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Lectura Febrero 2018
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Maga- Mensajes : 3549
Fecha de inscripción : 26/01/2016
Edad : 37
Localización : en mi mundo
Re: Lectura Febrero 2018
Por lo menos su mama sabe de ella, no me gusta como ella esta llevando esto, muy fría, me cae mal
Ya veremos!
Gracias
Ya veremos!
Gracias
carolbarr- Mensajes : 383
Fecha de inscripción : 28/08/2015
Edad : 47
Re: Lectura Febrero 2018
Ian supuestamente no si iba a casar? al parecer no quedo en nada eso, y solo Mack termino con una certificado de matrimonio.
Creo que Andie y Mack tenían un acuerdo, que al parecer esta relacionado con el celular que murió, pero es como raro de parte de Mack estar enojado si ella con suerte sabia cual era su nombre.
Algo tenían acordados estos dos, que nunca ocurrió.
Esto de buscar el divorcio siento que promete una entretencion
Creo que Andie y Mack tenían un acuerdo, que al parecer esta relacionado con el celular que murió, pero es como raro de parte de Mack estar enojado si ella con suerte sabia cual era su nombre.
Algo tenían acordados estos dos, que nunca ocurrió.
Esto de buscar el divorcio siento que promete una entretencion
berny_girl- Mensajes : 2842
Fecha de inscripción : 10/06/2014
Edad : 36
Re: Lectura Febrero 2018
Capítulo 21
Me levanté lentamente, asegurándome de no poner demasiado peso en mi pie, y me colé por un pasillo en el que me encontré con un cuarto de baño. Al entrar, vacié mi vejiga e hice lo mejor que pude por arreglar mi cabello. Era más o menos un caso perdido. No tenía un cepillo para alisar los nudos y protuberancias, y cuando tomé mi banda elástica para tratar de agarrarlo en una cola apretada como lo tenía antes, esta se rompió.
―Maldición. ―Me quedé mirándola, preguntándome si podría anudarla y volver a intentarlo.
―¿Hola? ―dijo una voz desde el otro lado de la puerta. Era la mujer que me había dado el Gatorade―. ¿Andie? ¿Puedo ofrecerte algo?
―Uh, no, gracias. Ya salgo. ―Froté un dedo húmedo sobre mis dientes, tratando de quitarme el sabor a sueño de la boca, y me lavé las manos. Antes de caminar por la puerta, me di una última mirada, estaba quemada por el sol, mi cabello era un lío enmarañado. Por qué Mack no estaba corriendo a firmar los papeles, era una especie de extraño misterio. Si yo fuera él, estaría haciendo todo lo posible por sacar mi arrepentido trasero de aquí.
Salí del cuarto de baño encontrándome a la mujer mayor esperando pacientemente en el pasillo.
―Allí estás. ¿Has dormido bien? ―preguntó.
―Um, sí. Lamento eso. ―Mi cara se puso más roja de vergüenza―. Sólo quería tomar una pequeña siesta para deshacerme de esa sensación de mareo, pero debo haberme quedado profundamente dormida.
Puso su mano sobre mi hombro y suavemente pero con firmeza me condujo por el pasillo en dirección opuesta a la sala de estar.
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―Estabas agotada. Está perfectamente bien que tomes una siesta aquí, no hay problema en absoluto. Estamos a punto de sentarnos en la mesa para cenar temprano y pensamos que podrías querer acompañarnos. Por cierto, mi nombre es Maeve.
Me detuve en seco.
―¿Cenar? ¿Con su familia?
―Bueno, sí, cariño. Aquí cenamos en familia cada noche. ―Sonrió cálidamente―. Es una especie de tradición. Nuestro hijos siempre han sido del tipo de salir corriendo por la puerta con amigos y trabajo y todo lo demás, pero algo en lo que siempre hemos insistido es en estar en casa para cenar, todos sentados a la mesa sin televisión, ni teléfono, ni radio. Sólo comiendo y hablando y con suerte riendo, pero a veces también gritamos un poco. ―Me dio una sonrisa irónica―. Viene con el territorio al tener puros hombres en la casa.
Sonreí, a pesar de mi pánico.
―Eso es lindo. Al menos la parte de comer todos juntos.
―Nos gusta. ―Me presionó un poco para que me moviera, pero permanecí donde estaba―. Lo siento, ¿es el tobillo o el pie? ―Miró hacia él con preocupación.
―No, está prácticamente bien ahora. Sin embargo, no creo que deba cenar aquí. Le agradezco la invitación, pero creo que preferiría comer cualquier cosa en la ciudad.
―Oh, no, insisto ―dijo, empujándome con más firmeza.
Me moví, pues de lo contrario habría sido grosera. Además era muy posible que necesitara que esta mujer interviniera en mi nombre, así que ponerla en mi contra sería seriamente contraproducente.
―Supongo que si no es ningún problema…
―No hay absolutamente ningún problema. Nunca he aprendido a cocinar para menos de diez personas.
―¿Diez? ―chillé. Cuanto más nos acercábamos a la siguiente habitación, más fuertes se hacían las voces. ¿Hay diez personas allí?
―A veces tenemos esa cantidad. Esta noche solo somos nosotros cuatro, Boog y tú. Pero como de nuevo cociné para diez, tendremos algunas sobras para el almuerzo de mañana. Espero que te gusten las costillas.
Mi estómago escogió ese preciso momento para gruñir como un oso. Las costillas eran uno de los placeres culpables que me permitía más o menos una vez al mes en un restaurante local que se especializaba en auténtica parrilla.
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Ella se echó a reír.
―Tomaré eso como un sí. Vamos. Te ubiqué frente a Gavin.
Doblamos la esquina juntas y mis pies se desaceleraron mientras observaba la escena delante de mí. Maeve y yo éramos las únicas mujeres en la sala. El resto del espacio estaba tomado por hombres gigantes. Ninguno de ellos pudo haber pesado menos de cien kilos, y Boog mismo era de casi el doble, con suficiente cabello como para un par de wookies20.
Era fácil ver de dónde sacaron su buen aspecto Ian y Mack. Eran una combinación perfecta de sus padres, sacando las figuras largas y mandíbulas cuadradas de su padre y el color de cabello y la sonrisa de su madre.
Tan pronto como se dieron cuenta de que yo estaba en la habitación, sus sonrisas desaparecieron. Pararon de hablar y todas las miradas cayeron sobre mí.
Boog se dio la vuelta para ver qué había provocado el silencio. Fue el primero en hablar.
―Bueno, allí está. La bella durmiente se levanta de entre los muertos. ―Soltó una carcajada y volvió a mordisquear el hueso que tenía en las manos.
Me acerqué a la silla vacía a su lado y me quedé detrás de ella.
―No gracias a ti. Gracias por dejarme afuera para que muriera con las serpientes de cascabel. ―Traté de sonar molesta, pero la comida se veía y olía tan bien que no podía concentrar la ira suficiente para que fuera creíble.
―¿Recuerdas que traté de ofrecerte un aventón…? ―Él se giró para verme de frente y tuve que hacer un esfuerzo por no vomitar dados las trozos de costilla regados en su barba. Parecía un completo y absoluto salvaje, haciéndome preguntar qué habría estado pensando la familia de Mack para quererlo aquí en su mesa.
Miré al otro lado de la mesa a Mack y rápidamente cambié mi mirada hacia el puré de papas cuando atrapó mi mirada. Esos malditos ojos azules. ¿Por qué me afectan así? Sentí como si tuviera fiebre, mi piel de repente volviéndose sensible mientras el calor se levantaba dentro de mí. Mi plan maestro de utilizar a la chica de la foto para torcer su mano parecía endeble. Definitivamente no parecía un hombre que pueda ser fácilmente intimidado. ¿Por qué lo recordaba como una
20 Wookies: Los wookiees son una raza ficticia del universo imaginario en el que están ambientadas las películas de la saga La guerra de las galaxias, aunque su primera aparición se encuentra en forma de cita en la película THX 1138. El wookiee más famoso es Chewbacca, compañero de Han Solo.
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persona con la que era más fácil llevarse bien? ¿Era porque estaba demasiado borracha o porque él había cambiado?
Devolví mi atención a Boog. Mirarlo desde detrás de mi silla era como tomar una ducha fría visual, ayudándome a poner mis emociones bajo control.
―Sí, pero olvidaste mencionar cuando me ofreciste ese aventón que el camino era directo hacia Baghdad y que no estaba diseñado para transitarlo en un auto Smart.
Resopló.
―Extranjeros. ―Tomando un bocado de su costilla, continuó hablando, sin dejar que el hecho de que tuviera un bocado de carne en la boca le molestara en lo más mínimo―. Tengo noticias para ti… un auto Smart no es adecuado para viajar a ningún lugar aquí, ni siquiera la autopista. Con tantos camiones alrededor con tracción en las cuatro ruedas, puedes resultar herida si tienes un accidente. Mejor dejar al auto Smart en el campo de golf, donde pertenece.
Mack se removió en su asiento y me miró de nuevo. Sentí el calor aumentar en mi mejillas mientras el músculo de su mandíbula pulsó un par de veces. Lo estaba afectando tanto como él a mí, solo que creía que mi presencia lo hacía molestar mientras que la suya me hacía pensar en cosas estúpidas que las chicas comprometidas con otros hombres no deberían estar pensando. Halé la silla y me senté frente a la mesa.
Boog continuó.
―La próxima vez que un caballero te ofrezca un paseo, deberías aceptar y no comportarte tanto como la chica independiente de la gran ciudad.
―La primera vez que alguien lo haga, lo haré. ―Sonreí, tomando mi silla por el borde y empujándome más cerca de la mesa. Estaba tan distraída por los regaños de Boog y mis respuestas ingeniosas a ellos, que me dejé caer desde más arriba de lo necesario y mi trasero hizo un sonido cuando golpeó fuerte la madera. Me sonrojé de nuevo, demasiado avergonzada para mirar a nadie. Allí había por lo menos un chico que ya había visto mi gran patio trasero, pero ahora toda la familia estaba consciente de que la relación entre mis mejillas traseras y la medida de los asientos era un poco pesada.
―Bienvenida al rancho del clan MacKenzie ―dijo el hombre grande en la cabecera de la mesa, sentado justo a mi izquierda.
Sacudí mi cabeza en su dirección, contenta por la distracción.
―Usted es el patriarca, supongo. ―Le tendí mano―. Mi nombre es Andie. Andie Marks. ―Su agarre era firme y cálido.
