún más, pero Darius continuó, sin preocuparle-. Decidnos que es lo que hemos de buscar y lo encontraremos.
-Mujeres –respondió en pocas palabras su madre, con los labios fruncidos-. Si vosotros cuatro me hubierais escuchado años atrás y buscado esposas, ya podríamos haber evitado esta catástrofe cercana.
-O sufrir el mismo destino y morir igual que en los otros reinos –dijo Arim en voz baja mientras esparcía oscura ceniza por el suelo.
-Quizás –estuvo de acuerdo ella, cansadamente-. Pero igual, se nos acaba el tiempo. Tenéis que encontrar a vuestras affai, y rápidamente.
-¿Nuestras affai? –Marcus parpadeó, su asombro reflejaba también el que sentía Darius-. ¿Quieres que busquemos prometidas? ¿Ahora?
Al menos Darius no era el único al que le costaba mucho trabajo creer que esto fuera real. ¿El reino en peligro de desaparecer, su gente cerca de morir, y Arim y su madre querían que encontraran prometidas?
-Con las cuatro esquinas de Tanselm vacías, cada uno de vosotros es necesario para llenar el vacío dejado por la muerte de vuestros tíos y padre –Arim llevó sus musculosos brazos a su pecho, sin cambiar de postura. Siempre parecía joven, sus ojos brillantes y su piel translúcida en medio del movimiento mágico de las luces en la habitación-. Su padre ganó el trono porque él y vuestra madre recibieron el gran regalo de cuatro hijos idénticos, imágenes idénticas del poder y gracia de los Storm Lord.
-Ahora cada uno de vosotros debe encontrar una prometida, una mujer de valor y fe, una mujer capaz de afrontar el reto presente de Tanselm. Uno de vosotros criará a cuatro hijos idénticos para que continúe con el futuro de nuestra gente. A menos que encontréis a vuestras affai, la vida en Tanselm como la conocemos terminará.
Darius maldijo y negó con la cabeza.
-No podemos encontrarlas en otro plano, Arim. ¿Qué promesa tenemos de que en este otro reino tengan también nuestra magia? No, debemos quedarnos y encontrar una prometida entre los nuestros, asegurar la línea de continuidad para la fuerza de los Storm Lord.
Sus hermanos asintieron con la cabeza, todos salvo Aerolus que permanecía inmóvil, observándolos a todos cuidadosamente.
Los ojos de su madre ardieron, tanto por las lágrimas como por la cólera.
-Entonces deberías haber encontrado una prometida aquí hace años, cuando era la época adecuada. Pero no. Vosotros cuatro evitasteis el compromiso matrimonial como si se tratara de una plaga –ella se rió con fiereza-. Y ahora una plaga infesta nuestro reino. Ha llegado el momento. Conozco las posibilidades que os esperan en ese extraño mundo.
Sus ojos brillaron, un poco sutil recordatorio de que la Reina Ravyn tenía poder por derecho propio.
-Vuestras affai os esperan. Pero hay más motivos para la búsqueda que el que dar nacimiento a los Cuatro Reyes. Cada uno de vosotros necesitara la fuerza y energía que solo vuestra affai os podrá dar. Sólo con su ayuda podremos reconstruirla lo bastante como para resistir el mal que constantemente nos amenaza.
-Entonces, danos un Cristal del Saber –dijo Aerolus, sorprendiendo a Darius al estar de acuerdo para abandonar Tanselm en semejante crisis.
-Todos han sido destruidos –respondió Arim-. Tendréis que confiar e vuestro juicio, en vuestros corazones. El amor abunda en todas partes y está en los lugares más improbables –su expresión tono un tono extraño, una que Darius encontró curiosamente arrepentido-. Tengo fe en que encontraréis lo que necesitamos para ayudarnos en esta causa. Y allí también encontraréis que la sangre de vuestra madre corre fuertemente en vosotros.
Clavó los ojos en cada uno de los cuatro, demorándose en Darius al final.
-No nos debes fallar –comenzó a cantar, y la oscura ceniza esparcida por el suelo manchó bajo los pies de los hermanos.
-¡Un momento! –los acontecimientos iban demasiado rápido para Darius.
Necesitaba tiempo para absorber lo que se le había dicho, tiempo para entender. Su temperamento se remontó cuando se dio cuenta de que Arim continuaba con el hechizo, ignorándole-.¡ Maldición, brujo! No puedo dejar al Netharat respirando contra nuestros cuellos. Al menos danos tiempo para echarlos a través del portal.
-Estoy de acuerdo –dijo Marcus.
-Y yo –se añadió Cadmus.
