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Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
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Book Queen :: Biblioteca :: Lecturas
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Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
cap. 6
Pobre Blue, esta super perdida, mo sabe quien es, no sabe de donde viene, ni a donde va, se siente nada, y cree que siendo popular tendra amor es muy triste su historia
Pobre Blue, esta super perdida, mo sabe quien es, no sabe de donde viene, ni a donde va, se siente nada, y cree que siendo popular tendra amor es muy triste su historia
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
Fecha de inscripción : 24/02/2017
Edad : 52
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
VII.
En que momento Blue bajará la guardia y por fin aceptará que la gente si le importa solo que tiene miedo de que la abandonen y un golpe mas no será fácil de superar?
Tal vez también ella es como como el hombre puercoespín como todos en algun momento somos o seremos asi...
En que momento Blue bajará la guardia y por fin aceptará que la gente si le importa solo que tiene miedo de que la abandonen y un golpe mas no será fácil de superar?
Tal vez también ella es como como el hombre puercoespín como todos en algun momento somos o seremos asi...
citlalic_mm- Mensajes : 978
Fecha de inscripción : 04/10/2016
Edad : 41
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
No me gusta mucho que Gracie por un chico que no le da ni la hora quiera cambiar y parecerse a Blue y sin embargo la trate mal y la juzgue!!
De este séptimo capi, me encantó que Blue hiciera sonrojar al profe con su comentario jejej Aunque no le refutó nada porque lo que dijo era cierto jeje
Me parece raro que Jimmy le dijera que su madre era parecida a él, quizás era morocha, pero dudo que haya sido parte de una tribu... Quizás lo que no le contestó a la pregunta de Blue fue para no decirle desde tan jovencita que ella en realidad no era familia sanguínea de él...
Gracias por los capis!!!
De este séptimo capi, me encantó que Blue hiciera sonrojar al profe con su comentario jejej Aunque no le refutó nada porque lo que dijo era cierto jeje
Me parece raro que Jimmy le dijera que su madre era parecida a él, quizás era morocha, pero dudo que haya sido parte de una tribu... Quizás lo que no le contestó a la pregunta de Blue fue para no decirle desde tan jovencita que ella en realidad no era familia sanguínea de él...
Gracias por los capis!!!
LuVelitta- Mensajes : 3002
Fecha de inscripción : 28/08/2016
Edad : 35
Localización : Perdida en el medio de la nada...
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Chicas aquí tienen una firma de club realizada por @Mrs. Carmichael por favor dejen su ranguito para ella AQUÍ
- Código:
[img]https://i58.servimg.com/u/f58/19/61/69/42/club_d10.jpg[/img]
Maga- Mensajes : 3549
Fecha de inscripción : 26/01/2016
Edad : 37
Localización : en mi mundo
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Creo que brandon va hacer un un molesto grano en el trasero de blue grace paso de ser una niña dulce a toda una hinchadora por lo menos manny algo la contiene.
Blue deberia hablar con ella es solo una niña caprichosa
Y Jimmy me encanta cuando cuentas sus historias al igual que wilson.
Gracias por el capitulo
Blue deberia hablar con ella es solo una niña caprichosa
Y Jimmy me encanta cuando cuentas sus historias al igual que wilson.
Gracias por el capitulo
mariateresa- Mensajes : 1841
Fecha de inscripción : 10/01/2017
Edad : 47
Localización : CHILE
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Cap. 7
por fin Blue ha aceptado que sunmanera de ser es una proteccion por que se siente sola, y no quiere sifrir otra vez estando con alguien y que se vaya.
Y ahora ademas tiene quenlidiar con Gracie. a ver como resuelve eso.
por fin Blue ha aceptado que sunmanera de ser es una proteccion por que se siente sola, y no quiere sifrir otra vez estando con alguien y que se vaya.
Y ahora ademas tiene quenlidiar con Gracie. a ver como resuelve eso.
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
Fecha de inscripción : 24/02/2017
Edad : 52
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Leí el libro en un día prácticamente, por su desarrollo, la intensidad y los personajes. Me resulto ambigua, pero si intensa en cuanto lo emocional. Es entretenida y fácil de leer.
Sabischl- Mensajes : 124
Fecha de inscripción : 14/10/2016
Edad : 42
Localización : Cordoba
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
8
Arma de Metal
Cuando escuché el primer disparo pensé en los fuegos artificiales que habían estallado y crepitado por todo el vecindario en Noche vieja. Me sorprendió, pero no se me ocurrió tener miedo. El estacionamiento alrededor de mi complejo de apartamentos había sido iluminado los últimos dos días por residentes lanzando cohetes de botellas, ruletas y niños corriendo con luces de bengala, estaba casi acostumbrada al sonido. Cerré mi casillero de un golpe y me dirigí hacia mi séptima hora de clase cuando otro disparo sonó. Y entonces los chicos comenzaron a gritar y personas clamaban que alguien tenía un arma. Doblé la esquina en el camino al salón del señor Wilson y vi a Manny, el brazo en alto como la Estatua de la Libertad, una pistola aferrada como una antorcha en su mano. Estaba disparando al techo y caminando hacia la puerta de Wilson exigiendo saber dónde se encontraba Brandon Bates. El horror se estrelló contra mí como un tren fuera de control. Brandon se encontraba en mi séptima hora, la clase de Historia Europea en la habitación del señor Wilson. Dejé caer mis libros y corrí tras Manny, gritando.
—¡Manny! ¡Manny, detente! —grité. Manny ni siquiera volvió la cabeza. Siguió caminando y disparando. Tres disparos y luego cuatro. Entró en el salón de Wilson y cerró la puerta tras él. Sonó un disparo una vez más. Unos segundos después volé a través de la puerta, esperando lo peor. El señor Wilson se paró frente a Manny, una mano tendida hacia él. Manny tenía el arma apuntando a la frente de Wilson y exigía saber dónde estaba Brandon. Los chicos lloraban y se acurrucaban juntos debajo de sus escritorios. No vi sangre, ni cuerpos, y ninguna señal de Brandon Bates. Mi alivio me dio coraje. Estaba detrás de Manny, en frente de Wilson, y aunque los ojos de Wilson nunca abandonaron el rostro de Manny o la pistola apuntando a su frente, su mano me hizo señas de que me alejara. Me acerqué a Wilson, dando un gran rodeo a Manny así no lo iba a asustar, hablando en voz baja mientras lo hacía.
—Manny. Tú no quieres hacerle daño a Wilson. Él te agrada, ¿recuerdas? Dijiste que es el mejor profesor que has tenido. —Los ojos de Manny se balanceaban salvajemente hacia mí y luego se centraron en Wilson una vez más. Respiraba con dificultad, sudando profundamente, y sus manos temblaban de manera violenta. Tenía miedo de que jalara accidentalmente el gatillo. A esa distancia no fallaría un tiro contra Wilson.
—¡Aléjate, Blue! ¡Él está protegiendo a Brandon! ¡Todos abajo! —gritó Manny, agitando la pistola en todas direcciones—. Voy a volar su cabeza, lo prometo — tartamudeó, las palabras estaban tan en desacuerdo con su joven voz que casi me eché a reír. Pero no era divertido. Nada de eso era divertido. Seguí caminando, y Wilson sacudió la cabeza con furia, dispuesto a mantenerme quieta. Pero seguí moviéndome. Mis piernas se sentían como si pesaran 400 libras, y no podía sentir mis manos. Estaba completamente entumecida de miedo. Pero no tenía miedo de Manny. Me encontraba terriblemente asustada por él.
—Manny. Dame el arma, cariño. Ninguno de nosotros está protegiendo a Brandon. —Miré a mí alrededor a los estudiantes acobardados, orando porque Brandon no estuviera en la habitación. Varios estudiantes levantaron la cabeza, en busca de Brandon también, pero nadie habló.
—No está aquí, Manny —dijo Wilson, su voz tan tranquila, como si sólo estuviera dando otra conferencia—. No lo estoy protegiendo. Te estoy protegiendo a ti, ¿entiendes eso? Tu hermana te necesita, y si le disparas a Brandon o a cualquier otra persona, irás a la cárcel por mucho tiempo.
—¡Pero ella sólo tiene catorce años! ¡Y él le envió las fotos a todo el mundo! Ella pensó que le gustaba. ¡Él le dijo que le enviara algunas fotos y luego las envió a todo el mundo! ¡Trató de suicidarse, y ahora lo voy a matar! —Manny lloraba, se inclinó para mirar debajo de las mesas, seguro de que escondíamos a Brandon.