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Di una mirada furtiva en dirección a Mack, a tiempo para ver su mandíbula rebotando un par de veces mientras apretaba sus dientes, pero luego puso una costilla en su boca y se cubrió la mitad inferior de la cara, haciendo imposible para mí decir qué estaba sintiendo.
―Soy Angus ―dijo el padre de Mack―. Mis hijos son Gavin, aunque él va por Mack, e Ian. Mi esposa allá es Maeve, y éste es el señor Atticus Boegman, pero todo el mundo lo llama Boog.
Asentí a todo el mundo.
―Encantada de conocerlos a todos. ―Algunos de ustedes por segunda vez. Mack estaba haciendo un gran trabajo actuando como si no le importara un comino tenerme sentada en la mesa justo frente a él, con su gesto casual y su súbito interés por la disposición de los guisantes en su plato. Lo miré distraídamente mientras los empujaba en diferentes formaciones.
Angus me pasó un gran plato de puré de patatas con pequeñas manchas de color verde y negro.
―Entonces, Andie Marks, dinos qué te trae a Baker City. Asumo que no eres de por aquí. ―Sonrió, y por una vez en la vida, no pude detectar ni un trozo de burla en su expresión, a pesar de que Boog había hecho un buen trabajo poniéndome como la chica de las afueras de la gran ciudad. O tal vez era yo la que había hecho eso. De cualquier manera no importaba, estaba fuera de mi elemento y sin duda era una foránea. Cuanto más rápido pudiera salir de allí, sería mejor para todos.
La pregunta de Angus me hizo entrar en pánico. Recogí papas y las dejé caer en mi plato con tanta concentración como pude reunir, tratando de aparentar como si no podía servir y hablar al mismo tiempo. Tenía que detenerme y hacer un plan. ¿Por qué estoy aquí en Baker City? Esto no era como la sala del tribunal. Ahí siempre dije la verdad, pero aquí, en frente de este juez y el jurado tenía que decidir si mantener la farsa del árbol genealógico o simplemente salir con toda la sórdida historia. Las Vegas o explotar.
Eché una mirada a Mack y lo atrapé sacudiendo ligeramente su cabeza, posiblemente advirtiéndome. Me hizo sentir enferma de vergüenza y pena. Me sentí como si hubiera sido una mala persona o algo, por enamorarme de él en Las Vegas, pero lo que era aún peor cómo esa idea me hizo muy triste. Nada de esto tenía sentido, de principio a fin. Incluso sentada en esta mesa era loco. Ya debería estar dirigiéndome hacia el aeropuerto con papeles firmados en mano.
Angus estaba esperando una respuesta, así que abrí mi boca y deje que algunas palabras cayeran.
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―Bueno, tienes razón, no soy de aquí. Soy de Florida.
―¡La Florida! ―exclamó―. Bueno, voy a estar. Estás muy lejos de casa ahora, ¿verdad? ―Tomó una costilla y la mordió, sus ojos brillando de felicidad o alegría, era difícil decir cuál.
Estaba feliz de ver que era mucho más ordenado en comer costillas que Boog. No pude evitar sonreírle. Él era muy agradable, a pesar de ser casi tan grande como un oso pardo y casi tan intimidante.
―Sí, Baker City es un largo camino desde casa en más de una forma.
Todo el mundo se rió cortésmente, excepto Mack. Él sólo masticó su comida muy metódicamente y se quedó mirando el salero entre nosotros. Era tan guapo que me dolía el corazón.
―¿Cuánto tiempo has estado en la ciudad? ―preguntó Maeve.
―Solo hoy. Llegué alrededor de la comida. ―Puse algunos guisantes en mi plato, la porción más pequeña que podía manejar y todavía oficialmente poder comerlos. Guisantes y yo por lo general no congeniamos bien.
―¿Y qué has visto hasta ahora? ―Ella me dio una cesta de panecillos, pasando a Boog por completo. Él lo tomó todo con calma, ni siquiera perdiendo el ritmo de comer costilla.
―Bueno, vamos a ver… he visto mi hotel, el restaurante en el centro de la ciudad, y… el camino hasta aquí con sus serpientes de cascabel y arañas.
―Casi no has visto nada todavía ―exclamó ella―. Por favor, no juzgues a Baker sólo por esos pequeños pedacitos. Esta ciudad es uno de los lugares más bellos del mundo.
Ian resopló con disgusto.
―Ignóralo ―dijo Angus―. Él no es un fan del trabajo de rancho o Baker en estos días.
―Exactamente ―murmuró Ian, enterrando su tenedor en un montón de guisantes. Rodaron por todas partes, como si estuvieran deliberadamente tratando de escapar de ser arponeados.
―No lo irrites, Angus, por favor. ―Maeve suspiró profundamente―. Simplemente ignorarlos, Andie. Los ánimos están altos esta noche, porque tenemos un montón de trabajo extra en estos momentos. Todos serán todas sonrisas y risas en un par de días una vez que todos los terneros sean atendidos y tengamos nuestro picnic anual.
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―Siento perderme eso ―dije, tomando un bocado de las más deliciosas patatas que he comido en toda mi vida. Tome otro bocado y me permití más de la bondad de almidón, ignorando la decisión de mi dieta antes de la boda.
―¿Cuánto tiempo piensas quedarte? ―preguntó Angus, apoyando su antebrazo sobre la mesa junto a su plato―. Nos encantaría tenerte aquí para el picnic. Tendremos asistiendo a gente de toda el área, un montón de familiares y amigos. Es todo un acontecimiento. ―Señaló con el tenedor a Mack―. Tendrás la oportunidad de ver a mis hijos en los broncos. Eso es algo que no querrás perderte.
Tragué y tomé un sorbo de agua antes de responder, porque la imagen de Mack en traje de vaquero completo siendo lanzado alrededor de la parte posterior de un caballo era sorprendentemente sexy.
―Estoy aquí sólo por un día o dos, entonces voy a volver a casa. ―Tomé mi cuchillo y tenedor, preparándome para atacar una costilla―. Pero gracias por invitarme. ―Miré a Mack, mi corazón saltando cuando me di cuenta de que me había estado mirando. Quitó la mirada antes que yo.
―Pensé que ibas a Utah después de esto ―dijo Ian, su tono acusador.
―Ian ―dijo Maeve, su tono amable, pero fuerte―. Saca esa abeja de los bollos en este mismo instante antes de que cuajes mi leche y molestes a las gallinas.
―Sólo estoy preguntando. Ella fue la que dijo que iba allí. ―Él frunció el ceño y luego a su plato. Lucía mucho más joven que su edad real que supuse era alrededor de veintiséis o menos.
Me encogí de hombros.
―Tal vez iré a Utah, quizás no. Todavía no he decidido.
La mirada de Angus cayó a mi plato y una expresión confusa apareció. Me quedé helada a mitad de arponear la costilla, de pronto consciente de mí misma.
Boog captó la expresión de Angus y siguió su mirada a mi cuchillo y tenedor.
―¿Qué estás haciendo? ―preguntó.
Lo miré como si fuera lento, levantando mi cuchillo un poco.
―¿Cortando la carne de los huesos?
Él sonrió, tomando una costilla de su plato con los dedos y mordiéndola como un hombre de las cavernas.
―Extranjeros ―dijo, con la boca llena.
Mack parpadeó un par de veces y puede haber sonreído simplemente lo más mínimo, pero luego su rostro se convirtió en una máscara de nuevo y volví a no saber lo que estaba pasando en su cabeza. Estaba más que frustrada.
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Probablemente no debería importarme, su firma era la única cosa que debería estar ocupando espacio a la cabeza en mi vida. Pero en este momento quería saber lo que estaba pensando más que nada en el mundo.
Parpadeé un par de veces, tratando de enfocar mis pensamientos en por qué estaba aquí y visiones de mis próximas nupcias. Pero tratar de conjurar imágenes de Bradley no estaba funcionando para conseguir sacar Mack de mi cerebro. Todo lo que hacía era hacerme comprarlos y eso era realmente estúpido, terreno muy peligroso en el que estar caminando.
―Déjala en paz ―reprendió Maeve―. No todo el mundo come con sus dedos. ―Tomó el cuchillo y el tenedor y procedió a cortar la carne de las costillas también. Fue difícil para ella, me di cuenta. Me dieron ganas de abrazarla de la manera que estaba tratando muy duro para hacerme sentir bienvenida. Entonces me sentí culpable, al no ser sincera con ella o Angus. No habían hecho nada malo, no se merecían mis mentiras.
―Entonces, entiendo que estamos relacionados de alguna manera, ¿verdad? ―preguntó Angus.
Mack se aclaró la garganta con fuerza y levantó su vaso, preparándose para tomar un sorbo de agua.
―Papá, ¿por qué no solo la dejas dormir? ―dijo, no mirándome.
―Solo tengo curiosidad. ―Angus movió su tenedor alrededor distraídamente―. Ian ha mencionado que ella está haciendo algo de investigación de genealogía. Vino aquí buscándote, de hecho. ―Se volvió hacia mí―. ¿Por qué Mack, específicamente? ¿Por qué crees que su nombre salió a relucir en tu investigación y el mío no lo hizo?
Mi boca se abrió, pero las palabras no salieron.
―Uhhhh… ¿no lo sé? ―La culpa pesaba fuertemente sobre mí. Estaba mintiendo a esta buena gente, y me estaba haciendo perder el apetito.
―Ahí va de nuevo ―dijo Boog―. Haciendo preguntas en lugar de decir la respuesta. ―Se limpió la boca y la barba con su servilleta en grandes movimientos.
Hice señas a un par de lugares en los que se había dejado trozos de comida, haciendo una mueca ante la visión.
―¿Qué? ¿Me perdí algo? Quítalo por mí, ¿quieres? ―Se movió cerca de mí con una sonrisa diabólica que movió su vello facial, revelando una hilera de dientes blancos y brillantes.
Me incliné hacia atrás y le di una mirada de disgusto, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para responderle.
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―Boog, déjala en paz ―dijo Maeve, tratando de no reírse, pero fallando miserablemente―. Vas a tener que disculpar a nuestro amigo. Él se deleita en molestar a las damas. Es por eso que es tan popular en la ciudad.
Asentí con la cabeza sabiamente, sentándome de nuevo con normalidad otra
vez.
―Oh, sí. El viejo movimiento de quita comida de mi barba. Sexy. Apuesto que las chicas hacen fila fuera de la puerta.