Aerolus no dijo nada, solamente clavó la mirada en Arim.
En medio de su rebelión, su madre repentinamente sonrió, una abierta sonrisa misteriosa que hizo que pareciera más joven. Levantó las manos y crujientes rayos salieron desde las puntas de sus dedos, una imagen que nunca antes se había visto de la dulce reina de oeste.
-Os echaré de menos a todos. Recordad mirar en vuestro interior profundamente para encontrar vuestros poderes, más allá de lo que creéis saber. Y traed nuestra salvación.
Sonrió a través de las lágrimas y presionó con sus manos su corazón.
-Mi amor está con vosotros. No dejéis que nos derriben. Encontrad a vuestras affai.
-No –Darius comenzó a salir, disparando una bola de fuego a la puerta de roble que se lo impedía. La furia creció al ver que no tendría oportunidad de vengar a su padre y a los Storm Lord. Literalmente se puso rojo de ira, su cólera aumentando por segundos-. No iré –gruñó antes de que el mundo se volviera negro.
Cuando pudo volver a abrir los ojos, se encontró clavándolos en un extraño cielo en un mundo que claramente no era el suyo. El cielo era de un azul tranquilo, los árboles seguían siendo verdes, pero todo se sentía plano, carente de la chispa de la magia que hacía tan rico a Tanselm. Sus sentidos estaban amortiguados. Los colores no eran tan brillantes, no había olor de vida, como si el aire a su alrededor estuviera colado.
Un gruñido quedo rompió su estudio y parpadeó ante las peligrosas bestias que se acercaban. Perro, pensó él mientras se agachaba a sus pies y cogía la daga que siempre llevaba a su lado. Algo más pequeños que los de su hogar, pero igual de mortíferos. Y mientras uno se acercaba enseñando los dientes, se preguntó si no hubiera sido más seguro quedarse en Tanselm luchando contra el Netharat.
yiany- Mensajes : 1938
Fecha de inscripción : 23/01/2018
Edad : 41
Re: Lectura Marzo 2018
carolbarr escribió:Es una serie? Esta aqui en el foro?
Es el primer libro de la serie, pero los otros aun no han sido traducidos.
yiany- Mensajes : 1938
Fecha de inscripción : 23/01/2018
Edad : 41
Re: Lectura Marzo 2018
Gracias yiany.
Bueno se le viene complicado a los 4 reyes supongo que la historia se centra en Darius. Y como va a volver a su plano??
Bueno se le viene complicado a los 4 reyes supongo que la historia se centra en Darius. Y como va a volver a su plano??
mariateresa- Mensajes : 1841
Fecha de inscripción : 10/01/2017
Edad : 47
Localización : CHILE
yiniva- Mensajes : 4916
Fecha de inscripción : 26/04/2017
Edad : 33
Re: Lectura Marzo 2018
4 hermanos y todos con las misma posibilidades de salvar su reino... Un poco dramatica la situación.. Y lo mas incomodo que uno ya esta presentando un leve deseo de obtener el reinado.
Un inició muy interesante
Enviado desde Topic'it
Un inició muy interesante
Enviado desde Topic'it
berny_girl- Mensajes : 2842
Fecha de inscripción : 10/06/2014
Edad : 36
Re: Lectura Marzo 2018
No puede ser!!! ... Asi no me gusta porque no se por cuanto tiempo estare esperando los otros libros.. que foro lleva la traducción?yiany escribió:carolbarr escribió:Es una serie? Esta aqui en el foro?
Es el primer libro de la serie, pero los otros aun no han sido traducidos.
Gracias por el capitulo, se ve muy interesante!
carolbarr- Mensajes : 383
Fecha de inscripción : 28/08/2015
Edad : 47
Re: Lectura Marzo 2018
carolbarr escribió:No puede ser!!! ... Asi no me gusta porque no se por cuanto tiempo estare esperando los otros libros.. que foro lleva la traducción?yiany escribió:carolbarr escribió:Es una serie? Esta aqui en el foro?
Es el primer libro de la serie, pero los otros aun no han sido traducidos.
Gracias por el capitulo, se ve muy interesante!
Es una tradu independiente, no de foro
yiany- Mensajes : 1938
Fecha de inscripción : 23/01/2018
Edad : 41
Re: Lectura Marzo 2018
A menos que encontréis a vuestras affai, la vida en Tanselm como la conocemos terminará.
Que fuerte; consigue una esposa o muere
La actitud de Aerolus me gusta ahque.
Se ve interesante, me gustan las novelas de este tipo juju.