—Y él va a tener que responder por eso, Manny. —Lo tranquilicé, ahora a la distancia de un brazo de él. Wilson extendió la mano y me agarró del brazo, tirando de mí hacia él. Trató de empujarme detrás de su espalda pero me encogí fuera de su alcance, manteniéndome entre él y Manny. Sabía que Manny no me dispararía. Manny había vuelto a apuntar la pistola hacia Wilson, pero ahora yo me había interpuesto en el camino.
—¡Hay fotos de ti también, Blue! ¿Sabías eso? Gabby me las mostró esta mañana. ¡Toda la jo-jodida es-escuela te ha vi-visto! —tartamudeó Manny, su rostro una máscara destrozada.
Me aseguré que eso no podía ser verdad, incluso cuando la aturdida humillación obstruyó mi garganta y se extendió a través de mis extremidades como veneno de serpiente. Mantuve mi brazo extendido, con la esperanza de que Manny cediera y me entregara la pistola.
—Si ese es el caso, entonces, ¿no debería ser Blue quién sostenga el arma? —respondió Wilson suavemente. Los ojos de Manny se dispararon a Wilson, una mirada de asombro en su rostro. Entonces me miró, y yo moví los dedos, indicándole que me la entregara. Él pareció considerar lo que dijo Wilson.
Entonces Manny rió. Fue sólo un pequeño hipeo, pero el sonido rebotó por la habitación como otro disparo. Quise cubrir mi cabeza, pero el hipo se convirtió en carcajada, y la carcajada en una dura risa que se volvió atormentados sollozos.
Todo a la vez, Manny parecía haber perdido la determinación, y su brazo cayó flojo, la pistola colgaba de sus dedos. Hundió la barbilla en su pecho y dejó que los sollozos se apoderaran de él. Wilson me rodeo y tomó a Manny en sus brazos, acercándolo más mientras mis manos se cerraban alrededor de la pistola. Manny me dejó tomarla sin protestar, y me retiré con cautela, un paso a la vez, mientras veía a Manny sollozar en el pecho de Wilson. Pero una vez que tuve el arma, no supe qué hacer con ella. No quiera soltarla, y no podía dársela a Wilson. Sus brazos estaban envueltos alrededor de un Manny inconsolable, más para contenerlo, que para ofrecer consuelo, aunque Manny no necesitaba saber eso.
—¿Sabes cómo vaciarla? —me preguntó Wilson en voz baja.
Asentí. Jimmy me enseñó. Rápidamente quité las balas mientras Wilson se dirigía a la clase, muchos de los cuales habían comenzado a levantarse de donde se acurrucaban debajo de sus escritorios.
—Estudiantes. Necesito que todos salgan del aula con calma. Caminen, no corran. Al salir al pasillo, no se detengan. Salgan de la escuela. Supongo que la ayuda ya está en camino. Todo va a estar bien. Blue, quédate aquí conmigo. No puedes ir por los pasillos con la pistola, y no puedo tomarla ahora mismo. Esperaremos aquí hasta que lleguen los refuerzos.
Por refuerzos, sabía que Wilson se refería a la policía, pero trataba de no alarmar a Manny quien se encontraba claramente desecho, y era un desastre temblando en sus brazos.
Mis compañeros de clase se apresuraron hacia la puerta, fluyendo a la vez que estallaron en el pasillo. El corredor estaba vacío y silencioso, como si estuvieran en clases detrás de las puertas cerradas. Pero sabía que habían maestros tratando de mantener a sus estudiantes seguros, acurrucados con terror detrás de esas puertas, llorando, rezando, esperando no oír más disparos, pidiendo rescate, llamando al 911.Tal vez todo el mundo corrió hacia las salidas cuando Manny comenzó a dispararle a las luces en el techo. Tal vez había un equipo SWAT subiendo corriendo las escaleras en ese mismo momento. Todo lo que sabía era que cuando la policía llegara, mi pequeño amigo se iría con las manos esposadas, y no volvería a la escuela. Nunca más.
—Pon el arma y las balas en mi escritorio, Blue. No quieres estar sosteniéndolas cuando lleguen las autoridades. —Wilson instruyó, captando mi atención de nuevo a la ahora vacía sala de clases y la pistola en mi mano.
Hice lo que Wilson me pidió, y mientras me movía hacia él sus ojos encontraron los míos y vi el terror de lo que acababa de ocurrir estampado en su joven rostro. Era como si, ahora que el peligro había pasado, estuviera reproduciendo todo el evento en su cabeza, con completas escenas alternativas y posibles tomas sangrientas. A pesar de que me pregunté por qué no temblaba, mis piernas ya no lograron sostenerme y me tambaleé, agarrando el escritorio para sostenerme.
Y luego la habitación era un hervidero de policías gritando instrucciones y haciendo preguntas. Wilson las respondió en una rápida sucesión, señalando el arma y relatando lo que ocurrió en su salón de clases. Wilson y yo fuimos empujados a un lado cuando Manny fue rodeado, contenido, y sacado de la escuela. Entonces los brazos de Wilson se encontraban a mí alrededor, sosteniéndome con fiereza mientras yo me aferraba a él. La parte delantera de su camisa se hallaba húmeda por las lágrimas de Manny, y podía sentir su corazón golpeando salvajemente contra mi mejilla. El olor a jabón picante y menta que eran únicamente de Wilson estuvo acompañado por el fuerte olor de su miedo, y por varios minutos ninguno de los dos fue capaz de hablar. Cuando finalmente habló, su voz era ronca con sentimiento.
—¿Estás loca? —Me dijo, sus labios contra mi pelo, sus palabras cortadas y su acento pronunciado—. Tienes más coraje que cualquier chica que he conocido. ¡¿Por qué, en nombre de Dios, no te ocultaste como cualquier otro estudiante con dos dedos de frente?!
Me aferré a él, temblando. La adrenalina que me había mantenido en posición vertical ya me había abandonado. —Él es mi amigo. Y los amigos no dejan que amigos... disparen... a otros amigos —bromeé, mi voz temblorosa a pesar de mi bravuconearía. Wilson se rió, el sonido fue casi violento y lleno de alivio. Me uní a él, riendo porque habíamos mirado a la muerte a la cara y vivido para contarlo, riendo porque no quería llorar.
Wilson y yo respondimos unas preguntas juntos, y luego fuimos interrogados de nuevo por separado, al igual que todos los estudiantes presentes en el salón y en los pasillos para el momento en que Manny entró a la escuela. Estoy segura de que Manny también fue interrogado intensamente, aunque abundaron los rumores de que él no respondía y actualmente estaba bajo vigilancia de suicidio. Más tarde me enteré de que la SWAT fue llamada, ambulancias y personal de emergencia se reunían alrededor de la escuela en el momento en que la clase de Historia Europea de la séptima hora atravesó las puertas principales de la escuela secundaria.
La mayoría de los estudiantes fueron rápidamente evacuados por los maestros y administradores para cuando el drama se desarrolló en el salón del señor Wilson, y cuando los alumnos huyeron del edificio, llevaron con ellos la noticia de que Manny fue desarmado, la policía que acababa de llegar a la escena entró de inmediato al edificio. Desde el momento en que el primer disparo dio a una luz fluorescente, al momento en que Manny fue detenido, sólo habían transcurrido quince minutos. Se sintieron como una eternidad.
La gente decía que Wilson y yo éramos héroes. Había cámaras de canales locales por todos lados, así como una parte de cobertura nacional del tiroteo en la escuela que había terminado sin derramamiento de sangre. Fui elogiada por la Directora Beckstead personalmente, lo que era surrealista para cualquiera de las dos, estoy segura. Las pocas veces que había estado en su punto de mira en el pasado no fueron debido a un comportamiento heroico, por decir lo menos. El Señor Wilson y yo fuimos acosados por los medios durante semanas. Pero yo no quería hablar con nadie acerca de Manny, y me negué a todas las entrevistas. Yo sólo quería a mi amigo de vuelta, y toda la policía y los entrevistadores sólo me hicieron pensar en Jimmy y la última vez que perdí a alguien que me importaba. Incluso creí ver al Oficial Bowles, el oficial que me detuvo en la camioneta de Jimmy hace una vida atrás. Hablaba con un grupo de padres cuando salí de la escuela ese terrible día. Me dije que no podía ser. ¿Y qué si lo era? No era como si tuviera algo que decirle.