Angus dejó escapar un grito muy fuerte y luego se echó a reír con tanta fuerza, que empezó a ahogarse con algo. Mack tuvo que saltar y golpearlo en la espalda varias veces para hacerlo respirar correctamente y poder hablar de nuevo. Me senté en mi asiento con recato, tratando muy duro para no regodearme por ganarle una al hombre-oso-cerdo.
Para el momento que Mack se sentó, la mesa finalmente se había calmado, y disfrute un pequeño sentimiento de triunfo sobre bajarle los humos a Boog, el tonto que me había dejado en el polvo con las serpientes de cascabel.
―Ellas están haciendo fila ―dijo Boog, haciendo un mohín, no dispuesto a dejarlo ir.
La mesa entera estalló en risas de nuevo, incluso Mack e Ian se unieron. Mi corazón salto ante la expresión de Mack. Recordé haber visto una igual en Las Vegas. Había sido feliz entonces conmigo. Y debí haber sido feliz con él también, de lo contrario no hay forma en el infierno que me hubiera casado. Incluso borracha, debí haber sido capaz de distinguir el bien del mal. El gran misterio no era por qué me casé con él ya, sino por qué no recordaba algo tan trascendental al día siguiente y por qué él simplemente había desaparecido después de atarse legalmente a mí. ¿Se le olvidó también?
Robé una mirada a él mientras hablaba con su padre acerca de algo, no había escuchado qué, demasiado perdida en los recuerdos para prestar atención. Él me había dado todas las razones para creer que recordaba lo que habíamos hecho, y parecía aún más infeliz que yo por eso. Tal vez tenía que ver con la chica de la foto. Hice un plan entonces para averiguarlo lo antes posible. Probablemente tendría que quedarme un día más de lo que había planeado originalmente, pero valdría la pena conseguir terminar con esto. Esta familia era como una droga a la que podría fácilmente volverme adicta.
―¿Qué piensas, Andie? ―preguntó Angus con un brillo en sus ojos.
―¿Sobre qué?
―Acerca de Boog haciendo esas cosas de citas en línea. ¿Crees que atrapara un pez o dos?
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Abrí los ojos y los moví distraídamente, tratando de imaginar lo que el anuncio iba a decir.
―Supongo que hay mujeres por aquí que no les importaría salir… ―Miré de reojo a Boog… Con un tipo como él.
―¿Escuchaste eso, Boog? ―preguntó Ian―. Ella dice que hay chicas por aquí que saldrían con pie grande.
―Aw, vamos ―dijo Boog, dejando caer un hueso en su plato―. Sabes que tengo mucho que ofrecer a la mujer adecuada. Sólo soy exigente.
Solté un bufido y luego escondí mi boca detrás de un bocado de guisantes mientras la conversación continuaba sin mí.
Me sentía mareada y feliz de ser parte de la amistosa, estridente comida hasta el postre, cuando atrapé la mirada de Mack de nuevo. Y entonces la razón por la que estaba sentada en la mesa frente a él cayó de nuevo en mi realidad y borró la sonrisa de mi cara. En lugar de sentirme mareada ahora estaba con náuseas. Él era, en pocas palabras, el hombre más atractivo que he visto en toda mi vida. Parte era su aspecto, obviamente, pero la otra parte era su familia. Angus y Maeve eran increíblemente amables y acogedores, el tipo de gente que nunca había conocido personalmente. Tal vez era una cosa del campo ser tan agradable, pero siempre asumí que personas como estas solo vivían en las películas.
La familia de Bradley era pescado frío en comparación. Sonreían, pero la calidez nunca llegaba a sus ojos. Yo había perfeccionado la misma sonrisa, y ese pensamiento me asustaba más que cualquier otra cosa. ¿Tenía Ruby razón? ¿Era Bradley una mala influencia para mí?
Sacudí mi cabeza, sacándola fuera de las nubes. Tenía que endurecerme ante sus encantos, y no sentirme cómoda aquí en su nidito de amor. El mismo Mack estaba repleto de defectos, y una cara bonita no significaba nada cuando se agregaba todo. Él es, obviamente, un idiota en el fondo. Tenía que ser. Quiero decir, ¿qué tipo de hombre emborracha tanto a una chica que se casa con él, y luego la abandona en una habitación de hotel en Las Vegas? No la clase de persona con la que quiero estar casada, eso es seguro.
Bradley era mucho mejor material de matrimonio que Mack. Era motivado en el trabajo, tenía movilidad social ascendente, era competitivo, y una máquina de socialización. A veces su horario era aún demasiado lleno para mí, pero era el precio que tenía que pagar para estar con alguien centrado en ascender en el mundo y hacer un nombre por sí mismo. Bradley era perfecto para mí en casi todos los sentidos. No... en todos los sentidos. Es perfecto para mí en todos los apestosos sentidos.
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Ignoré la duda en mí misma que continuaba golpeando la puerta de mis pensamientos, insistiendo en ser dejada entrar para que pudiera opinar. Moví mi silla atrás para que pudiera salir de la habitación para llamarlo. Oír su voz, decirle mi plan de quedarme un día más, y todo estaría bien. Estaría de vuelta en la pista y concentrándome en mis metas.
Maeve puso un pastel de manzanas grande y grueso sobre la mesa, interrumpiendo mi diálogo interior y mi salida.
―Puedes tener tu tarta con o sin helado de vainilla. Lo recomiendo con… lo batí yo misma esta tarde. ―Fruncí el ceño hacia el postre. Maldita seas, pastel de manzanas. El pastel de manzanas al molde es mi postre favorito de todos los tiempos. Había estado planeando tomar una decisión y volver a mi hotel hasta que ella se sentó y comenzó toda esa conversación loca sobre el helado hecho en casa. ¿Quién hace helado en casa ya? Esta podría ser mi última oportunidad para tenerlo alguna vez.
Maeve frunció el ceño.
―¿No te gusta el pastel de manzanas?
Mis ojos se desorbitaron, avergonzada de que había sido atrapada clavando dagas en su postre.
―¡No! ¡Quiero decir, sí! Me gusta el pastel de manzanas. Lo siento… sólo estaba pensando en que no tengo tiempo para un trozo y tengo que volver a mi hotel.
Ella sonrió.
―Por supuesto que tienes tiempo. Solo me tomará un minuto en sacar un trozo.
―Ella dijo que no tiene tiempo, mamá. ―Mack miró sólo a su madre, no a mí. Esto me hizo querer darle patadas bajo la mesa por alguna razón. Tenía mis músculos de la pierna tensos para impedir a mi pie arremeter contra él. Ella miró con el ceño fruncido a su hijo.
―No seas grosero, Mack. Ella es nuestra invitada. Si quiere un pedazo de tarta voy a asegurarme que lo tenga. ―Volviéndose hacia mí, acomodó sus cejas hacia abajo―. Y además, eres bienvenida a pasar aquí esta noche. ―Hizo una pausa para mirar a su marido―. ¿No es así Angus, cariño?
―Bueno, por supuesto que lo es. Tenemos mucho espacio aquí para la familia. ―Él asintió, como si fuera un hecho.
Mi cara enrojeció con la idea de dormir bajo el mismo techo que Mack. Había hecho esto una vez antes y mira dónde me había metido.
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―No, no podría hacer eso, pero muchas gracias por la oferta. Tengo una… reunión por teléfono más tarde. Tengo que regresar a mi hotel para ello.
Con la esperanza de que ellos no me preguntaran a qué hora era la reunión ya que ahora tenía cero idea de qué hora era.
―Tenemos teléfono aquí ―dijo Angus. Él había dejado su tenedor y me miraba, un poco de su buen humor se había ido.
―Sí, pero… tengo mis números en el hotel.
―Ella obviamente prefiere quedarse en el hotel ―dijo Ian―. No sé por qué ustedes están tratando de obligarla a quedarse cuando obviamente no quiere quedarse.
Todos respondimos a la vez.
―Ellos no me están obligando.
―¡Nosotros no estamos obligándola!
Me puse de pie, incapaz de tolerar la disputa que estaba causando.
―En serio, está bien. Aprecio la oferta, pero debería irme. ―Elegí ese momento para poner mi peso sobre mi pie herido y me di cuenta muy tarde que esto fue un error―. ¡Ah! ¡Mierda!
Tambaleándome hacia un lado, me caí contra Boog, una de mis manos pegando directamente a un lado de su cabeza cuando la estiré para detener mi caída. Él permaneció sentado sin moverse, simplemente parpadeo rápidamente varias veces.
―Lo siento tanto ―susurré, saltando en mi pie bueno para recuperar mi equilibrio. Extendí la mano y acaricié su cabeza y oreja con cautela―. Eso debe haber dolido. ―Mi propia mano hormigueaba por el contacto.
―Oh, está bien ―dijo él, ignorando mi revoloteo alrededor de su cabeza mientras cortaba un gran bocado de tarta de su porción―. No golpeas muy fuerte, incluso para una chica. ―Siguió comiendo, ignorando las risitas alrededor de la mesa―. Por supuesto, le acabas de dar una bofetada al hombre que era tu único camino de regreso a la ciudad.
―Pensé que te quedarías ―dijo Angus―. Necesitamos tu ayuda, Boog, sabes eso. ―Él sonaba estresado. Fue realmente horrible comparado al Angus despreocupado que había sido tan amable a lo largo de la cena.
―Ya lo sé, pero ella dejó su pequeño auto en un bache en el camino de vuelta, y sé que no puede montar a caballo, ¿entonces qué quieres que haga?
―Puedo llevarla de regreso ―dijo Mack, suspirando fuertemente.
143
―No, hijo, sabes que no podemos prescindir de ti en este momento. ―Angus estaba enojado ahora.
―Es sólo una hora. ―Mack apartó su plato. Me sentí terrible. Llevarme de regreso a la ciudad era obviamente un enorme problema.
―No importa ―dije, apresuradamente―. Ya pensaré en algo más. ¿Qué tal un taxi? Puedo tomar un taxi.
Maeve me dio una sonrisa de compasión.
―Me temo que el servicio de taxi de nuestra ciudad deja mucho que desear. Pero intentaré y les daré una llamada si lo quieres.
Asentí.
―Sería genial. Siento incomodarte con esto. ―Miraba mi pastel. Su corteza de azúcar brillante y cálidas manzanas marrones pegajosas habían perdido un poco de su atractivo. No estaba segura de que mi estómago pudiera manejar toda esa felicidad.