Invitado- Invitado
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
Fecha de inscripción : 24/02/2017
Edad : 52
Re: Lectura Marzo 2018
Capítulo Dos
Samantha Brooks apartó un mechón de pelo empapado de sus ojos y estornudó. Hacía meses que no volvía a Seattle y ahora pensó que debería haber pospuesto el viaje hasta que el clima fuera más cálido.
Normalmente febrero traía consigo nieve, pero en esta desgraciada noche de jueves –no, se corrigió ella mientras miraba su reloj, eran las primeras horas del viernes- el meteorólogo había acertado al predecir una fría lluvia. Por mala suerte ella no había desembalado su grueso abrigo de invierno o un paraguas.
Temblando dentro de la fina chaqueta de cuero, ni siquiera impermeabilizado y con forro, suspiró y clavó los ojos en el resplandeciente cartel de neón del local más nuevo de Seattle, el Outpour.
-Un nombre pegadizo –se quejó ella y golpeó ruidosamente la puerta principal. Había pasado la hora del cierre, por casi cuatro horas. Maldición, había querido ver el club en pleno movimiento pero su vuelo se había retrasado más de lo que esperaba.
Había tenido que regatear para saber donde se encontraba su equipaje, y después en la agencia de coches de alquiler habían perdido su reserva y había tenido que luchar para conseguir el que les quedaba, una compacta lata de cerveza con ruedas. Pues bien, aquí estaba ahora. Tal vez podría examinar el local y la labor de cómo estaba después de unas horas, conseguir una visión fresca del lugar sin cuerpos antes de iniciar el proyecto de mejoras para Gerry.Una gota se las ingenió para deslizarse bajo el cuello de su chaqueta, haciendo que un escalofrío recorriera su columna.
Tocó con más fuerza. Seguramente los empleados se quedaban para limpiar.
Creyó escuchar música. Después de pasar otro minuto bajo la lluvia, empujó la puerta, asombrándose cuando se abrió.
Una vez dentro se sintió en el acto más caliente y anduvo por un oscuro vestíbulo escuchando el zumbido bajo de la música y el débil resplandor de las luces.
Quitándose la chaqueta empapada, la llevó hasta la cercana barra, buscando un indicio de que hubiera alguien.
-¿Hola?
La única respuesta que obtuvo fue el bajo zumbido de Prodigy que salía de los altavoces. Alguien había estado limpiado, notó ella, viendo los grandes cubos de basura puestos por distintos puntos de la gran sala. El olor de cerveza rancia seguía en el aire, mezclado con un leve toque de limpiador con olor cítrico que hacía el hedor casi agradable.
Las mesas y sillas a juego de cromo con cojines de colores neón estaban desordenadas por la planta principal que rodeaba el área de baile. A todo lo largo de la sala había varias plataformas más altas donde había cabinas y mesas, diseñadas, imaginó ella, para dar sensación de exclusividad.
Mirando fijamente a su alrededor, vio una segunda barra al otro lado de la sala.
Volvió a coger su chaqueta y se acercó al pie de la barra, mirando tras ella con la esperanza de encontrar a alguien con quien hablar. Esta parte parecía haber sido limpiada hacía poco, la parte superior brillante y sin basura. Dejando la cartera y la chaqueta sobre un taburete tras la barra, siguió estudiando la sala.
Tenía que haber alguien. Siguió andando en busca de señales de vida y se fijó en una inscripción en una puerta que ponía “solo empleados”. A pesar de lo mucho que deseaba ir a su hotel y tratar con esto después, necesitaba enterarse de quién había dejado las puertas abiertas y el lugar sin atender.
Entró cautelosamente, sintiéndose como la tonta victima de una película de terror que registra un almacén abandonado solo para encontrar la muerte en brazos de un asesino en serie loco. Samantha despreciaba esas películas por retratar a las víctimas de un modo tan desesperadamente estúpido. Pero mientras bajaba peldaño a peldaño, se admiró de su inteligencia.
Tal vez solo debería volver mañana. El ruido de sus pasos sobre el frío piso de cemento era como truenos, y vaciló mientras llegaba a donde terminaba el haz de luz en el hueco de la escalera.
-¿Hola? ¿Hay alguien? –ella le dio al interruptor de la luz que había al pie de las escaleras, asombrándose cuando no pasó nada-. Maldición –Gerry podía tratar mañana con el empleado ausente. No había nada que la hiciera andar por ese sótano oscuro, sobretodo con ese raro sentimiento. No podía estar segura de si su imaginación estaba desbocada, pero juraría que podía sentir a alguien, o algo similar, observándola desde la oscuridad.