Había pasado un mes desde que Manny perdió la razón. Un mes desde que tuve un descanso de la locura que sobrevino. Un mes de intensa tristeza, un mes con desesperación para la familia Olivares. Manny fue dejado en libertad, en espera de algún tipo de audiencia, y Gloria se llevó a sus hijos y huyó. No sabía dónde se encontraban, y dudaba que los volviera a ver otra vez. Un mes horrible. Así que llamé a Mason. Ya era un patrón conmigo. No tuve citas. No salí. Tuve sexo.
Mason estaba feliz de hacerlo, como siempre. Me gustaba como Mason lucía, y me gustaba la forma en que me sentía cuando me encontraba debajo de él. Pero no me gustaba especialmente Mason. No quería analizar por qué no me gustaba, o incluso si eso debería ser considerado. Así que cuando lo encontré esperándome después de la escuela, afirmado en su Harley con los brazos cruzados para que pudiera ver los tatuajes en sus bíceps trabajados, dejé mi camión estacionado en el estacionamiento de la escuela y me subí en la parte trasera de su motocicleta. Crucé el bolso sobre mi cabeza y envolví mis brazos alrededor de su cintura mientras nos alejábamos. A Mason le encantaba conducir, y la tarde de enero estaba fría pero atravesada por un implacable sol del desierto. Conducimos por la carretera durante más de una hora, alcanzando la presa Hoover y el sinuoso camino de vuelta, cuando el invierno comenzó a reclamar la luz, haciendo retroceder el sol que se retiró demasiado pronto. Yo no había atado mi cabello, dejando que el viento lo azotara en una enredada masa negra que abofeteó contra mi cara de una manera en que parecía purgar y castigar, que era lo que al parecer buscaba.
Mason vivía arriba del garaje de sus padres en un apartamento al que se accedía por un estrecho conjunto de escaleras de metal que se sostenía en una apenas plataforma. Subimos a su apartamento, con las mejillas rojas quemadas por el viento, la sangre golpeteando, vigorizados por el frío paseo. No esperaba una dulce charla o juegos previos de coqueteo; nunca lo hacía. Nos tiramos sobre la cama deshecha sin decir una palabra, apagando mi ansioso corazón y los nervios en mi cabeza cuando el atardecer se convirtió en otra noche, en otra unión sin significado, en otro intento de encontrarme lejos de mi misma.
Me desperté horas más tarde en una cama vacía. Música y voces se oían a través de las finas paredes que separaban el dormitorio y baño de Mason desde el resto del espacio. Me puse mi ropa, metiéndome en mis jeans que despreciaba, pero que usaba continuamente día tras día. Me sentía hambrienta y esperaba que Mason y quien sea que estuviera ahí fuera hubieran ordenado una pizza la cual pudiera robar. Mi pelo era una maraña imposible, mis ojos un lío de negra mascara de pestañas, y me pasé veinte minutos el baño asegurándome de que la compañía de Mason no haría insinuaciones desagradables sobre las actividades de anoche.
Terminé en el baño y, por costumbre, apagué la luz mientras me dirigía al otro lado de la habitación. Me abrí camino con cuidado alrededor de la cama, caminando alrededor de la ropa y los zapatos esparcidos. El interruptor de la luz de la habitación estaba en la puerta de enfrente, pero el baño estaba al otro extremo de la habitación, por lo que el camino a través del desordenado espacio era difícil en mis botas de tacón alto. Llegué a la puerta que me separaba de algo con queso y caliente, y estaba girando la perilla cuando oí la puerta exterior abrirse y a Mason saludar a su hermano con un:—¿Qué pasa, hermano?
No había visto o hablado con Brandon Bates desde antes de los disparos. Y no quería a hacerlo. El ni siquiera estuvo en la escuela esa tarde, sin embargo, lo culpaba completamente por los acontecimientos. Me apreté contra la puerta del dormitorio, hambrienta e indecisa, escuchando el saludo de alguien más también.
—Hola, Brandon, ¿alguien ha intentado matarte últimamente? —Era Colby, mi menos favorito de todos los amigos de Mason. Era feo, malo, y estúpido. Una triple amenaza. Y sonaba borracho, lo que no presagiaba nada bueno para la noche. Lo evitaba siempre que era posible. Parecía que esta noche no sería posible.
—Todavía no, Colb, pero la noche es joven —bromeó Brandon, siempre el amistoso encantador.
—Mason dice que tienes algunas fotos de esa pequeña señorita en tu teléfono. —Colby arrastró las palabras—. No las confiscaron ¿verdad?
A pesar de que Graciela le envió a Brandon fotos de ella desnuda, Colby fue acusado de posesión y distribución de esas imágenes, y el rumor era que sus padres luchaban con uñas y dientes por la liberación de los cargos. Pero todo el mundo sabía que lo había hecho.
—Cállate Colby, idiota —ladró Mason, pero su tono carecía de una cierta molestia, suspiré, mirando la escritura en la pared. Caminaría de regreso a mi camión, todavía estacionado en la escuela. Él y Colby, obviamente se quedarían por el resto de la noche. Un montón de alcohol y episodios interminables de Ultimate Fighter.
—¿Qué? ¡Vi esa foto que tienes de Blue! Esa chica tiene un cuerpo que no dejaría, si sabes de lo que estoy hablando. ¡No como una pequeña chica de noveno grado! —Colby rió.
Mi corazón patinó hasta detenerse en seco.
Mason maldijo y arrojó algo, sus palabras se perdieron en un obvio forcejeo mientras algo se estrellaba y obscenidades volaban junto con varios objetos duros.
—¡Ella está en la otra habitación, Colby, jodido idiota! —escupió Mason, y Colby y Brandon comenzaron a reír, obviamente sin preocuparse en absoluto por el hecho de que yo pudiera oírles hablar de mi cuerpo o el hecho de que Mason había tomado una foto de dicho cuerpo sin mi conocimiento ni consentimiento.
—¡Hombre, yo también la vi! —aulló Brandon—. Toda la escuela la vio. De hecho, creo que esa chica mexicana la vio en mi teléfono. Lo que hizo más fácil convencerla de que todas las chicas más calientes me envían fotos.
—¡Cállate! —dijo Mason entre dientes, su susurro tan audible como la risa de Brandon y de Colby—. ¡¿Qué demonios hacían ustedes dos mirando mi teléfono?! ¡Blue ni siquiera sabe que la tomé!
Tropecé de vuelta al baño, incapaz de escuchar más. Mi estómago se retorció, y el hambre que lo había hecho gruñir momentos antes se convirtió en un mazo agrio, y me pregunté si iba a vomitar. Graciela vio una foto mía desnuda en el teléfono de Brandon. Manny me lo dijo. Pero me convencí de que era sólo la emoción, sólo una ataque desesperado, sólo él arremetiendo contra mí por ponerme entre él y lo que percibía como justicia. No le dije nada a la policía sobre lo que Manny afirmó. Por lo que sabía, nadie más lo hizo.
Me acordé de la noche cuando Graciela estuvo tan enojada conmigo. La noche en que Manny y yo rodamos los ojos y bromeamos acerca de las chicas hormonales y sus amores. Y de repente todo tenía sentido. Graciela me tomó como una imagen, me había idolatrado. Y yo la defraudé. Creyó que le envié esa foto a Brandon, un chico al que sabía que le gustaba. Un chico a quien todo el mundo parecía gravitar, y que, por un momento, le permitió ser el centro de su atención. Y así lo hizo ella también.
Mis ojos estaban secos, pero mi pecho se movía en el esfuerzo por contener un grito agudo y seco que hizo temblar mi corazón y obstruyó mi garganta con culpa.
—¡No lo sabía! —Le rogué a mi conciencia por perdón. Mason me tomó esa foto sin mi conocimiento, y su hermano se apoderó de ella.
—¡No lo sabía! —dije desesperada, y esta vez mi voz hizo eco en el sucio baño donde me encogía. Miré a mí alrededor hacia la ropa sucia, la cortina de ducha caída, la taza de baño rancia y el fregadero cubierto de porquería. ¿Qué hacía aquí? ¿Qué hice? ¡Elegí estar aquí! Y elegí estar en esa situación con Mason. No sabía acerca de la foto. Pero no era inocente, tampoco.