―Esto no es ningún problema en absoluto, lo juro ―aseguró Maeve―. ¿Qué tal si comes el pastel, e iré a hacer la llamada?
Asentí, no confiando en mí misma para hablar. Por alguna razón tenía ganas de llorar. Estas personas estaban siendo tan agradables conmigo. Me preguntaba lo que ellos harían si les dijera la verdad. Probablemente echarme a patadas por la puerta y decirme que caminara de regreso, condenada a las serpientes cascabel.
―Hice la corteza yo misma usando mantequilla verdadera. Avísame si te gusta. ―Maeve me guiñó el ojo y dejó la mesa.
Me atreví a mirar a Mack. Él estaba comiendo su postre, sus ojos pegados a la tarea. De ninguna manera iba a revelar lo que estaba pensando, era obvio. Fue un milagro que lo conociera en las mesas de blackjack esa noche. Debería haber estado en las mesas de póker; era probablemente muy bueno en ese juego con su habilidad para ocultar lo que estaba pensando. Sé que yo estaba completamente en la oscuridad sobre lo que pasaba en su cabeza, y había estado estudiándolo a escondidas toda la noche.
―¿De qué se trata la llamada importante? ―preguntó Ian―. ¿Cosas de abogados?
Levanté la vista bruscamente hacia él. Él sonreía, pensando claramente que me había atrapado en una mentira. Pequeña mierda.
―Sí. Asuntos de abogados.
―¿Eres una abogada? ―preguntó Angus―. ¿Qué clase de abogada?
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―Soy una litigante.
―Te gusta discutir. ¿Por qué no me sorprende esto? ―preguntó Ian.
―Cállate, Ian ―dijo Mack.
―¿Por qué no me obligas, Mack? ―Ian dejó caer ruidosamente su tenedor en su plato y arrojó su servilleta al lado. Mack hizo lo mismo y se puso de pie, su silla raspando el piso detrás de él.
―Vamos, entonces. Ha pasado un tiempo desde que golpeé tu trasero. Parece que ha pasado mucho tiempo.
―Chicos, siéntense ―dijo Angus, suspirando y negando con su cabeza. Él parecía relativamente indiferente sobre la idea de sus dos hijos mayores agrediéndose entre sí―. Ellos están siempre llenos de orina y vinagre durante la M y C.
―¿M y C? ―pregunté. Los dos hermanos sonrieron diabólicamente, primero a su padre y luego a mí, Dioses gemelos, tan parecidos y sin embargo tan diferentes deteniendo mi corazón por dos completos segundos. ¿Adorable? MacKenzie sea tu nombre.
―M y C es solo un pequeño apodo que tenemos para marcar y castrar ―dijo Ian. Mi estómago se volcó, todas las visiones de la magnificencia de MacKenzie se desvanecieron para ser substituidas por la idea de piel ardiendo y partes del cuerpo cortadas.
―¿Realmente hacen eso?
―Sí, en realidad hacemos eso ―dijo Angus, sonriendo pacientemente―. Igual que los rancheros en todo el mundo. ―Se puso de pie―. Vamos, Boog. Tengo algo que mostrarte. Tú también, Ian. Te voy a poner en las colas.
―Prefiero las cabezas ―dijo Ian, su buen humor desaparecido. Salió de la habitación con su padre y Boog detrás de él. La voz de Angus se desvaneció en el aire en el pórtico.
―Bueno, cuando estés a cargo, puedes estar donde tú quieras. Esta noche estarás en las colas.
Mack y yo nos quedamos solos en el comedor. Abrí mi boca para hablar, pero él se dio vuelta para seguirlos antes de que una sola palabra hubiera salido, cortándome con eficacia. Resoplé dejando escapar un suspiro de frustración y puse mis manos sobre mis caderas. La molestia y el dolor me dieron el coraje para hablar aun cuando estaba claro que él no tenía ningún interés en escucharme.
―¿Tú solamente te vas a ir sin decir nada?
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Me estaba volviendo loca por como actuaba él, como si toda esta situación fuera algo que solamente pudiera ignorar. ¿Cómo puede estar tan indiferente y casual sobre todo cuando ya no estoy siquiera segura de qué extremo de mi mundo está hacia arriba?
―Tengo trabajo que hacer. ―Él no me miró; solamente miraba hacia las puertas de vidrio en el pórtico trasero, distraídamente sacando un sombrero de béisbol muy gastado de su bolsillo trasero.
―Sí, pues tengo una boda a la que llegar, entonces si no te importa, me gustaría hablar contigo sobre nuestro divorcio. ―La última palabra casi se atascó en mi garganta. La idea de divorciarme de un hombre como él se sentía completamente equivocada, lo que es absolutamente loco, ridículo, y estúpidamente desmesurado. Pero ya no podía luchar contra la sensación de que yo podría cambiar el hecho de que de algún modo, por alguna razón que todavía no entendía completamente, me casé con este hombre después de haberlo conocido solo por algunas horas.
Se enfrentó a mí, poniendo sus manos en la parte posterior de la silla y dejando el sombrero colgando a un lado en sus dedos. Su tono fue arrogante.
―No creo que necesitemos un divorcio, en realidad.
Levanté una ceja hacia él.
―¿Ah sí? ¿Cómo es eso?
Él se encogió.
―Porque no creo que estemos casados. Ningún matrimonio, ningún divorcio.
Resoplé.
Yo podría estar hablando tonterías acerca de mis sentimientos o emociones, pero sé de mi trabajo legal. No se podía negar lo que estaba en blanco y negro tanto como nosotros podríamos querer.
―Oh, estamos casados, confía en mí.
―Tú lo dices.
Me ericé, levantando mi barbilla en desafío.
―Lo dice el Estado de Nevada y tú firma en la licencia de matrimonio. ―Tonto, imbécil, estúpido, vaquero, campesino y sexy persona. Dios, por qué él tiene que ser tan sexy.
―Podría ser falso.
Mi mandíbula cayó abierta ante la acusación que yacía bajo sus palabras.
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―¿Por qué demonios falsificaría tu firma en un documento de matrimonio cuando ni siquiera te conozco?
Sus ojos quemaban en los míos.
―¿Creo que la mejor pregunta es por qué siquiera te casarías conmigo en primer lugar si tú no me conocías?
La habitación quedó en un silencio sepulcral. Un reloj de cuco empezó a hacer su trabajo en la habitación contigua, el sonido del traqueteo de la puerta de la pequeña ave siguiendo cada uno de sus gritos.
¡Cucu!
¡Cucu!
¡Cucu!
¡Cucu!
¡Cucu!
¡Cucu!
Mack tenía razón. Así como lo estaba el maldito reloj. Teníamos que estar completamente locos para haber hecho lo que hicimos en Las Vegas. Mi pastel amenazó con presentar otro aspecto muy desagradable, mi estómago ardiendo con vergüenza, enojo y algo muy parecido a la tristeza. Nosotros estábamos locos hace dos años. Locos de amor. Las palabras atormentaron mi alma y rechazaron seguir enterradas en la oscuridad.
―Como dije ―continuó él en una voz más suave―. Tengo que ir a trabajar. Tal vez podamos charlar más tarde.
Él me dejó parada en la mesa del comedor con lágrimas brillando en mis ojos.
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Re: Lectura Febrero 2018
Capítulo 22
—Aww, cariño, ¿qué está mal? ―preguntó Maeve, ingresando a la habitación y deteniéndose a mi lado.
Rápidamente sequé las lágrimas.
―Oh, nada. Tengo pimienta en mis ojos.
Echó su cabeza atrás en confusión.
―¿Pimienta? ¿Cómo conseguiste pimienta en el ojo?
Agité su pregunta lejos, tratando de distraerla.
―¿Encontraste un taxi para mí?
Ella negó tristemente.
―No, lo siento, pero creo que justo ahora están llenos. ―Fue alrededor de la mesa recogiendo los platos y restos de comida. Me dejó sola en el comedor, llevando todo hacia la cocina.
Agarré un par de platos y la seguí, cojeando todo el camino, demasiado asustada de poner todo mi peso en mi pie otra vez.
―¿Los taxis están llenos? ¿Qué quieres decir con llenos?
―Solamente tienen un par de autos y están disponibles para toda clase de cosas. Creo que esta noche hay un baile en la escuela secundaria, así que estarán ocupados trasladando a los chicos toda la noche.
―Guau ―dije. ¿Cuál eran las probabilidades de que la única vez que necesitaba un taxi en Baker City había una graduación llevándose a cabo?
―Esa es de verdad la vida de un pequeño pueblo ―dijo. No sonó enojada por ello―. Aceptas lo bueno con lo malo.
―Bueno, aparte de la increíble cena y del increíble postre, no he visto algo de lo bueno. ―Lamenté las palabras tan pronto como salieron de mi boca. Culpé a
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Mack por poner todo ese embrollo en mi cabeza y hacerme olvidar mis modales. Ambos, él e Ian, dos arvejas cabezas huecas en una vaina.
―Oh, no todo es tan malo. ―Había una sonrisa en su voz.
Di un suspiro de alivio porque no hubiera tomado ofensivas mis descuidadas palabras.
―Solo has visto el hotel y la carretera fuera de aquí, y créeme, esa no es la manera para juzgar nuestro pequeño pueblo. Quédate esta noche, y mañana te empacaré un lindo almuerzo para ti y Mack. Él puede llevarte a dar una cabalgata y enseñarte un poquito de las colinas y algo de las áreas más hermosas. De esa manera cuando regreses a casa puedes tener una acertada imagen de Baker City Mackenzie para tu investigación.
―¿Un cabalgata? ¿Cómo en un caballo?
―A menos que prefieras un cuatro-ruedas. ―Ella apiló los platos al lado del fregadero.
―Ni siquiera sé qué es eso, pero ruedas suena mejor que las patas de un cabello para mí.
―Preferimos los caballos, en realidad. No cuestan ningún dinero para gasolina así que son mejores para la billetera y el medio ambiente. Y pueden ir a cualquier lado. Algunos de los lugares que estoy segura Mack querrá enseñarte son imposibles de llegar de ninguna otra forma que a caballo. ―Me miró y parpadeó―. Te perderás la mitad de la diversión no estando en un caballo.
―Probablemente me mataría si tratara de montar a caballo. ―La idea era a la vez emocionante y aterradora. Siempre me habían fascinado las bestias pero nunca los consideré parte de mi vida. En lo que a mí respectaba, los caballos eran para las películas y raros canales de rodeo en la televisión.