-Estoy aquí –ella se giró y puso un pie en un escalón cuando la luz de la escalera titiló y se apagó. Se le puso carne de gallina, haciéndola estremecer por algo más que el frío.
Intentando llegar a la valla, había subido un segundo escalón cuando una gran mano agarró su hombro, tirándola hacia atrás contra un cuerpo grande y sólido como una roca.
Ella gritó y se agitó violentamente, intentando liberarse de los fuertes brazos que repentinamente la habían enjaulado contra un duro cuerpo masculino.
-Te tengo –escuchó una profunda voz cerca de su oído.
Inmediatamente ella se quedó congelada, su corazón latiendo a una milla por minuto. Su aliento contenido mientras los brazos a su alrededor se aflojaban. Una mano apartó su pelo mojado, después pasó por su rostro y bajó por su pecho, demorándose en sus senos.
Su cara estaba enrojecida e intentó apartarse de su sujeción, el terror apresándola fuertemente, pero él siguió acariciando más hacia abajo. Sus manos se sentían extrañamente calientes, enardeciendo tanto su temor como una curiosa dolencia en su vientre que carecía de sentido.
-¿No te dije que no volvieras? –preguntó la voz profunda-. No soy tu juguete. Sus manos volvieron a sus pechos y los apretaron casi de un modo doloroso.
Extraño, pero su agarre solo la excitó más.
Cuando sus palabras salieron, Samantha respiró profundamente y buscó algo de control sobre sus locas emociones. Bien, así que no era un asesino psicópata loco. Creía conocerla.
-Mira, hay un malentendido. No se quién eres, pero el dueño me invitó aquí.
Sus manos lentamente se apartaron de su cuerpo, raspando sus pezones y encendiendo aún más sus sobrecargados sentidos. Ella se giró con cautela, preparada para echar a correr de un momento a otro. Una repentina luz iluminó la habitación y
parpadeó ante el resplandor de la llama en su mano. Extraño, pero no podía ver de donde salía la llama. Si no tuviera mejor criterio juraría que sus dedos estaban ardiendo. Él maldijo suavemente, consiguiendo apartar su mirada de su mano y atrayéndola a su cara. Todos los pensamientos sobre cerillas y mecheros inexistentes desaparecieron.
Sus ojos se agrandaron mientras mirada al Adonis de pelo oscuro que se alzaba ante ella. El pelo le acariciaba los hombros, dando un marco a un rostro imbuido de sensualidad. Los insondables ojos negros la contemplaron, desde la cabeza a los dedos de los pies, haciendo que ella se quisiera tapar ante su descara inspección. Pero su estudio no terminó apartando la vista. Estaba lleno de especulación masculina, y categóricamente peligroso.
Samantha no podía ayudar devolviendo su estudio. El hombre tenía unos rasgos sorprendentemente atrayentes, una nariz recta, aristocrática y una mandíbula terca, cuadrada. Y su cuerpo… alto y musculoso, hubiera podido aparecer en la casa de Muscle and Fitness.
-No eres Janet –su voz exudaba atracción sexual, oscura y ronca, mientras el trueno sonaba en el cielo.
-No, no lo soy –ella retrocedió otro pasito, necesitando recuperar sus sentidos. La adrenalina corría por su sistema, tanto por el susto que le había dado como por su tentador atractivo.
Él suspiró y bajó la mano.
-Creí que eras otra persona.
-Obvio –masculló ella y estornudó. Ella vio como sus labios formaban una sonrisa y su corazón duplicó los latidos.
-Como puedes asegurar, las luces se han apagado por la tormenta. Quizás deberíamos volver arriba, donde puedes presentarte y explicar que haces aquí abajo –él indicó con la cabeza las escaleras que había a espaldas de ella, sus palabras eran claramente una orden y no una sugerencia.
A ella no le importaba. Samantha deseaba estar en un lugar más cálido y alejarse del hombre que despertaba su aletargada libido. Mientras se giraba y rápidamente subía los escalones, podía sentir su mirada fija en ella como una caricia física.
Negando con la cabeza, se recordó a si misma que tan poco sueño y el clima habían convertido en fango su sensibilidad. Su columna estaba rígida mientras entraba en la cálida atmósfera del club de nuevo, se digirió a la parte trasera de la barra y se giró una vez tuvo su cartera.
No le escuchó moverse y se quedó sin aliento al encontrarle a su espalda. ¿Este tipo nunca había oído hablar del espacio personal?
Ella tragó audiblemente. ¿Era ella, o él parecía más alto que los seis con cuatro pies que había creído antes?
-Soy Samantha Brooks, la asesora que ha contratado Gerry Barnham. Imagino que trabajas aquí.