Mis acciones pusieron en marcha una cadena de acontecimientos. En la cual una chica confundida, hambrienta por afecto, hizo una terrible elección. ¿Hablaba de Graciela o de mi misma? Me enfrenté a mí reflejo en el espejo e inmediatamente miré hacia otro lado. Mis acciones, por muy inadvertidas que pudieran haber sido, habían desencadenado la elección de Graciela, y a su vez, la respuesta de Manny. Manny, quien parecía amar a todo el mundo y, aún más impresionante, gustarse a sí mismo. No soy nadie. ¿Quién eres tú?
—Soy Manny. —dijo él, como si eso debería haber sido suficiente. ¿Y por qué no? Porque a pesar de todo el bienintencionado intento de ser tú mismo, ¿cómo es posible poder ser uno mismo si no sabes quién diablos eres? Manny parecía saberlo, pero él era tan susceptible como lo somos todos a la influencia de un mundo donde las personas actúan sin pensar, viven sin conciencia, y juzgan sin entender.
Agarré mi bolso y atravesé de nuevo la habitación. ¿Debería exigir el teléfono de Mason y eliminar la imagen, amenazando con ir a la policía? ¿Debería tirar cosas y llorar y decirle que era un bastardo enfermo y que no quería volver a verlo de nuevo? ¿Eso haría algún bien? El gato ya se encontraba fuera de la bolsa, por así decirlo. La imagen se hallaba en el viento. Y tal vez eso era justicia.
Caminé a través de la sala y me coloqué mi chaqueta. Colby eructó un feliz hola y Brandon parecía incómodo. Mason se quedó en silencio mientras me dirigía a la puerta. Tenía que saber que lo había oído.
—No te vayas, Blue —dijo mientras salía. Pero no fue tras mí.
eilyno- Mensajes : 582
Fecha de inscripción : 07/01/2016
Edad : 45
eilyno- Mensajes : 582
Fecha de inscripción : 07/01/2016
Edad : 45
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Guao!!! Que fuerte!! Un capítulo muy revelador, en que te puedes convertir cuando sufres de tal manera? Eres capaz de que? Un muchacho que ama a todo el mundo decidio que podia matar
L@s niñ@s a esa edad son muy suceptibles, hormonales, Por eso debemos siempre estar pendientes de con quien andan, quienes son sus amig@s, los cambios en su forma de vestir y comportarse
Gracias por el capitulo
L@s niñ@s a esa edad son muy suceptibles, hormonales, Por eso debemos siempre estar pendientes de con quien andan, quienes son sus amig@s, los cambios en su forma de vestir y comportarse
Gracias por el capitulo
carolbarr- Mensajes : 383
Fecha de inscripción : 28/08/2015
Edad : 47
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Tienes mucha razon, solo con catorce años, lo lamentable que muchas madres hoy en dia solas tienen que trabajar para mantener sus hijos y no pasan tiempo de calidad con ellos. Pobre Manny!!! un alma tan alegre llegar a esos extremoscarolbarr escribió:Guao!!! Que fuerte!! Un capítulo muy revelador, en que te puedes convertir cuando sufres de tal manera? Eres capaz de que? Un muchacho que ama a todo el mundo decidio que podia matar
L@s niñ@s a esa edad son muy suceptibles, hormonales, Por eso debemos siempre estar pendientes de con quien andan, quienes son sus amig@s, los cambios en su forma de vestir y comportarse
Gracias por el capitulo
eilyno- Mensajes : 582
Fecha de inscripción : 07/01/2016
Edad : 45
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
dije que brandon seria un grano en el *** pobres sobre todo por manny con lo dulce que es y mason las embarrastes con blue ahora quiero justicia por el mal que hicieron
gracias por el capi
gracias por el capi
mariateresa- Mensajes : 1841
Fecha de inscripción : 10/01/2017
Edad : 47
Localización : CHILE
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Sinceramente lo que menos me esperaba era un capítulo así, pobre Manny, un ser tan lindo trastornado de esa manera cambiando completamente y arruinando su vida!
Y ahora es Blue quien se siente culpable por lo sucedido!! Pobres!!
Y ahora es Blue quien se siente culpable por lo sucedido!! Pobres!!
LuVelitta- Mensajes : 3002
Fecha de inscripción : 28/08/2016
Edad : 35
Localización : Perdida en el medio de la nada...
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Me dio mucha lástima y bronca la de Manny, volverá algún día? Creo que lo extrañaremos demasiado sino...Espero que Blue no vuelva a salir con Masón, no es más que un idiota
Yani- Mensajes : 5497
Fecha de inscripción : 14/02/2015
Edad : 44
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
VIII
Manny!!! Que has hecho y Blue que “!#$%& valor al enfrentar esta situación yo hubiera quedado ahí, muerta del miedo; y una vez mas alguien que le importaba salió de su vida, sin decir adiós; así es Blue esta hambrienta por que alguien la quiera, confundida por sus acciones que a terceros han afectado y como no va ser así si no hay nadie quien la oriente…
Manny!!! Que has hecho y Blue que “!#$%& valor al enfrentar esta situación yo hubiera quedado ahí, muerta del miedo; y una vez mas alguien que le importaba salió de su vida, sin decir adiós; así es Blue esta hambrienta por que alguien la quiera, confundida por sus acciones que a terceros han afectado y como no va ser así si no hay nadie quien la oriente…
citlalic_mm- Mensajes : 978
Fecha de inscripción : 04/10/2016
Edad : 41
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Ya me puse al dia!
No puedo imaginar por lo que tuvo que pasar Blue.
Sigo diciendo que esta canción es sobre ella!
Mi pobre Manny :Cc
Rayos que jodi** idiota es Brandon, en este momento lo unico que quiero hacerle es
No puedo imaginar por lo que tuvo que pasar Blue.
Sigo diciendo que esta canción es sobre ella!
Mi pobre Manny :Cc
Rayos que jodi** idiota es Brandon, en este momento lo unico que quiero hacerle es
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
9
Medianoche
Medianoche
Mi camioneta estaba sola en el mar de franjas negras. Las luces en el estacionamiento hacían pequeños charcos de color naranja en el suelo, y caminé hacia mi camioneta, agradecida de que la noche estaba a punto de terminar. Mis pies dolían. Las botas de tacón alto que hacían que mis piernas se vieran muy largas apretaban los dedos de mis pies y me tenían cojeando los últimos pasos. Saqué mis llaves de mi bolso y abrí la puerta. Chirrió fuertemente cuando la abrí, haciéndome saltar un poco, aunque la había oído chirriar mil veces antes. Me deslicé dentro de la cabina, cerré la puerta y metí las llaves en el encendido.
Clic, clic, clic, clic.
—¡Oh no! ¡Ahora no, por favor, ahora no! —gemí. Intenté de nuevo. Sólo la serie de pequeños clics rápidos. Las luces ni siquiera se encendieron. La batería estaba muerta. Dije una palabra muy poco femenina y golpeé en el volante, haciendo a la bocina pitar por clemencia. Consideré dormir en el asiento delantero. Mi casa estaba a kilómetros de distancia, y llevaba zapatos ridículos e imposiblemente altos. Me llevaría horas caminar a casa. Cheryl estaba en el trabajo, así que no podía venir a buscarme. Pero si me quedaba ahí estaría ante el mismo dilema en la mañana, y podría estar atascada caminando a casa con maquillaje de mapache y cabello despeinado en plena luz del día.
Mason vendría y me llevaría. Él contestaría a la primera llamada. Empujé el pensamiento de mi cabeza. No iba a llamar a Mason Bates nunca más. Eso me dejaba con una sola opción. Salí de mi camioneta y comencé a caminar, mi ira alimentando mis pasos. Corté a través del estacionamiento y rodeé la escuela en la dirección a casa, opuesta a la dirección de la que había venido. Un auto que no noté cuando había llegado estaba estacionado en el aparcamiento de profesores, más cerca de la escuela y las puertas de entrada. Era el Subaru plateado que había visto al señor Wilson conducir por la ciudad. Si se trataba de él, y estaba en la escuela, me daría un aventón, o mejor aún, hacer arrancar mi camioneta. Tenía cables. Tal vez él había dejado las llaves en él, y yo podría simple y rápidamente “tomar prestado” su auto, conducirlo a mi camioneta, hacerla arrancar, y traer su auto sin que él nunca lo supiera.