―¿Nunca has montado antes? ―preguntó, sonando como que no me creería si dijera que sí.
―Estuve lo suficientemente cerca de tocar uno una vez.
―Estoy detectando una historia aquí. ¿Qué pasó?
Corrí mi dedo a lo largo del borde del mostrador y me perdí en el recuerdo de estar en un granero en un campamento de verano cuando tenía diez años.
―Recuerdo haber pensado lo hermoso que era. Enorme. Orgulloso o algo así. La persona con la que estaba me dijo que lo acariciara en la nariz. Cuando finalmente logré el coraje para hacerlo y extendí mi mano, él levantó su cabeza de un gran tirón y relinchó tan fuerte que me hice pis en mis pantalones.
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Maeve estalló en una musical carcajada.
―Ah, Andie, eso no tiene precio. ¿Cuantos años tenías?
―Nueve o diez. La edad suficiente para recordar con suficiente claridad la humillación de haber orinado los pantalones a una edad donde una chica no debe volver a hacerlo. ―Saqué mi mano del mostrador y lo puse detrás de mí torpemente. Me sentí la chica con pantalones mojados otra vez.
Ella acarició mi brazo con una mano jabonosa.
―No te preocupes. Mack nunca dejaría que un caballo viejo te haga perder tu agua. Estarás segura y totalmente a gusto con él allí. ―Me entregó un plato húmedo―. ¿Te importaría secar esto por mí? ―Hizo un gesto con la barbilla a una toalla en el mostrador cercano.
Tomé el plato de ella, mirándole con el ceño fruncido.
―¿No tienen lavavajillas en Oregón?
―Claro, los tienen todos, pero somos gente sencilla aquí. No me importa hacer las cosas con la mano. Me parece relajante.
Froté la tolla en el plato hasta que chillara. Notando mi reflejo en la superficie blanca, sonreí. Había algo que decir acerca de hacer una rutina, una tarea fundamental en la compañía de alguien que disfrutaba hablando. Era casi relajante o meditativo. Maeve tenía una forma fácil que me hizo sentir que podía ser solo yo misma a su lado en la cocina. Echándole un vistazo a su perfil, me pregunté si totalmente me odiaría si le dijera lo que Mack y yo habíamos hecho en Las Vegas. Me puso triste pensar que es posible, lo cual era una tontería porque me habría ido en solo uno o dos días, y luego nunca vería a Angus o a ella otra vez. O Mack.
Mi estómago se apretó incómodamente. ¿Por qué la idea de no verlo otra vez traía un real dolor físico? Debería haber estado dando un suspiro de alivio sobre ello. De ninguna manera Bradley estaría bien conmigo aquí, y mucho menos pasar un tiempo con un tipo como Mack. Mi prometido no era estúpido. Había sentido que algo sucedía de inmediato. Todo esto era parte de su instinto asesino… podía oler las emociones subyacentes en otros como un tiburón podría oler una gota de sangre en el agua. Es lo que le hizo un abogado exitoso. Él siempre llegaba al fondo de las cosas, incluso cuando la gente que estaba en contra hiciera todo que pudiera para mantenerlos en secreto.
Mis entrañas se arremolinaron con la realización de que las posibilidades de mantener todo este lío con Bradley eran muy, muy escasas. Me preguntaba si sus sentimientos por mí eran lo suficientemente fuertes para perdonarme. Me
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preguntaba cuánto realmente me importaba, demasiado, y eso me preocupa mucho más que cualquier otra cosa.
―En el armario a la derecha ―dijo Maeve sin alzar la vista de su tarea.
Guardé en su sitio el plato, dejando la puerta abierta puesto que otro estaba a punto de unírsele.
Nos quedamos en la cocina lavando los platos en un silencio sociable por otros cinco minutos antes de que el siguiente comentario flotara ahí en el aire entre nosotros.
―Así que cuéntame de esta investigación que estás haciendo, Andie.
Le eché un vistazo, pero la expresión de su rostro no mostró nada sino curiosidad y dedicación a la tarea de lavado. Ahora seguía con los platos servidos y cubiertos de plata.
―Bueno, estaba haciendo algo de investigación y encontré… algo que me dijo que podría estar relacionada a un Mackenzie, así que pensé que podría venir aquí y ver si era verdad. ―Mis dedos temblaban con el estrés de darle verdades a medias. Ella no se merecía ser engañada. No había hecho nada incorrecto.
―¿Qué tipo de investigación fue, exactamente?
Decidí que un poco más de la verdad estaba en orden. Era la única manera de seguir hablando, las mentiras quedaban atrapadas en mi garganta.
―Bueno, en realidad, me voy a casar.
Ella dejó de fregar la olla que había en el fregadero frente a ella y esperó mis próximas palabras.
―Estaba solicitando la licencia de matrimonio y surgió este documento en el palacio de justicia, por lo que decidí antes de casarme, que saldría y vería de lo que se trataba. ―Mi ritmo cardíaco había aumentado, lo que hizo que respirara más rápido. En cualquier momento iba a comenzar a sonar como si acabara de correr un kilómetro si no me contenía. ¡Cálmate, idiota!
La mano de Maeve se movió en círculos lentos y circulares alrededor de la parte inferior de la olla.
―Te vas a casar.
―Sí. Allá en el este. En poco más de una semana.
―¿Han estado juntos mucho tiempo? ―Ella inclinó la olla para fregar los lados y el fondo.
―No hace ni dos años. El tiempo suficiente.
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Ella me miró brevemente, con una pequeña sonrisa en sus labios.
―No es que una persona pueda tener un calendario para algo como eso.
―Oh, yo sí. ―Ahora estaba en tierra firme. Nos habíamos movido lejos de hablar sobre el clan MacKenzie y hacia mi Plan de Vida. Maeve parecía una persona muy con los pies en la tierra. Estaba segura de que entendería de donde venía.
Ella dejó de fregar de nuevo y se volvió hacia mí.
―¿En serio? ¿Tienes un calendario para el amor?
―Bueno… seguro. Más o menos. Quiero decir, no lo tengo en un calendario. Está bien, tal vez sí lo tengo en un calendario, pero no de esa manera. ―Me estaba poniendo nerviosa tratando de explicar.
―No estoy juzgando, Andie, sólo estoy tratando de entender.
―No, eso lo sé. Sólo que es difícil de explicar, supongo. Mira, desde que era joven, he tenido este plan.
―Mmm-hmmm… ―Asintió, enjuagando la olla.
―Y en el plan decidí que tenía que llegar a ciertos objetivos para cuando tuviera veintiuno, veintisiete, veintinueve y, finalmente, treinta y cinco años. ―Tomé la olla que había enjuagado y la puse sobre el mostrador, usando su apoyo para secar su interior.
Ella se echó a reír.
―Dejaste el plan a los treinta y cinco. ¿Es ahí cuando te jubiles?
―No. ―Le devolví la sonrisa, contenta de que no se estaba burlando demasiado duro―. Es cuando voy a estar lista para tener hijos.
―Entonces, ¿qué sucede si no cumples con uno de tus objetivos?
―No lo sé. Aún no ha sucedido. ―Le sonreí con un poco de orgullo personal brillando―. No sé por qué estoy tan orientada a los objetivos. Conseguir un objetivo me hace sentir como un éxito. Como que todo va a estar bien en mi vida.
Ella enjabonó varios tenedores al mismo tiempo.
―¿Hubo un momento en tu vida cuando las cosas no fueron tan bien?
Un sonido fuerte comenzó en mis oídos. El golpeteo de mi corazón se hizo tan fuerte que me preocupaba que ella lo escuchara.
―Tal vez cuando era joven las cosas eran un poco locas. Pero eso fue hace mucho tiempo. ―Me aclaré la garganta para sacar la rana en ella. Nunca pensé ni hablé de mi infancia con nadie. Jamás.
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Ella permaneció en silencio durante un rato. Cuando habló, lo hizo con un tono suave que me dio ganas de llorar.
―A veces, cuando nuestras vidas están fuera de control, la única cosa que nos hace sentir seguros es girar en la dirección opuesta. Para controlar hasta el último detalle.
―Tal vez ―le dije, sin saber que estaba de acuerdo con su evaluación. Mi Plan de Vida era el resultado de varios años de pérdida de tiempo, el resultado de una serie de malas decisiones. Una vez que tuve el Plan de Vida en su lugar, empecé a tomar decisiones inteligentes, decisiones que equivalían a inversiones en mi futuro, con un matrimonio borracho en la capilla del amor de Elvis no obstante, mi Plan de Vida me había servido bien. Estaba totalmente en camino a casarme en mi fecha límite.
―Entonces, háblame de tu prometido ―dijo, por suerte desplazándose más allá de la discusión de mis metas.
―Bueno, su nombre es Bradley. Es dos años mayor que yo y somos muy compatibles.
Ella sonrió de nuevo.
―Compatibles. Eso suena romántico.
Le di un codazo de buen humor.
―Lo es. En serio. Trabajamos en la misma oficina, los dos somos abogados. Es muy determinado y orientado a objetivos. Tiene las mismas ideas sobre el éxito que yo. Quiere tener dos hijos, un niño y una niña, al igual que yo. Fue a Yale, y sus padres son abogados también. Somos una pareja perfecta.
―¿Lo amas?
Accidentalmente se me cayó un puñado de tenedores que acababa de recoger para secar. Su pregunta me puso inmediatamente de mal humor.
―Por supuesto que lo amo.
―Me preguntaba porque no mencionaste esa parte.
―Sí lo amo. Lo hago. ―Se sentía como si estuviera tratando de convencerme a mí misma, pero eso no era necesario. Por supuesto que amaba a Bradley. Él y yo somos una pareja perfecta.
―¿Qué piensan tus amigas de él? ―preguntó.
Me detuve en el medio de recoger los tenedores de nuevo y me volví a medias hacia ella.
Ella terminó de lavar el fregadero y cerró el agua para mirarme.
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―¿He dicho algo malo? ¿Estoy fisgoneando demasiado? ―Su cara cayó―. Lo siento. Angus me lo dice todo el tiempo, que me meto demasiado.
Puse mi mano sobre su brazo y lo apreté suavemente.
―No, está bien. Es sólo un punto sensible, en realidad. ―Suspiré, mi visión derivando a escenas de las reacciones de mis amigas ante el comportamiento de Bradley―. La verdad es que a ninguna de mis amigas le agrada. Incluso mi secretaria en el trabajo lo odia.