-Veamos alguna identificación, querida.
Ella apretó la mandíbula. Cuando él cruzó los musculosos brazos contra un sólido pecho y se apoyó contra la pared a su espalda, sin moverse, ella sacó su cartera, le pasó su permiso de conducir y esperó impacientemente mientras lo examinaba.
Finalmente él asintió con la cabeza. Volviendo a meter su cartera en su bolso, ella volvió a afrontarle, perturbada tanto por su arrogancia como la mayor atracción sexual que había sentido en su vida.
-¿Y tu eres?-Sirvo las bebidas para Gerry.
Ni una más intranquilo. Ella quedó muy sorprendida. Con su estatura no podría ser más intimidante para hacer que los demás siguieran sus reglas. Pero era uno de los cantineros… tenía que ser Darius Store. Gerry le había mencionado la increíble atracción que ejercía su más nuevo cantinero, atrayendo más mujeres al club que nunca. Viéndole, entendió la atracción.
El hombre la recorrió con una mirada evaluadora de arriba abajo, sus ojos volviendo a su rostro y vagando por él como si memorizara sus rasgos.
-Soy Darius.
Ella soltó el aliento que contenía, escuchándole confirmar su identidad. En verdad trabajaba aquí. Por desgracia, su gemela mala, el duendecillo del sexo que vivía en su interior, se lamentaba de que él no tuviera la loca inclinación de raptarla para el sexo. Ella maldijo su traidora imaginación y el inexpiable sonrojo que cubrió sus mejillas y atrajo su atención a ellas en ese momento.
Su ceja izquierda se alzó, diciéndole claramente que había notado su sonrojo.
-No te esperaba esta noche. Gerry mencionó que llegarías en algún momento de este fin de semana – se acercó más a ella, pasando el brazo a su alrededor y ella se tensó. Él olía a lluvia y especias, un perfume que ella no podía ubicar pero que hacía que quisiera besar esos arrogantes labios.
En vez de cogerla, como parecía que iba a hacer, él paso su mano desde su espalda hacia delante y le dio una toalla con una sonrisa afectada.
-Estás empapada.
Irritada de que él la pusiera nerviosa y que lo supiera, soltó su bolso y cogió la toalla de sus manos, conteniendo el aliento cuando sus dedos se tocaron. Una llamarada de calor subió por su brazo y no pudo evitar que un escalofrió la recorriera.
Él frunció el ceño.
-Tienes que estar congelándote – se movió velozmente, envolviéndola entre sus brazos, con bastante más amabilidad de la que había tenido antes.
-¡Oye! Qué diablos… -ella hizo una pausa mientras el calor se radiaba a su alrededor-. Ah –gimió ella, calentando su cuerpo de esta manera tan poco natural. Caliente en más de una forma, se corrigió ella.
Con una ternura que no hubiera creído que él tenía, le apretó la cara contra su pecho. Ella podía sentir su corazón latiendo rápidamente contra su mejilla y se preguntó si no era la única a la que le afectaba la cercanía. Pero él no hizo ningún movimiento salvo sujetarla para que sus escalofríos pararan.
Tardíamente, se dio cuenta de que su pelo y pantalones vaqueros le estaban mojando.
-Lo siento –dijo con una voz más ronca de lo que le hubiera gustado-. Te he mojado.
La frotó en círculos lentos, haciendo que se derritiera contra su cuerpo duro como una roca. Después se movió ligeramente, haciéndola consciente de una roca distinta contra su estómago.
Mi, oh mi, fue todo lo que ella pudo pensar acerca de la cordillera que parecía crecer mientras él la sujetaba. Antes de que pudiera decir o hacer algo, sin embargo, la soltó, poniendo algo de distancia entre ellos.
-Deberías sentirte mejor ahora –sus ojos brillaron, un extraño indicio de un color parecía formar remolinos en las profundidades negras. Después él parpadeó y la extraña cosa desapareció.
-Me siento mucho mejor, gracias –Samantha no podía dejar de clavar los ojos en él, entendiendo ahora los comentarios de Gerry sobre las mujeres que iban en manada para visitar el club.
En menos de diez minutos en presencia de Darius, ella quiso saltar sobre sus huesos. Sus pezones dolían y su lomo latía, y él había hecho poco más que sujetarla.
Un pie detrás del otro, ya.
Ella frunció el ceño y alzó su bolso y chaqueta, conteniendo un estremecimiento mientras la chaqueta le calaba la manga de la camisa.
-Pues bien, siento haberte molestado. Veo que aun tienes trabajo así que me iré – ella miró a su alrededor buscando un teléfono-. Solamente necesito llamar a un taxi.