Probé la puerta del lado del conductor esperanzada. Sin suerte. Probé todas las puertas, sólo para estar segura. Podría golpear la puerta de la escuela, la más cercana a donde él estaba estacionado. Pero su salón estaba subiendo las escaleras y por el pasillo en el segundo piso. La probabilidad de que él me escuchara golpeando era bastante escasa. Pero conocía una forma de entrar en la escuela. Mi dremel8 se había roto el verano pasado y por alrededor de un mes que no había tenido el dinero para reemplazarlo. Pero el taller de carpintería en la escuela tenía uno agradable, al que le había dado un buen uso muchas veces. Había tomado una lima de metal para la cerradura de la puerta de salida del taller, limándola lo suficiente para que cualquier llave abriera la puerta. Si nadie lo había descubierto en los siete meses desde entonces, sería capaz de entrar. Me metería en problemas, pero podría sólo decir que la puerta estaba abierta. Dudaba que Wilson me delatara de todos modos.
Mi racha de mala suerte tomó unas pequeñas vacaciones porque las llaves de mi auto fácilmente giraron la cerradura de la puerta del salón del taller. Estaba dentro. Me arrastré por los familiares pasillos. El olor de la escuela era extrañamente reconfortante, desinfectante, almuerzo escolar, y colonia barata. Me pregunté cómo iba a acercarme a Wilson sin asustarlo de muerte. Mientras me acercaba a las escaleras que conducen al segundo piso oí algo que me hizo parar abruptamente. Escuché, y mi corazón golpeaba como un tambor, haciendo difícil determinar cuál era el sonido. Contuve la respiración y agudicé el oído. ¿Violines? Raro. La Psicosis de Hitchcock pasó por mi mente. —¡REE! ¡REE! ¡REE! ¡REE! —Me estremecí. Los violines eran espeluznantes.
El sonido me hizo acercarme sigilosamente por las escaleras, siguiendo las débiles notas. Cuando llegué a la segunda planta, el pasillo estaba oscuro y la luz del salón de Wilson me atrajo hacia adelante. Era la única luz en toda la escuela, la creación de un reflector en el hombre dentro. Wilson estaba contorneado por el marco de la puerta, un rectángulo brillante al final del corredor de sombras. Caminé hacia él, manteniéndome cerca de la pared en caso de que él levantara la vista. Pero la luz que lo iluminaba también lo cegaba. Dudaba de que me viera incluso si me miraba directamente.
Estaba envuelto alrededor de un instrumento. No sabía el nombre de ello. Era mucho más grande que un violín, tan grande que estaba colocado en el suelo y él
8 Marfca americana conocida principalmente por herramientas rotatorias.
sentado detrás de él. Y la música que hacía no era aterradora. Era dolorosamente hermosa. Era desgarradora, pero dulce. Potente y sencilla. Sus ojos estaban cerrados y su cabeza inclinada, como si rezara mientras tocaba. Las mangas de su camisa estaban arremangadas, y su cuerpo se movía con su arco, como un espadachín cansado. Pensé en Manny entonces. Cómo Manny comentó los antebrazos de Wilson, y observé el juego de los músculos bajo su piel suave, tirando y empujando, engatusando la música suave de las emotivas cuerdas.
Quería revelar mi presencia, para asustarlo. Quería reír, burlarme de él, decir algo cortante y sarcástico como solía hacer. Quería odiarlo porque era hermoso de una manera que yo nunca sería.
Pero no me moví. Y no hablé. Sólo escuché. Por cuánto tiempo, no sé. Y mientras continuaba escuchando, mi corazón empezó a doler con un sentimiento al que no tenía nombre. Mi corazón se sentía hinchado en mi pecho. Levanté mi mano a mi pecho como si pudiera hacerlo detenerse.
Pero con cada nota que Wilson tocaba, el sentimiento crecía. No era pena y no era dolor. No era desesperación o incluso remordimiento. Se sentía más como… gratitud. Se sentía como amor. Rechacé de inmediato las palabras que habían surgido a mi mente. ¡¿Gratitud por qué?! ¿Por una vida que nunca había sido amable? ¿Por la felicidad que rara vez había conocido? ¿Por el placer que había sido fugaz y dejó un urgente sabor de culpa y odio?
Cerré los ojos, tratando de resistir el sentimiento, pero mi corazón estaba hambriento de eso, insaciable. El sentimiento se extendió por mis brazos y piernas, caliente y líquido, curando. Y la culpa y el odio se escabulleron, empujados por la gratitud inmensa de que estaba viva, que podía sentir, que podía escuchar la música. Estaba llena de una dulzura indescriptible diferente a todo lo que había sentido antes.
Me deslicé hacia abajo contra la pared hasta que estuve sentada en el frío suelo de linóleo. Apoyé mi cabeza pesada contra mis rodillas, dejando que las cuerdas de Wilson desataran los nudos en mi alma y me liberaran de las cargas que arrastraba como latas rechinantes y asquerosas cadenas, aunque sea por un momento.
¿Y si hubiera una manera de dejarlas ir para siempre? ¿Y si pudiera ser diferente? ¿Y si la vida pudiera ser diferente? ¿Y si pudiera ser alguien? Tenía pocas esperanzas. Pero había algo en la música que susurraba posibilidad y le dio vida a un sueño muy privado. Wilson tocó, inconsciente de la chispa que había encendido dentro de mí.
La melodía cambió de repente, y la canción que Wilson tocaba era una que agitaba un recuerdo. No sabía las palabras. Pero era algo acerca de la gracia. Y entonces las palabras vinieron a mi mente, como si hubieran sido susurradas en mi oído. “Gracia asombrosa, cuan dulce el sonido que salvó a un desgraciado como yo…”
No sabía lo que era la gracia, pero tal vez sonaba como la música. Tal vez eso era lo que estaba sintiendo. Cuan dulce sonido. Y era tan imposiblemente dulce. Cuan dulce el sonido que salvó a una desgraciada como yo. ¿Era una desgraciada lo mismo que una perra? ¿O una puta? Mi vida no era un testimonio de ser salvado de nada. No era un testimonio de amor, no del amor de alguien.
Mi cabeza rechazó firmemente la idea. La gracia no me salvaría. Pero en el pequeño y olvidado rincón de mi corazón recién despertado por la música, de repente creía que podría hacerlo. Creía que podía.
—¿Dios? —susurré, diciendo el nombre que nunca había dicho excepto profanamente, ni siquiera una vez. Había pronunciado su nombre una vez, hace mucho tiempo. El nombre se sintió dulce en mi lengua, y lo probé de nuevo—. ¿Dios?
Esperé. La música me empujó hacia adelante.
—¿Dios? Soy fea por dentro. Y no es mi culpa. Sabes eso. Voy a tomar la responsabilidad de parte de ello, pero tienes que tomar tu parte, también. Nadie me salvó. Nadie dio una mierda. Nadie vino a mi rescate. —Tragué, sintiendo el ardor en mi garganta, haciendo doloroso tragar, pero era el dolor que había estado tragando durante mucho tiempo, y lo forcé a bajar—. Así que te estoy preguntando ahora. ¿Puedes quitarlo? ¿Puedes quitar la fealdad?
Algo se rompió dentro de mí, y gemí, incapaz de refrenarlo de nuevo. Vergüenza húmeda y caliente me inundó en oleadas de dolor aplastante. Traté de hablar, pero el torrente era casi demasiado. Por lo tanto jadeé la súplica final.
—¿Dios? Si me amas… llévatelo. Por favor. Te estoy pidiendo que te lo lleves. No quiero sentirme así nunca más.—Envolví mi cabeza en mis brazos, y dejé que el torrente me consumiera. Nunca me había permitido llorar así. Había temido que si abría las compuertas me ahogaría. Pero mientras las olas se estrellaban contra mí, no fui consumida, me dejaba llevar, lavada, mi alma envuelta con bendito alivio. Esperanza floto dentro de mí como una boya. Y con la esperanza, llegó la paz. Y la paz calmó las aguas y tranquilizó la tormenta, hasta que me senté, agotada, desangrada, exhausta.
Luz brotó por encima, iluminando el pasillo donde me acurrucaba. Me puse de pie, agarrando mi bolso y dándole la espalda al hombre que caminaba hacia mí.
—¿Blue? —La voz de Wilson era vacilante, casi incrédula. Por lo menos ya no me llamaba señorita Echohawk—. ¿Qué estás haciendo aquí?
Mantuve mi espalda hacia él mientras trataba de eliminar la evidencia de que me había desquiciado. Froté frenéticamente mi cara, esperando que no me viera tan destrozada como me sentía. Mantuve mi cara apartada mientras él se acercaba.