―¿Por qué crees que es eso? ―preguntó, poniendo su trapo hacia abajo y tomando la toalla de mis manos para terminar de secar los cubiertos.
Me encogí de hombros, apoyando la espalda en el mostrador.
―Creo que puede ser agobiante. Solía no gustarme realmente. Hace dos años solía burlarme de él a sus espaldas. ―Fruncí el ceño―. Eso es realmente terrible, ¿no?
―¿Cómo pasaste de la aversión al amor y matrimonio? Parece un gran salto.
Realmente no tenía una buena respuesta para ella. Incluso oír el camino de amar Bradley en mi cabeza me hizo tipo temblar. Después de dos años de poner todo lo que tenía en el amor, había conseguido ser botada por Luke de una forma fría y casual. Había ido a Las Vegas y tenido una aventura salvaje con un extraño caliente. Entonces volví a casa con la misión de conseguir mi vida de nuevo en marcha. Bradley parecía encajar en el molde tan perfectamente, y me invitó a salir cuando me sentía sola y perdida. La coordinación era perfecta, o al menos eso había pensado en el momento. ¿Por qué no había examinado esto más de cerca antes? ¿Había estado tan concentrada en mi Plan de Vida que me había perdido de algo?
―No lo sé. Suena tonto, pero supongo… supongo que todo comenzó cuando volví de Las Vegas.
―¿Las Vegas?
―Sí. ―No la estaba mirando. Estaba mirando fijamente el piso, perdida en los recuerdos. Venían claros por alguna razón, como si hubiera sucedido la semana pasada. Era la primera vez en dos años que esto ocurría―. Mi mejor amiga Kelly se casaba con un empresario de pompas fúnebres.
―¿Un empresario de pompas fúnebres? ―Maeve se rió como si estuviera bromeando.
―Sí, en serio, se casaba con Matty el empresario de pompas fúnebres. Así que mi otra mejor amiga, Candice, organizó una despedida de soltera en Las Vegas. Yo estaba saliendo con un chico llamado Luke en ese momento y estaba muy ocupada
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con el trabajo, así que no quería ir, pero me hicieron sentir mal si no lo hacía. O Ruby lo hizo.
―¿Quién es Ruby? ¿Otra amiga?
―No. Sí. Ella es ambos. Es mi asistente, pero es también como una madre, vecina y amiga todas mezcladas en una gran bola de fuego.
―Suena divertida.
Asentí, cálida con el recuerdo de nuestras últimas pocas horas juntas. Habían sido mucho mejor que todo el año anterior.
―Sí, lo es. Es tan descarada. Pero es real, honesta y es la mejor secretaria legal en la empresa.
―Probablemente muy valiosa para una abogada ocupada ―sugirió Maeve.
―Sí, absolutamente. No sólo es valiosa, también es avasalladora. Y me empujó junto con Candice para que fuera a Las Vegas, así que fui.
―Suena divertido. Noche de chicas en Las Vegas. ―Pateó unos zapatos en mi dirección. Parecían como mocasines―. Toma, ponte estos. Vamos a dar un paseo.
Puse mis pies en el cómodo cuero desgastado y la seguí por la puerta de atrás y bajando las escaleras del porche, sólo cojeando un poco ahora. Mi tobillo se sentía mucho mejor. El aire estaba lo suficientemente caliente que no necesitaba un suéter, pero Maeve me pasó uno y yo lo puse sobre mis hombros.
―Así que dime sobre Las Vegas ―dijo―. Yo nunca he ido.
Caminé junto a ella por un camino que se dirigía hacia el sonido de vacas mugiendo.
―Bueno, es ruidosa y hay luces por todas partes durante todo el día y la noche. Y está ese aire de emoción, como si cualquier cosa pueda pasar y cualquier cosa pasará. ―No podía detener la sonrisa floreciendo en mi cara―. Es una especie de lugar mágico de esa manera.
―¿Qué hiciste allí? ¿Apostar? Escuché que los bufetes son fabulosos.
―No vimos ningún bufet, pero sí apostamos. O debería decir yo aposté. Mis amigas fueron a parar a la habitación la mayor parte de la noche. Supongo que no fue mucho una noche de chicas al final.
―¿Estuvieron en la habitación toda la noche sin ti? ―Su sonrisa se desintegró en una expresión de preocupación.
Mierda. ¿Por qué le estoy diciendo esto?
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―Um, sí. Estuve sola por un tiempo esa noche, pero estaba bien. ―Estaba más que bien. Tenía compañía. Mi corazón se encogió ante los recuerdos.
―Dijiste que apostaste. ¿Qué juego jugaste?
Tragué saliva. Las preguntas de Maeve comenzaban a sentirse más como un interrogatorio, pero no era por algo de lo que estaba haciendo. Ella se estaba acercando demasiado a la parte donde su hermoso hijo entraba en escena.
―Jugué blackjack.
―Oh, ese es el favorito de Mack. Él fue a Las Vegas con su hermano hace un par de años, para la despedida de soltero de Ian, de hecho. Ganó más de mil dólares… que los usó para comprar un caballo nuevo. Lo gracioso de eso, ahora que lo pienso… ―Ella se volvió hacia mí con una extraña expresión en su rostro durante unos segundos. Luego sonrió y la mirada extraña desapareció―. Hey, tal vez estuvieron allí al mismo tiempo.
Traté de sonreír, pero mis labios temblaban demasiado. Por suerte el sol daba en sus ojos, mientras caía en el horizonte, haciéndome pensar que no podía verme muy bien así.
―Tal vez ―le dije.
Maeve suspiró.
―Ese fue un momento difícil para nuestros chicos.
La tristeza en su voz me dio gran curiosidad, pero se sentía mal empujarla para obtener información cuando era muy posible que mis interacciones con Mack pudieran haber influido en la situación. Él había pasado al menos parte de la noche conmigo. Si había estado allí con el propósito de celebrar la última noche de soltero de su hermano, Ian habría estado enfadado al no tenerlo alrededor. Tal vez Ian sabe lo que pasó. Tal vez por eso es tan grosero conmigo.
Estaba a punto de preguntarle por los detalles cuando tomamos una curva en el camino y nos encontramos con un enorme grupo de vacas, vallas, y hombres; y los hombres estaban en proceso de hacer cosas que ponían a las vacas muy nerviosas.
Yani- Mensajes : 5497
Fecha de inscripción : 14/02/2015
Edad : 44
Re: Lectura Febrero 2018
Más tarde les subo los de mañana porque me no voy a estar...
Yani- Mensajes : 5497
Fecha de inscripción : 14/02/2015
Edad : 44
Re: Lectura Febrero 2018
Tambien tengo la duda con Ian que fue lo que paso con la boda?? No se iba a Portland?? Sera por ello que Mack no desperto junto a ella en las Vegas??
Muchas interrogantes pocas respuestas.
Por otro Lado me encantan los padres de Mack y no me gista como les esta mintiendo veamos que ocurre con ellos dos.
Gracias Yani
Muchas interrogantes pocas respuestas.
Por otro Lado me encantan los padres de Mack y no me gista como les esta mintiendo veamos que ocurre con ellos dos.
Gracias Yani
mariateresa- Mensajes : 1841
Fecha de inscripción : 10/01/2017
Edad : 47
Localización : CHILE
Re: Lectura Febrero 2018
Andie... no me gusta la Andie de ahora. Es prepotente...
Quiero saber que sucedio con los chicos en las Vegas.
Quiero saber que sucedio con los chicos en las Vegas.
svenkok- Mensajes : 444
Fecha de inscripción : 21/08/2017
Edad : 35
Localización : Puerto Rico
Re: Lectura Febrero 2018
muchas gracias por los capis, me gusta la mamá de mack..
yo creo que ian esta en casa porque algo le pasó a su esposa murió o algo asi... espero no ser muy trágica con ello
edito: chicas acabo de leer que esta historia tiene continuación con el hermano de mack... se leerá en el club?
yo creo que ian esta en casa porque algo le pasó a su esposa murió o algo asi... espero no ser muy trágica con ello
edito: chicas acabo de leer que esta historia tiene continuación con el hermano de mack... se leerá en el club?
Maggiih- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 22/01/2018
Edad : 31
Re: Lectura Febrero 2018
Sigue sin gustarme Andie, demasiado fría y calculadora
Me encantan los padres de Mack y Boog asco con la barba, por esa razón obligue a mi esposo a rasurarla, me decía esa es para mas tarde cuando vuelva a tener hambre
Me encantan los padres de Mack y Boog asco con la barba, por esa razón obligue a mi esposo a rasurarla, me decía esa es para mas tarde cuando vuelva a tener hambre
carolbarr- Mensajes : 383
Fecha de inscripción : 28/08/2015
Edad : 47
Re: Lectura Febrero 2018
―¿Creo que la mejor pregunta es por qué siquiera te casarías conmigo en primer lugar si tú no me conocías?
Esa parte, me mega impacto, como que Andie tomo de su propia medicina, por tratar a Mack tan mal
Lo que no me gusta es que ninguno se detiene a hablar, que realmente paso, Andie todavía tiene el espacio en blanco, de como sucedió la boda
Pero bueno... Me encanto la familia de Mack, hasta Boog con todas y sus ocurrencias jajajaja
Esa parte, me mega impacto, como que Andie tomo de su propia medicina, por tratar a Mack tan mal
Lo que no me gusta es que ninguno se detiene a hablar, que realmente paso, Andie todavía tiene el espacio en blanco, de como sucedió la boda
Pero bueno... Me encanto la familia de Mack, hasta Boog con todas y sus ocurrencias jajajaja
IsCris- Mensajes : 1339
Fecha de inscripción : 25/10/2017
Edad : 26
Re: Lectura Febrero 2018
Cap 21:
Uhhh...
Parece que de verdad Mack esta herido...
Pobre bebe vaquero sexy!
Andie por el amor de Dios deja de ser tan perra de una maldita vez!
Me estoy jalando los cabellos por su actitud!
Maeve y Angus son tan buenos...! Los amo!!!
Cap 22:
Owww!!!
Como que mal momento para sus chicos???
Por que Ian sigue ahi??? Significa que no se caso??? Por que???
Hay demasiadas preguntas y aun muy pocas respuestas!
Y la foto que menciono Andie antes de quien era???
Maeve el pepe grillo de de Andie!
Ojala la haga cambiar de opinion!
Esta muy emocionante todo!!!