-Casi he terminado. Te llevaré a casa – hizo de la sugerencia una sólida orden.
-No –ella también debía haber metido fuerza en la palabra cuando él alzó una ceja-. Es agradable de tu parte, pero no quiero ser una molestia. Solamente señálame el teléfono y estaré fuera de tu pelo.
Él le señaló con el dedo el teléfono y la miró mientras terminaba de limpiar las mesas del club.
-¿Te asusto? –su boca se torció en una sonrisa sardónica. Ella se erizó.
-No. Pero realmente soy capaz de encargarme de mi misma.
-Estoy seguro de que lo eres -dijo él con una abierta sonrisa sugerente, sus ojos centrados en sus tensos pezones-. Pero estoy más que dispuesto a darte un aventón… a casa. Después de todo, es probablemente mi culpa que estés mojada –él hizo una pausa y clavó los ojos ávidamente en su cuerpo, descansando sobre su ingle.
Ella no podía creerse su descaro, pero cuando abrió la boca para atacarle, él agregó de un modo, oh, tan inocente:
-De haber estado arriba cuando llegaste, podría haberte ahorrado la lluvia y haberte dicho que entraras –sus ojos negros brillaron, conocedores y llenos de un entendimiento de sus connotaciones sexuales.
¡Imbécil! Por desgracia, sus palabras casi le hicieron olvidar su celibato auto impuesto. A pesar de sus comentarios y su arrogancia, ella sintió que la hacía olvidar a cualquier hombre con el que hubiera estado antes. Era todo lo que podía hacer para no salir corriendo por la puerta cuando el taxi finalmente tocó el claxon.
-Trataré contigo mañana –dijo la advertencia sobre su hombro, teniendo la intención de ajustar su actitud una vez que hubiera meditado sobre la situación tras una buena noche de sueño.
-Sí, lo harás –llegó su definitiva respuesta.
* * * *
Darius observó como el genio brillaba en los ojos de la mujer. Una optimista, fuerte y exacta llamarada apareció en su interior, asombrándole hasta el alcance puro de necesidad que inundaba su sistema.
En los interminables y aburridos días pasados en este mundo, ni una vez había conocido una necesidad por una mujer como ahora. Y aun no la conocía.
Obviamente su cuerpo reconocía la química perfecta.
Negó con la cabeza mientras limpiaba el resto del club. Quizás la fortuna finalmente le sonreía. ¿Qué más salvo el destino, podía ser responsable de su decisión de cambiar el turno con Michelle y después quedarse hasta tarde de modo que Mike pudiera salir pronto para estar con su novia?
Darius hubiera podido irse hacía una media hora pero por algún momento había decidido retrasar su vuelta a casa. Sonrió abiertamente, recordando los senos henchidos que hacía poco había sentido contra su pecho.
Devolviendo los grandes contenedores de basura a su sitio, tiró los productos de limpieza al almacén y echó el candado a la puerta trasera tras salir.
Mientras la fría lluvia golpeaba desde el cielo, caminó hasta su camión. Una vez dentro del Chevy Blazer del 89, rápidamente irradió el suficiente calor de su cuerpo para calentar el camión y derretir el hielo del parabrisas.
¿No podía haberles enviado Arim a un lugar que tuviera temperaturas parecidas a las cálidas de Tanselm? En el miserable año que había estado en este Seattle, le había hecho falta ver la temperatura de un solo día cercana a la de la estación de cultivo de Tanselm. Suspiró y salió del estacionamiento. Dirigiéndose a la casa que compartía con sus hermanos, sintió otra ola llegar de nostalgia por su patria.
En su mente respiró el puro aire de su tierra natal, su sierra entre los legendarios árboles del rilk contra el claro cielo de su territorio occidental. Gracioso, pero el color de las hojas de Tanselm era del mismo tono que los ojos de Samantha Brooks.
Sus pensamientos dieron un rápido giro mientras conducía hasta Greenlake. A este paso, Tanselm estaría completamente destrozado antes de que volvieran. No por no intentarlo, sino porque ninguno había conseguido encontrar una mujer con la fuerza de ánimo o la disposición mental para aceptar su modo de vida.Al principio Darius había creído en utilizar el sexo como un modo de encontrar una compañera. Por desgracia. Sus acoplamientos le dejaban físicamente saciado pero espiritualmente exhausto. Al menos las mujeres con las que se acostaba en Tanselm alimentaban esta parte de él que necesitaba un contacto más profundo, una conciencia de la vida a su alrededor.