—La batería de mi camioneta está muerta. Estoy atascada en el estacionamiento. Vi tu auto aquí y me pregunté si serías capaz de ayudarme —dije en voz baja, todavía sin hacer contacto visual. Mantuve mis ojos fijos en el suelo.
—¿Estás bien? —preguntó suavemente.
—Sí —dije. Y lo estaba. Milagrosamente, lo estaba.
Un pequeño cuadrado blanco de tela apareció debajo de mi nariz.
—¡Un pañuelo! ¿Cuántos tienes, ochenta y cinco?
—¡Hum! Tengo veintidós, como bien sabes. Sólo fui criado por una mujer inglesa muy formal, un poco anticuada, que me enseñó a llevar un pañuelo. Apuesto a que te alegras de que lo hiciera.
Lo hacía. Pero no lo admití. La tela se sentía satinada contra mis ojos hinchados y mejillas que escocían de lágrimas. Olía celestial… como pino, lavanda y jabón, y de repente, usar su pañuelo se sintió increíblemente íntimo. Busqué algo que decir. —¿Es ésta la misma mujer que te nombró Darcy?
La risa de Wilson fue un breve grito. —La mismísima.
—¿Puedo quedarme con esto? Voy a lavarlo y regresarlo. Incluso plancharlo, como tu mamá lo hace. —El mal en mí tenía que dar su opinión.
—Ah, Blue. Ahí estás. Pensé por un momento que tu cuerpo había sido robado por una chica humana real, una que no disfruta de burlarse de su profesor de historia. —Él me sonrió, y yo desvié la mirada con timidez—. Déjame ir por mis cosas. He terminado aquí.
—¿Qué? ¿Vas a salir tan temprano? La escuela sólo terminó hace ocho horas —bromeé, intentando de nuevo la normalidad. Él no respondió, pero volvió momentos más tarde, su instrumento en un estuche colgado a la espalda. Él giró el interruptor de la luz al final del pasillo y bajamos las escaleras en silencio.
—¿Cómo entraste? —preguntó y luego inmediatamente sacudió la cabeza y rechazó la pregunta—. Olvídalo. Realmente no quiero saber. Sin embargo, si el lunes me parece que las paredes se han pintado con aerosol, sabré a quién apuntar con el dedo.
—La pintura no es mi medio —esnifé, ofendida.
—¿Oh en serio? ¿Cuál es exactamente tu medio? —Cerró la puerta detrás de nosotros mientras entramos en la noche.
—Madera. —Me golpeé, preguntándome por qué se lo decía. Déjalo pensar que era una artista del graffitti. A quién diablos le importaba. “A ti”, una pequeña voz se burló suavemente. Y lo hacía, me importaba.
—¿Y qué exactamente haces con madera?
—La tallo.
—Personas, osos, tótems, ¿qué?
—¡¿Tótems?! —Estaba incrédula—. ¿Se supone que es algún tipo de golpe a mi grupo étnico?
—¿Tu grupo étnico? Pensé que me dijiste que no eras nativo americana.
—¡No sé qué demonios soy, pero eso todavía sonó como un golpe, Sherlock!
—¿Por qué no sabes lo que eres, Blue? ¿Nunca has tratado de averiguar? ¡Tal vez eso te haría menos hostil! —Wilson parecía frustrado. Pisó por delante de mí, casi hablando consigo mismo—. ¡Absolutamente imposible! ¡Tener una conversación contigo es como tratar de conversar con una serpiente! Estás vulnerable y triste en un momento y bufando y golpeando al siguiente. Francamente no sé cómo comunicarme contigo, ¡o incluso si quiero! Sólo dije tótems ya que suelen ser tallados de madera, ¿de acuerdo? —Se volvió y me miró.
—Cascarrabias cuando te quedas hasta pasada tu hora de dormir, ¿no? —murmuré.
—¿Ves? —Él se quejó, lanzando sus manos—. Ahí vas de nuevo. —Se detuvo en su auto, con las manos en las caderas—. Sé que eres increíblemente brillante, porque cuando no estás siendo una listilla, tus comentarios en clase son muy perspicaces, y cuando estás siendo una listilla eres ingeniosa e inteligente y me haces reír incluso cuando quiero golpearte. Sé que eres una adicta a la adrenalina o tienes más valor que cualquier persona que he conocido, y sabes cómo descargar un arma. Sé que fuiste criada por un hombre con el nombre Echohawk. Sé que no sabes cuándo es tu verdadero cumpleaños. Sé que tienes planes de ir a la universidad cuando te gradúes. Sé que te gusta ser el payaso de la clase y hacerme el blanco de tus bromas.
Él contó con los dedos. —Esas son ocho cosas. Ah, y tallas cosas de madera. Lo más probable es que NO tótems, ya que parecía conseguir una reacción en ti. Así que nueve o quizá diez si contamos ser una listilla. —Él puso sus manos en sus caderas—. En serio me gustaría saber más. No quiero saber sobre el pequeño mirlo que fue empujado del nido. Me gustaría saber algo de Blue. —Él me dio un golpecito en el centro de mi pecho, duro, cuando dijo “Blue”.
—Es una parábola. —Me quejé, frotando el punto que había pinchado con su largo dedo—. Mi padre, Jimmy, solía decir que era como un pequeño mirlo, lejos de casa.
—Once cosas. ¿Ves? No es tan difícil.
—Eres muy lindo cuando estás enojado. —Quería alterarlo, pero salió sonando coqueto, como algo que Risitas, también conocida como Chrissy, diría. Me sentí estúpida y lancé una mirada en él. Por suerte, él sólo rodó los ojos. Es curioso cómo puedes decir que alguien está rodando sus ojos, incluso cuando está oscuro y apenas puedes ver.
Wilson buscó en sus bolsillos, sintiendo en cada uno. Luego trató sus puertas del auto. Podría haberle dicho que estaban cerradas, pero sabiamente me quedé en silencio. Supongo que habría doce cosas: puedo ser sabia.
—¡Carajo! —Él presionó su cara contra la ventanilla del auto, manos protegiendo sus ojos a cada lado—.¡Mierda!
—Tiene una boca sucia, Señor Wilson —reprendí, tratando de no reírme—. ¿No es decir “Carajo” como decir la palabra con M en Inglaterra?
—¿Qué? ¡No! Rayos, mierda y diantres son muy mansos… como un diablos.
—¿Y Carajo? Eso suena francamente profano. —En realidad no, pero me pareció que me estaba divirtiendo—. Pronto estarás diciendo ¡pamplina! No creo que el director Beckstead lo aprobaría.
—Mis llaves están en el encendido —gimió Wilson, ignorándome. Se enderezó y me miró con seriedad—. Estamos caminando, Blue, a menos que estés dispuesta a admitir que tienes ciertas habilidades… en allanamiento de propiedad, ¿tal vez?
—No necesito habilidades para romper y entrar. Sólo necesito herramientas, y no tengo ninguna de ellas conmigo —repliqué rotundamente—. Podríamos empujar tu gran violín a través de la ventana del auto, sin embargo.
—Siempre una listilla. —Wilson se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la carretera.
—Yo vivo a unas cuatro millas de distancia, en esa dirección. —Ofrecí, cojeando tras él.
—Oh Dios. Yo vivo a seis. Eso significa que por lo menos dos millas, no voy a tener que escucharte criticarme —refunfuñó Wilson.
Me eché a reír. Él en serio era cascarrabias.
sentado detrás de él. Y la música que hacía no era aterradora. Era dolorosamente hermosa. Era desgarradora, pero dulce. Potente y sencilla. Sus ojos estaban cerrados y su cabeza inclinada, como si rezara mientras tocaba. Las mangas de su camisa estaban arremangadas, y su cuerpo se movía con su arco, como un espadachín cansado. Pensé en Manny entonces. Cómo Manny comentó los antebrazos de Wilson, y observé el juego de los músculos bajo su piel suave, tirando y empujando, engatusando la música suave de las emotivas cuerdas.
Quería revelar mi presencia, para asustarlo. Quería reír, burlarme de él, decir algo cortante y sarcástico como solía hacer. Quería odiarlo porque era hermoso de una manera que yo nunca sería.
Pero no me moví. Y no hablé. Sólo escuché. Por cuánto tiempo, no sé. Y mientras continuaba escuchando, mi corazón empezó a doler con un sentimiento al que no tenía nombre. Mi corazón se sentía hinchado en mi pecho. Levanté mi mano a mi pecho como si pudiera hacerlo detenerse.