Uhhh...
Parece que de verdad Mack esta herido...
Pobre bebe vaquero sexy!
Andie por el amor de Dios deja de ser tan perra de una maldita vez!
Me estoy jalando los cabellos por su actitud!
Maeve y Angus son tan buenos...! Los amo!!!
Cap 22:
Owww!!!
Como que mal momento para sus chicos???
Por que Ian sigue ahi??? Significa que no se caso??? Por que???
Hay demasiadas preguntas y aun muy pocas respuestas!
Y la foto que menciono Andie antes de quien era???
Maeve el pepe grillo de de Andie!
Ojala la haga cambiar de opinion!
Esta muy emocionante todo!!!
Emotica G. W- Mensajes : 2737
Fecha de inscripción : 15/11/2016
Edad : 27
Localización : Mi casa :D
Re: Lectura Febrero 2018
Bueno me encantó la familia de Mack.
Todavía no puedo creer que Andi piense que el Brad es mejor opción para matrimonio que Mack, como dice ella ni siquiera lo conoce, debería estar más interesada en preguntarle a Mack que fue lo que pasó entre ellos.
Como ustedes también me pregunto que pasó con la boda de Ian. Y la madre de estos chicos parece muy sabia, me late que se trae algo entre manos.
Todavía no puedo creer que Andi piense que el Brad es mejor opción para matrimonio que Mack, como dice ella ni siquiera lo conoce, debería estar más interesada en preguntarle a Mack que fue lo que pasó entre ellos.
Como ustedes también me pregunto que pasó con la boda de Ian. Y la madre de estos chicos parece muy sabia, me late que se trae algo entre manos.
Maga- Mensajes : 3549
Fecha de inscripción : 26/01/2016
Edad : 37
Localización : en mi mundo
Re: Lectura Febrero 2018
Capítulo 23
Maeve indicó que me sentara con ella en una valla que nos daba una buena vista de lo que estaba pasando, pero en realidad no era lo suficientemente cerca para estar en el camino de lo que los hombres estaban haciendo. Me subí a su lado con un poco de dificultad, mi tobillo no entusiasmado por levantar mi peso así. Una vez que nos acomodamos, Maeve empezó a explicar lo que estábamos viendo.
―Todos estos terneros deben ser tratados con vacunas, marcados, y castrados antes de que sean demasiado grandes, así que es por eso que los hombres están trabajando tan tarde y Boog está aquí para ayudar. Tenemos varios cientos de cabezas a las que tratar, y es un trabajo agotador.
Los animales más bien pequeños eran conducidos por un camino entre las cercas de carril de metal alentados por Ian a un área pequeña y cuadrada, un establo cercado, donde Mack estaba esperando. Cuando el ternero llegaba a esa zona, Ian cerraba la entrada para atrapar al ternero dentro de las barras de una caja más pequeña. Mack sacaba palancas para atrapar su cabeza y luego su cuerpo.
Mi corazón dio un vuelco en mi garganta mientras veía a Mack mover otra palanca y voltear todo el ternero más en su lado en el artefacto. La demostración de fuerza bruta fue inesperada y emocionante en una forma animal de lujuria pura.
―Oh, Dios mío ―medio susurré, incapaz de apartar los ojos―. ¿Qué está haciendo?
―Está poniendo al becerro en posición para que puedan hacer el trabajo sobre él. Esa caja de metal en la que está ahora se llama manga de compresión. Lo creas o no, calma a la mayor parte de los terneros ser sostenidos de esa forma.
―¿Qué trabajo se va a hacer con él?
―Ya verás…
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Mack abrió una pequeña puerta cerca del cuello del ternero. Ian entró al mismo tiempo y le agarró la pata de atrás al ternero, tirando hacia fuera. Angus se acercó junto con algo en la mano, de pie sobre el cuello del becerro.
―¿Qué es lo que Angus está haciendo?
―Va a vacunar al becerro y luego lo marcara.
―¿Eso duele? ―le pregunté, a punto de llorar en nombre del animal.
―¿La vacunación? No, no en absoluto. Les inyectan debajo de la piel, al igual que el veterinario lo hace con un gato o un perro. La marca puede doler un poco. Por lo general sólo se quedan allí, pero a veces gritan un poco o patean una vez. Es normal. Se levantan y siguen adelante como si nada después, sin embargo. Son duros los bichitos. Es la castración lo que duele, pero no tanto como se podría pensar.
―¿Quién hace esa parte? ―le pregunté, sintiéndome mal del estómago de nuevo.
―Boog. Le pagan con testículos, y es tan suave y hábil como puede. Tenemos suerte de contar con él y también los animales.
Tragué saliva con esfuerzo, mi voz saliendo tensa.
―Creo que podría haber entendido mal. Pensé que acabo de oír que dijiste que le pagan con bolas.
Ella se rió y me dio unas palmaditas en la rodilla.
―No, has oído bien. Verás por qué muy pronto.
No respondí porque estaba bastante segura de que nunca vería cómo los testículos podrían considerarse un cheque de pago. Además, de que el argumento sería una pérdida de tiempo, sino que, obviamente, trabajaban con un conjunto diferente de valores por aquí.
El ternero pateó un poco y luego pareció darse por vencido, renunciando su voluntad a la de los hombres que lo sujetaban. Los músculos del antebrazo de Mack se flexionaban debajo de su piel y sus muslos sobresalían a través de sus pantalones vaqueros con el esfuerzo de mover de un tirón al becerro y el funcionamiento de la maquinaria. Tenía una gorra de béisbol en lugar de un sombrero de vaquero, y de alguna manera se las arregló para hacer que se viera más atractivo de lo que hubiera creído posible. Definitivamente estaba enferma o algo así. Cada vez que lo miraba me sentía mareada y fuera de clase.
―¿Qué te pasa, Andie? ―Maeve estaba mirándome.
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―Oh, sólo estaba pensando que podría tener fiebre o algo así. Me siento un poco mareada.
―Es probable que sea sólo la idea de la castración. No es exactamente la conversación para después de la cena, ¿verdad?
Angus se acercó con algo de una cuerda y se detuvo en el extremo trasero del animal.
―¿Qué está haciendo ahora? ¿Y me gustaría saberlo?
―Marcando. Algunos rancheros usan crotales21, pero los encontramos un problema cuando los animales están muy alto en las montañas. Un montón de ramas y cosas que tienen que a travesar, y luego tienen problemas de gusanos. Además, son más fáciles de eliminar por los cuatreros. Marcarlos es fácil, rápido, y menos probable que cause problemas más adelante, así que eso es lo que hacemos.
Angus pulsó el extremo de la plancha en el lado de la cadera superior de la ternera. Una enorme nube de humo se elevó hasta rodear la cabeza de Angus, poniéndome muy contenta de que no estaba lo suficientemente cerca como para oler el cabello en llamas y la carne.
―Ese pobre bebé ―susurré, mis manos encrespadas en puños. Las presioné contra mi boca, incapaz de apartar los ojos de la operación. Angus se puso de pie y se movió del camino.
―Cuidamos bien de nuestros animales y la marca es parte de eso ―explicó Maeve, el orgullo en su voz―. Sin ella serían fácilmente robados, y la gente que roba animales generalmente no cuida muy bien de ellos.
Quería estar enojada con Mack por sostener al becerro y permitir que fuera lastimado de esa manera, pero el simple hecho es que me gustan las hamburguesas. Mi sentido de la justicia y la rendición de cuentas me dijo que estaba mal odiar el proceso y los participantes cuando era beneficiaria dispuesta a todo.
―Supongo que si hacen lo mejor por los animales cuando están bajo su cuidado, eso es lo mejor que pueden hacer.
―Seguimos los métodos de Temple Grandin22 aquí tanto como nos sea posible. Somos grandes creyentes.
―¿Temple Grandin?
21 Crotales: pueden ser auriculares o collares fabricados en poliuretano de larga duración para identificar al ganado. 22 Temple Grandin es una zoóloga, etóloga, y profesora de la Universidad Estatal de Colorado y una diseñadora de mataderos.
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―Ella es una brillante científica que ha hecho mucho para aportar a la industria de la ganadería y la cría de animales. Deberías investigarla en línea. Es una mujer bastante asombrosa.
―Así que… ¿ella tiene reglas o lo que sea acerca de cómo hacer las cosas?
―No reglas, pero algo así. Veras, ella es autista, y tiene una sensibilidad especial para el mundo que la rodea, al igual que lo hacen las vacas, de hecho. Así que es capaz de ver el mundo a través de sus ojos, algo que los ganaderos no parecían ser capaces de hacer en el pasado. En nuestro mundo, el ganado es un medio para un fin. Al menos, así es como solía ser. Pero gracias a su visión y aportes, hemos sido capaces de encontrar maneras de hacer que la vida de los animales aquí sea lo más agradable posible y al mismo tiempo ganarnos la vida criándolos como alimento. Es un equilibrio delicado, pero nos gusta pensar que lo estamos haciendo bien.
―Suena fascinante. ―No estaba mintiendo tampoco. Nunca había oído hablar de tal cosa, y el hecho de que se trataba de una mujer que hacía el trabajo de la comprensión de las vacas para el beneficio de los ganaderos era empoderante incluso sólo de pensar. Este parecía un mundo de hombres. Esta Temple debía haber tenido una batalla cuesta arriba en sus manos. Admiro a las mujeres luchadoras en general, así que hice una nota mental de buscarla en Google más tarde.
―Es fascinante, realmente lo es. Te sugiero que comiences con la película que se hizo de ella. Es potente. Te garantizo que necesitaras pañuelos cuando la estés viendo. Su trabajo seguro logró que un montón de cabezas por aquí pensaran diferente. Empezó con Angus hace muchos años y se pasó a varias otras operaciones, y el movimiento crece cada año. En este momento más de la mitad del ganado en nuestro país se cría utilizando métodos que descubrió y enseñó.
―Eso es… increíble. En serio, lo digo en serio.
―Sí. Temple es una persona increíble. Brillante y compasiva. Ella nos recuerda que los animales merecen nuestro respeto, una vida digna, y una muerte sin dolor. Es lo menos que podemos hacer. La he visto hablar en vivo antes. Es todo un torbellino de energía e información. Es una bola de fuego real. Te hace orgullosa de ser una ranchera. ―Maeve miró por encima de la operación y asintió en silencio.
Un bulto se desarrolló en mi garganta que no desaparecía. Me volví hacia los hombres y vi como Boog se inclinaba en las patas traseras de los animales cerca de su estómago.