Aquí en este plano, las mujeres con las que había tenido sexo le habían dado placer físico y poco más. Y la verdad, el sexo no había sido gran cosa. No había habido estimulación mental, solo juegos y más juegos, sobretodo una vez que se dieron cuenta de que tenía tres hermanos idénticos.
Haciendo una mueca, entró en la calle de una monstruosa casa con vistas al lago, una casa apenas adecuada para los Cuatro Reyes, pero parecía lo mejor que podrían encontrar en ese mundo.
Estacionó su camión tras el Jeep de Cadmus y al lado del BMW de Marcus. A Aerolus le hacía falta comprarse uno, y teniendo en cuenta su nueva inclinación hacia la tele transportación, Darius no veía al bicho raro de su hermano comprando uno.
Por mucho que se alegrara del respiro de la lluvia, no podía evitar mirar con cólera el interior del camión… una monstruosidad mecánica escudándole de la naturaleza. Lo que daría por un caballo.
Bajando del voluminoso vehículo, se dirigió a la puerta principal. Entró para encontrar la casa a oscuras y se abrió paso quedamente hasta su dormitorio en el segundo piso. Habiendo vivido los primeros meses en este mundo en un territorio salvaje, viviendo a base de la tierra, libremente admitía que le gustaba la comodidad de esta casa, tan pequeña y débilmente construida como era.
No estaba hecha de roca o acero, se había construido a base de madera y ladrillo, ambas sustancias que se derretirían bajo su toque abrasador. De hecho, nada aquí podría resistir el ataque de un brujo, salvo él y sus hermanos. Nunca usaron el dispositivo de seguridad que venía instalado en la casa. Como si los cuatro Storm Lord necesitaran protección contra cualquiera de estos habitantes.
En su habitación, se desnudó, poniendo su abrigo sobre una silla pero echando las demás prendas al suelo. Yendo al cuarto de baño contiguo, agradeció poder quitarse las lentillas que nublaban su visión. Colocando las lentillas de tono café en la solución, miró su reflejo, contento de volver a verse.
Su pelo y su cara se veían iguales, sus iris rojizos atontados por el sueño. Sin embargo, su cuerpo había comenzado a adelgazar. Con ojos críticos estudió atentamente su torso. Los pesados músculos que había ejercitado diariamente en el castillo habían desaparecido, dejándole más delgado de lo que debería estar nunca un verdadero guerrero de Tanselm.
Sin embargo, sus piernas habían ganado músculos debido a lo mucho que andaba allí. Sin un caballo para moverse, Darius a menuda andaba por el pueblo, no queriendo permanecer enjaulado en la reliquia de camión.
De no ser porque el interior era lo suficiente grande como para estar cómodo y el hecho de que su trabajo estaba demasiado lejos para ir a pie cada día, nunca lo hubiera comprado. Pero trabajar en Outpour significaba estar constantemente en exposición ante posibles prometidas, y tenía que continuar buscando hasta que diera con su affai.Suspirando, dejó el cuarto de baño y se deslizó en la cama extra grande. El susurro del raso sobre su cuerpo le concientizó con inquietud del tiempo que había pasado desde que había estado con una mujer y lo atractiva que había encontrado a la señorita Samantha Brooks.
Su pene se movió, recordando los pezones contra sus manos, su cuerpo curvilíneo apretado contra el de él endureciéndose y latiendo en un segundo. Maldiciendo la oportunidad del momento y su cansancio, comenzó a girarse sobre su estómago e
intentó dormir. Pero durante toda la noche los sueños sobre ella le tentaron, hasta el punto en que se despertó sudando, su cuerpo rogando culminación.
Imaginando que las manos de Samantha se arrastraban por su cuerpo, alcanzó su pene y comenzó a acariciarlo, en todo momento visualizando a Samantha de rodillas, succionándole hasta lo más profundo de su garganta. Su aliento se puso jadeante y aumentó el ritmo, quedando insoportablemente estimulado por el pensamiento de ella tragándoselo, el intenso tironeo de su boca. Cambió la fantasía, imaginándola más inclinada para recibir su pene, montándole con sus senos alzados, implorando por sus caricias. Volvió a sentir el peso de esos globos en sus manos, los insolentes pezones endurecidos pidiendo atención, aguijoneándole con una poderosa lujuria.
En su imaginación podía ver sus hermosos ojos verdes con un profundo anhelo, sus pechos hinchados implorando ser chupados. Los pétalos de su suavidad femenina eran regordetes, su clítoris rosado le necesitaba a él y solo a él.