Pero con cada nota que Wilson tocaba, el sentimiento crecía. No era pena y no era dolor. No era desesperación o incluso remordimiento. Se sentía más como… gratitud. Se sentía como amor. Rechacé de inmediato las palabras que habían surgido a mi mente. ¡¿Gratitud por qué?! ¿Por una vida que nunca había sido amable? ¿Por la felicidad que rara vez había conocido? ¿Por el placer que había sido fugaz y dejó un urgente sabor de culpa y odio?
Cerré los ojos, tratando de resistir el sentimiento, pero mi corazón estaba hambriento de eso, insaciable. El sentimiento se extendió por mis brazos y piernas, caliente y líquido, curando. Y la culpa y el odio se escabulleron, empujados por la gratitud inmensa de que estaba viva, que podía sentir, que podía escuchar la música. Estaba llena de una dulzura indescriptible diferente a todo lo que había sentido antes.
Me deslicé hacia abajo contra la pared hasta que estuve sentada en el frío suelo de linóleo. Apoyé mi cabeza pesada contra mis rodillas, dejando que las cuerdas de Wilson desataran los nudos en mi alma y me liberaran de las cargas que arrastraba como latas rechinantes y asquerosas cadenas, aunque sea por un momento.
¿Y si hubiera una manera de dejarlas ir para siempre? ¿Y si pudiera ser diferente? ¿Y si la vida pudiera ser diferente? ¿Y si pudiera ser alguien? Tenía pocas esperanzas. Pero había algo en la música que susurraba posibilidad y le dio vida a un sueño muy privado. Wilson tocó, inconsciente de la chispa que había encendido dentro de mí.
La melodía cambió de repente, y la canción que Wilson tocaba era una que agitaba un recuerdo. No sabía las palabras. Pero era algo acerca de la gracia. Y entonces las palabras vinieron a mi mente, como si hubieran sido susurradas en mi oído. “Gracia asombrosa, cuan dulce el sonido que salvó a un desgraciado como yo…”
No sabía lo que era la gracia, pero tal vez sonaba como la música. Tal vez eso era lo que estaba sintiendo. Cuan dulce sonido. Y era tan imposiblemente dulce. Cuan dulce el sonido que salvó a una desgraciada como yo. ¿Era una desgraciada lo mismo que una perra? ¿O una puta? Mi vida no era un testimonio de ser salvado de nada. No era un testimonio de amor, no del amor de alguien.
Mi cabeza rechazó firmemente la idea. La gracia no me salvaría. Pero en el pequeño y olvidado rincón de mi corazón recién despertado por la música, de repente creía que podría hacerlo. Creía que podía.
—¿Dios? —susurré, diciendo el nombre que nunca había dicho excepto profanamente, ni siquiera una vez. Había pronunciado su nombre una vez, hace mucho tiempo. El nombre se sintió dulce en mi lengua, y lo probé de nuevo—. ¿Dios?
Esperé. La música me empujó hacia adelante.
—¿Dios? Soy fea por dentro. Y no es mi culpa. Sabes eso. Voy a tomar la responsabilidad de parte de ello, pero tienes que tomar tu parte, también. Nadie me salvó. Nadie dio una mierda. Nadie vino a mi rescate. —Tragué, sintiendo el ardor en mi garganta, haciendo doloroso tragar, pero era el dolor que había estado tragando durante mucho tiempo, y lo forcé a bajar—. Así que te estoy preguntando ahora. ¿Puedes quitarlo? ¿Puedes quitar la fealdad?
Algo se rompió dentro de mí, y gemí, incapaz de refrenarlo de nuevo. Vergüenza húmeda y caliente me inundó en oleadas de dolor aplastante. Traté de hablar, pero el torrente era casi demasiado. Por lo tanto jadeé la súplica final.
—¿Dios? Si me amas… llévatelo. Por favor. Te estoy pidiendo que te lo lleves. No quiero sentirme así nunca más.—Envolví mi cabeza en mis brazos, y dejé que el torrente me consumiera. Nunca me había permitido llorar así. Había temido que si abría las compuertas me ahogaría. Pero mientras las olas se estrellaban contra mí, no fui consumida, me dejaba llevar, lavada, mi alma envuelta con bendito alivio. Esperanza floto dentro de mí como una boya. Y con la esperanza, llegó la paz. Y la paz calmó las aguas y tranquilizó la tormenta, hasta que me senté, agotada, desangrada, exhausta.
Luz brotó por encima, iluminando el pasillo donde me acurrucaba. Me puse de pie, agarrando mi bolso y dándole la espalda al hombre que caminaba hacia mí.
—¿Blue? —La voz de Wilson era vacilante, casi incrédula. Por lo menos ya no me llamaba señorita Echohawk—. ¿Qué estás haciendo aquí?
Mantuve mi espalda hacia él mientras trataba de eliminar la evidencia de que me había desquiciado. Froté frenéticamente mi cara, esperando que no me viera tan destrozada como me sentía. Mantuve mi cara apartada mientras él se acercaba.
—La batería de mi camioneta está muerta. Estoy atascada en el estacionamiento. Vi tu auto aquí y me pregunté si serías capaz de ayudarme —dije en voz baja, todavía sin hacer contacto visual. Mantuve mis ojos fijos en el suelo.
—¿Estás bien? —preguntó suavemente.
—Sí —dije. Y lo estaba. Milagrosamente, lo estaba.
Un pequeño cuadrado blanco de tela apareció debajo de mi nariz.
—¡Un pañuelo! ¿Cuántos tienes, ochenta y cinco?
—¡Hum! Tengo veintidós, como bien sabes. Sólo fui criado por una mujer inglesa muy formal, un poco anticuada, que me enseñó a llevar un pañuelo. Apuesto a que te alegras de que lo hiciera.
Lo hacía. Pero no lo admití. La tela se sentía satinada contra mis ojos hinchados y mejillas que escocían de lágrimas. Olía celestial… como pino, lavanda y jabón, y de repente, usar su pañuelo se sintió increíblemente íntimo. Busqué algo que decir. —¿Es ésta la misma mujer que te nombró Darcy?
La risa de Wilson fue un breve grito. —La mismísima.
—¿Puedo quedarme con esto? Voy a lavarlo y regresarlo. Incluso plancharlo, como tu mamá lo hace. —El mal en mí tenía que dar su opinión.
—Ah, Blue. Ahí estás. Pensé por un momento que tu cuerpo había sido robado por una chica humana real, una que no disfruta de burlarse de su profesor de historia. —Él me sonrió, y yo desvié la mirada con timidez—. Déjame ir por mis cosas. He terminado aquí.
—¿Qué? ¿Vas a salir tan temprano? La escuela sólo terminó hace ocho horas —bromeé, intentando de nuevo la normalidad. Él no respondió, pero volvió momentos más tarde, su instrumento en un estuche colgado a la espalda. Él giró el interruptor de la luz al final del pasillo y bajamos las escaleras en silencio.
—¿Cómo entraste? —preguntó y luego inmediatamente sacudió la cabeza y rechazó la pregunta—. Olvídalo. Realmente no quiero saber. Sin embargo, si el lunes me parece que las paredes se han pintado con aerosol, sabré a quién apuntar con el dedo.
—La pintura no es mi medio —esnifé, ofendida.
—¿Oh en serio? ¿Cuál es exactamente tu medio? —Cerró la puerta detrás de nosotros mientras entramos en la noche.
—Madera. —Me golpeé, preguntándome por qué se lo decía. Déjalo pensar que era una artista del graffitti. A quién diablos le importaba. “A ti”, una pequeña voz se burló suavemente. Y lo hacía, me importaba.
—¿Y qué exactamente haces con madera?
—La tallo.
—Personas, osos, tótems, ¿qué?
—¡¿Tótems?! —Estaba incrédula—. ¿Se supone que es algún tipo de golpe a mi grupo étnico?
—¿Tu grupo étnico? Pensé que me dijiste que no eras nativo americana.
—¡No sé qué demonios soy, pero eso todavía sonó como un golpe, Sherlock!
—¿Por qué no sabes lo que eres, Blue? ¿Nunca has tratado de averiguar? ¡Tal vez eso te haría menos hostil! —Wilson parecía frustrado. Pisó por delante de mí, casi hablando consigo mismo—. ¡Absolutamente imposible! ¡Tener una conversación contigo es como tratar de conversar con una serpiente! Estás vulnerable y triste en un momento y bufando y golpeando al siguiente. Francamente no sé cómo comunicarme contigo, ¡o incluso si quiero! Sólo dije tótems ya que suelen ser tallados de madera, ¿de acuerdo? —Se volvió y me miró.
—Cascarrabias cuando te quedas hasta pasada tu hora de dormir, ¿no? —murmuré.
—¿Ves? —Él se quejó, lanzando sus manos—. Ahí vas de nuevo. —Se detuvo en su auto, con las manos en las caderas—. Sé que eres increíblemente brillante, porque cuando no estás siendo una listilla, tus comentarios en clase son muy perspicaces, y cuando estás siendo una listilla eres ingeniosa e inteligente y me haces reír incluso cuando quiero golpearte. Sé que eres una adicta a la adrenalina o tienes más valor que cualquier persona que he conocido, y sabes cómo descargar un arma. Sé que fuiste criada por un hombre con el nombre Echohawk. Sé que no sabes cuándo es tu verdadero cumpleaños. Sé que tienes planes de ir a la universidad cuando te gradúes. Sé que te gusta ser el payaso de la clase y hacerme el blanco de tus bromas.
Él contó con los dedos. —Esas son ocho cosas. Ah, y tallas cosas de madera. Lo más probable es que NO tótems, ya que parecía conseguir una reacción en ti. Así que nueve o quizá diez si contamos ser una listilla. —Él puso sus manos en sus caderas—. En serio me gustaría saber más. No quiero saber sobre el pequeño mirlo que fue empujado del nido. Me gustaría saber algo de Blue. —Él me dio un golpecito en el centro de mi pecho, duro, cuando dijo “Blue”.
—Es una parábola. —Me quejé, frotando el punto que había pinchado con su largo dedo—. Mi padre, Jimmy, solía decir que era como un pequeño mirlo, lejos de casa.
—Once cosas. ¿Ves? No es tan difícil.
—Eres muy lindo cuando estás enojado. —Quería alterarlo, pero salió sonando coqueto, como algo que Risitas, también conocida como Chrissy, diría. Me sentí estúpida y lancé una mirada en él. Por suerte, él sólo rodó los ojos. Es curioso cómo puedes decir que alguien está rodando sus ojos, incluso cuando está oscuro y apenas puedes ver.
Wilson buscó en sus bolsillos, sintiendo en cada uno. Luego trató sus puertas del auto. Podría haberle dicho que estaban cerradas, pero sabiamente me quedé en silencio. Supongo que habría doce cosas: puedo ser sabia.
—¡Carajo! —Él presionó su cara contra la ventanilla del auto, manos protegiendo sus ojos a cada lado—.¡Mierda!
—Tiene una boca sucia, Señor Wilson —reprendí, tratando de no reírme—. ¿No es decir “Carajo” como decir la palabra con M en Inglaterra?
—¿Qué? ¡No! Rayos, mierda y diantres son muy mansos… como un diablos.
—¿Y Carajo? Eso suena francamente profano. —En realidad no, pero me pareció que me estaba divirtiendo—. Pronto estarás diciendo ¡pamplina! No creo que el director Beckstead lo aprobaría.
—Mis llaves están en el encendido —gimió Wilson, ignorándome. Se enderezó y me miró con seriedad—. Estamos caminando, Blue, a menos que estés dispuesta a admitir que tienes ciertas habilidades… en allanamiento de propiedad, ¿tal vez?
—No necesito habilidades para romper y entrar. Sólo necesito herramientas, y no tengo ninguna de ellas conmigo —repliqué rotundamente—. Podríamos empujar tu gran violín a través de la ventana del auto, sin embargo.
—Siempre una listilla. —Wilson se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la carretera.
—Yo vivo a unas cuatro millas de distancia, en esa dirección. —Ofrecí, cojeando tras él.
—Oh Dios. Yo vivo a seis. Eso significa que por lo menos dos millas, no voy a tener que escucharte criticarme —refunfuñó Wilson.
Me eché a reír. Él en serio era cascarrabias.
eilyno- Mensajes : 582
Fecha de inscripción : 07/01/2016
Edad : 45
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Waooowordsofthisgirl escribió:Ya me puse al dia!
No puedo imaginar por lo que tuvo que pasar Blue.
Sigo diciendo que esta canción es sobre ella!
Mi pobre Manny :Cc
Rayos que jodi** idiota es Brandon, en este momento lo unico que quiero hacerle es
eilyno- Mensajes : 582
Fecha de inscripción : 07/01/2016
Edad : 45
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Cap 8
Pobre Manny, y todo por culpa de Brandon.
Cada vez veo a Blue mas centrada, ya se dio cuenta de que las acciones que hacemos siempre tienen repercusiones , aunque no las veamos a la primera.
Todo lo que puede pasar solo por buscar algo de aceptación y cariño.
Pobre Manny, y todo por culpa de Brandon.
Cada vez veo a Blue mas centrada, ya se dio cuenta de que las acciones que hacemos siempre tienen repercusiones , aunque no las veamos a la primera.
Todo lo que puede pasar solo por buscar algo de aceptación y cariño.
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
Fecha de inscripción : 24/02/2017
Edad : 52
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Gracias Eilyn! Al fin un poco más de interacción entre estos dos, a ver si ya empiezan a enamorarse
Qué poca consideración se tiene Blue a sí misma, baja autoestima, considerarse fea por dentro, por qué? Porque todos a los que quería se fueron? Eso no fue su culpa.
Qué poca consideración se tiene Blue a sí misma, baja autoestima, considerarse fea por dentro, por qué? Porque todos a los que quería se fueron? Eso no fue su culpa.
Yani- Mensajes : 5497
Fecha de inscripción : 14/02/2015
Edad : 44
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
Esa escena de él tocando el Chelo y Blue sintiéndose tocada por la música me encantó!! No era algo que esperara para nada, lo que menos me imaginaba era que se lo encontrara así realizando un mini concierto de Chelo solo en el colegio.
LuVelitta- Mensajes : 3002
Fecha de inscripción : 28/08/2016
Edad : 35
Localización : Perdida en el medio de la nada...
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
A veces necesitamos drenar todo eso que llevamos dentro para sentirnos mejor, mas livianos descargando esas malas vibras y si es con musica y hablandole a tu "Dios" mejor
Supongo que despues de esto ella dejara de ver al tonto de Mason y sera mas amiga del profe o eso espero
Gracias por el capítulo
Supongo que despues de esto ella dejara de ver al tonto de Mason y sera mas amiga del profe o eso espero
Gracias por el capítulo
carolbarr- Mensajes : 383
Fecha de inscripción : 28/08/2015
Edad : 47
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
IX
Y así poco a poco la gran corteza que rodeaba a Blue se fue derrumbando y nada mas que con el maravilloso Wilson, todo un estuche de monerías, también es músico, bien!!;
aww!!! Que tiernos los dos discutiendo cuando la atracción mutua empieza ...
Y así poco a poco la gran corteza que rodeaba a Blue se fue derrumbando y nada mas que con el maravilloso Wilson, todo un estuche de monerías, también es músico, bien!!;
aww!!! Que tiernos los dos discutiendo cuando la atracción mutua empieza ...
citlalic_mm- Mensajes : 978
Fecha de inscripción : 04/10/2016
Edad : 41
Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
ESA FUE UNA BUENA CATARSIS MEDIANTE LA MÚSICA.
PERO LE DURÓ POCO LA BUENA VOLUNTAD EMPEZÓ A VOLVER LOCO ENSEGUIDA A WILSON VEAMOS QUE OCURRE EN LA CAMINATA
GRACIAS
PERO LE DURÓ POCO LA BUENA VOLUNTAD EMPEZÓ A VOLVER LOCO ENSEGUIDA A WILSON VEAMOS QUE OCURRE EN LA CAMINATA
GRACIAS
mariateresa- Mensajes : 1841
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Re: Lectura #1Marzo/A Different Blue - Amy Harmon
cap. 9
El alma artistica de Blue sale a relucir, por eso se sintio tan conmovida con la musica. Me gusta la forma que ve va creciendo interiormente, ya esta viendo lo que esta en mal en ella y ademas lo quiere arreglar.
El alma artistica de Blue sale a relucir, por eso se sintio tan conmovida con la musica. Me gusta la forma que ve va creciendo interiormente, ya esta viendo lo que esta en mal en ella y ademas lo quiere arreglar.
Veritoj.vacio- Mensajes : 2400
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