Con un gemido repentino llego al clímax, moviendo su puño una y otra vez mientras los pensamientos sobre Samantha le llenaban de placer. Atontado por la profundidad de su necesidad, no podía evitar preguntarse por Samantha y la extraña fascinación que sentía por ella. Habían pasado años desde que se hubiera sentido tan despierto por la simple imagen de una mujer, y aun más desde que había sentido la necesidad de encargarse de sus deseos.
Después de limpiarse con una cercana toalla, se volvió a acomodar en un precario sueño, su cuerpo latiendo de satisfacción mientras su mente se enfurecía por la necesidad de razonar con este nuevo acertijo.
Le costaba creer que una mujer de este mundo pudiera ser su affai. Entendía de atracción y lujuria. Caramba, admitía libremente que deseaba el cuerpo de Samantha.
¿Pero encontrar a su affai en este nivel? ¿Una mujer que completara su espíritu, que se uniera a él por la eternidad? A pesar de los reclamos contrarios de Arim y su madre, Darius dudaba de que encontrara una verdadera compañera en un mundo sin magia.
Con su mente tan cansada y a la deriva en el sueño, se dio cuenta de que volvería a ver a Samantha esa noche. Y cuando lo hiciera, establecería las reglas y la etapa para la seducción, y la adulación para sacar a la tentadora arpía de su sangre para siempre.
yiany- Mensajes : 1938
Fecha de inscripción : 23/01/2018
Edad : 41
yiany- Mensajes : 1938
Fecha de inscripción : 23/01/2018
Edad : 41
Re: Lectura Marzo 2018
Samantha apareció y el primer encuentro fue pecaminoso sin llegar a ningún extremo...
Me falta esa parte en como los hermanos terminaron todos juntos en una casa y en un mundo donde no conocen nada
Enviado desde Topic'it
Me falta esa parte en como los hermanos terminaron todos juntos en una casa y en un mundo donde no conocen nada
Enviado desde Topic'it
berny_girl- Mensajes : 2842
Fecha de inscripción : 10/06/2014
Edad : 36
Re: Lectura Marzo 2018
cierto Berny creó haber leído que ya había pasado un año, pero no solo Darius se sintió extraño también Samantha cuando se conocieron hubo mucha atracción
yiniva- Mensajes : 4916
Fecha de inscripción : 26/04/2017
Edad : 33
Re: Lectura Marzo 2018
Graaaciasyiany escribió:Bienvenida @blackwidow espero que disfrutes la lectura.
Por cierto, ¿soy la única que piensa que la mamá de ellos es de allí? Quiero decir, es como muy sospechoso todo jaja.
Me encantó el primer encuentro
Invitado- Invitado
Re: Lectura Marzo 2018
blackwidow escribió:Graaaciasyiany escribió:Bienvenida @blackwidow espero que disfrutes la lectura.
Por cierto, ¿soy la única que piensa que la mamá de ellos es de allí? Quiero decir, es como muy sospechoso todo jaja.
Me encantó el primer encuentro
la verdad también lo pienso, con todo eso de que su pasado es complicado, pero entonces como obtendrían ella y su hermano su poder?
yiany- Mensajes : 1938
Fecha de inscripción : 23/01/2018
Edad : 41
Re: Lectura Marzo 2018
yiany escribió:blackwidow escribió:Graaaciasyiany escribió:Bienvenida @blackwidow espero que disfrutes la lectura.
Por cierto, ¿soy la única que piensa que la mamá de ellos es de allí? Quiero decir, es como muy sospechoso todo jaja.
Me encantó el primer encuentro
la verdad también lo pienso, con todo eso de que su pasado es complicado, pero entonces como obtendrían ella y su hermano su poder?
Hm, quizás sea porque al llegar a Tanselm se manifestaron sus poderes. Ay no sé. Espero que en los próximos capítulos digan algo al respecto.
Invitado- Invitado
Re: Lectura Marzo 2018
Gracias por el capi.
Buena tu acotacion @blackwidow no habia pensado en eso con la madre aunque como esta su hermano en ese plano tambien?? Segun lo que lei el quinto libro es de Arim.
Pero bueno este encuentro fue todo candente la quimica y las chispas saltaron como fuegos artificiales. Espero que Samantha tambien haya soñado con Darius como el lo hizo
Buena tu acotacion @blackwidow no habia pensado en eso con la madre aunque como esta su hermano en ese plano tambien?? Segun lo que lei el quinto libro es de Arim.
Pero bueno este encuentro fue todo candente la quimica y las chispas saltaron como fuegos artificiales. Espero que Samantha tambien haya soñado con Darius como el lo hizo
mariateresa- Mensajes : 1841
Fecha de inscripción : 10/01/2017
Edad : 47
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