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―Él está castrando el toro ahora ―dijo Maeve con una voz suave―. Esta parte les duele, pero él es bueno y rápido. Todo habrá terminado en un minuto.
―¿Por qué lo hacen?
―Esto hace que el animal sea mucho menos agresivo hacia los hombres y otros animales, por lo que es una cuestión de seguridad. Y hace que su carne sea mejor. Están siendo vendidos para comida, así que esa es una cosa importante.
Asentí con aire ausente, me centre en Boog. No podía ver exactamente lo que estaba haciendo, pero después de un minuto se enderezó y dejó caer lo que tenía en la mano en un cubo cerca de sus pies.
―¿Qué fue eso? ―le pregunté.
―Los testículos. Él va a freírlos más tarde y comerlos. Vamos a tener algunos en el día de campo por lo que puedes darles una oportunidad. ―Ella me miró―. Tú vienes, espero.
―Dijiste que es en un par de días, pero me habré ido entonces. ―Deje el comentario de comer-bolas solo porque sería en un helado día de nieve en el infierno antes de que un testículo de ternero pasara a través de estos labios míos.
―Suena como que trabajas muchas horas, estando enfocada como lo estás en tu Plan de Vida y todo.
Su cambio de tema me confundió un poco.
―Uhhhh… sí, trabajo muy duro. Al menos sesenta horas a la semana.
―Guau, eso es mucho. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste unas vacaciones? Tal vez deberías.
Tuve que pensar en ello por un momento.
―Supongo que fue hace un par de años. Y no eran realmente unas vacaciones.
―¿Tu viaje a Las Vegas?
Asentí.
―Sí. Estuve allí sólo por un día y medio y… no hice mucho. ―Excepto casarme. ¡Gah! Otra mentira. ¿Cuándo terminará? Me sentía positivamente nerviosa sobre mis verdades a medias.
―Esa es la última vez que mis muchachos salieron de la ciudad también. Bueno, eso no es exactamente cierto. Esa fue la última vez que Mack fue a ninguna parte. Ian se fue por un rato y tenía planes para tomar unas vacaciones, pero no se concretó.
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―Eso es muy malo. ¿A dónde iba a ir?
―Hawái. ―Maeve sonrió, pero no era del tipo feliz, tenía demasiada tristeza mezclada en ella.
―Hawái suena bien. ―Mi tono fue entrometido, pero no me importaba. Tenía curiosidad. Si alguien necesitaba unas vacaciones ese era Ian. Tal vez le ayudaría a cambiar su actitud el hacer surf o bucear en alguna parte.
―En realidad no le importaba mucho a la idea de Hawái. Él no es mucho una persona de playa, pero era el sueño de Ginny ir allí, así que accedió a ir.
―¿Esa es su esposa?
Maeve suspiró profundamente.
―No, Ginny iba a ser su esposa, pero terminaron cancelando la boda sólo días antes de que se suponía que iba a suceder.
―Oh. Eso es una mierda. ―Mack había estado en Las Vegas para celebrar esa boda próxima. Me dio un mal presentimiento saber que había estado alrededor justo antes de la gran ruptura.
―Fue terrible. Un momento muy emotivo para todos, pero especialmente para Ian por supuesto. Él todavía no se ha recuperado.
―¿Es por eso que él es…? ―Puse los ojos en blanco para mí misma. Casi había dicho, un idiota grosero. Hablando acerca de ser un idiota grosero… sí , esa soy yo, la chica sentada aquí completamente ajena a los sentimientos de la dama que probablemente había llorado mil lágrimas por ese pequeño evento de ser plantado-en-el-altar.
Ella acarició mi brazo.
―Es por eso que es tan brusco, como me gusta decirlo. Él no era así antes. Es un chico dulce debajo de la herida.
―Voy a tomar tu palabra. He visto atisbos.
Se puso de pie, como si estuviera sacudiendo los recuerdos.
―Vamos. Vamos a echar un vistazo más de cerca.
La seguí fuera de la valla, no era que quisiera ver más de cerca, pero estaba reacia a ser grosera con una agradable señora que estaba trabajando tan duro para hacer que me sienta cómoda. Si las cosas hubieran sido diferentes entre nosotros, estaba segura que podríamos ser amigas. Me recordaba un poco a Ruby.
Ella se quedó de pie en la puerta cerca de donde estaban dejando los terneros dentro uno por uno. Me puse de pie a su lado, a pocos metros de distancia de
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Mack. Quien se volvió hacia los lados, y me dio una gran vista de su cara de perfil, y no podía dejar de mirar.
―¿Cuántas faltan? ―preguntó Maeve.
Angus respondió sin mirar por encima.
―Alrededor de un centenar, más o menos.
―¿Van a terminar mañana?
―Quizás. Quizás no. Depende.
Ella asintió. Tenía curiosidad por lo que dependería, pero no la suficiente como para preguntar. Ya había aprendido mucho más de lo que nunca había querido sobre la cría de ganado.
Traté de estar molesta por lo que estaba viendo, el dolor de los animales y las prácticas casi bárbaras de la marca y la castración, pero no podía lograr esa emoción. En su lugar, todo lo que podía sentir era la admiración y la envidia. Maeve dejó en claro que ellos hacían todo lo posible para hacer del negocio de la crianza de ganado vacuno una operación humanitaria, respetuosa con el animal y sus sensibilidades. Estaba celosa del trabajo en equipo amoroso que vi sucediendo aquí, y la cómoda manera que tenían sobre ellos.
Comparando lo que estaba pasando aquí a mi vida de vuelta a casa, me encontré con que mi mundo se quedaba corto. El bufete de abogados era un entorno altamente competitivo, con gente esperando por mí y todos los demás para meter la pata, al parecer.
Los plazos eran muy estrictos y siempre presentes, y la carga de trabajo era enorme. El pequeño demonio en mi hombro me estaba picando en el lado de mi cabeza, recordándome que mi vida personal no era mucho mejor. Por alguna razón, ser honesta conmigo misma era muy fácil aquí, a pesar de todas las casi mentiras, que le estaba diciendo a Maeve.
Siempre que iba a algún sitio con Bradley, constantemente tenía que ver lo que dije, qué expresión mostré en mi cara, qué impresión le estaba dando.
Aquí tenía la sensación de que no importaba, los MacKenzie iban a apreciarme si era agradable y respetuosa y eso era todo. No importaba la ropa que llevaba, dónde fui a la escuela, la cantidad de dinero que ganaba en un año, o cuántas horas había facturado el mes pasado. Solo se preocuparían por mí y cómo trataba a la gente.
Me hizo triste imaginar que se enterasen de lo que había hecho con Mack y de las mentiras que les estaba diciendo al respecto ahora. Pensarían que había usado a Mack y luego lo dejé en el polvo. Me dirían que dejara su rancho y nunca
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regresara. Me di cuenta cuando me paré delante de la valla en el crepúsculo de la tarde, que quería ser del agrado de ellos, a pesar de que sabía que nunca volvería a verlos de nuevo.
La idea de que me odiaran por algo que ni siquiera podía recordar haber hecho me hizo mal físicamente.
―Voy a arreglar tu cuarto. Sólo tengo que poner algunas sábanas en la cama. ―Maeve se apartó de la valla.
―Te ayudaré ―le dije.
―No, quédate. Voy a buscarte cuando esté lista. Creo que a los chicos les gusta tener un público. ―Asintió en su dirección y yo seguí su mirada. Ian estaba flexionando su brazo derecho, tratando de que su hermano comparara bíceps con él. Mack se limitó a sacudir la cabeza y se alejó.
Asentí, sin mirar siquiera a Maeve, fascinada por alguna extraña razón por la escena delante de mí. Cuatro vaqueros, que sean tres vaqueros y un wookie, estaban reunidos dentro de un corral que tenía un ternero corriendo alrededor de él, levantando sus talones. El pequeño estaba aparentemente muy feliz ahora que estaba libre de su máquina apretadora, a pesar de que había dejado sus testículos atrás. Ian todavía estaba flexionando, ahora con el otro brazo. Mack estaba sacudiendo la cabeza, riendo un poco. Boog y Angus estaban hablando en voz baja acerca de algo. Si tuviera una cámara hubiera disparado cincuenta fotos de ellos ahí mismo. Era como la portada de una revista. El artículo sería el siguiente: La vida ganadera en el corazón del valle de la montaña de Baker City, Oregón… idílico.
Levanté mis ojos a los picos que rodeaban la ciudad. Eran majestuosas, apenas visibles ahora en la luz menguante.
Yani- Mensajes : 5497
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Re: Lectura Febrero 2018
Capítulo 24
l ternero se acercó en mi dirección y se detuvo en la valla, interrumpiendo mis pensamientos. Sus grandes ojos castaños me miraron y se bloquearon en los míos. No podía apartar la mirada ni aunque hubiera querido. Pero no quería. Él era hermoso. Buscando por señales de dolor, no vi ninguna. Levanté mi mano, queriendo demasiado tocar su frente pero un poco temerosa. Tal vez él lanzaría su cabeza realmente duro y me mugiría y mojaría mis pantalones.
Una larga lengua rosa salió de su boca y lamió mi dedo.
―Oh, mi Dios ―dije, riendo un poco por ser tomada por sorpresa, se sentía como el papel de lija más áspero en el mundo―. No eres un pequeño monstruo audaz.
Él levantó y bajó su cabeza varias veces como asintiendo y felizmente de acuerdo conmigo. Sus largas pestañas lo hacían lucir como una pequeña chica vaca.
Sonreí, frotando su húmeda nariz rosa con mi mano. Su lengua salió y agarró mi dedo índice, tirándolo dentro de su boca. Jadeé, pensando que estaba a punto de perder mi dedo de marcación por Garras, el ternero asesino, cuando comenzó a succionarlo. Él era descuidado y fuerte y tenía un infierno de fuerza de succión de su lado, haciéndome preguntar su era posible conseguir un chupetón en la punta del dedo.
―Lindo pequeño, ¿no? ―preguntó Mack.
―Sí. Él está succionando mi dedo como si fuera una ubre de vaca. ―Me reí un poco de la ridiculez de eso. El ternero no perdía un latido. Él era demasiado feliz con la idea de encontrar leche en mi mano para preocuparse por el gran y malo vaquero viniendo detrás de él.
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―Son como pequeños cerdos. Comerían todo el día si los dejas. ―Él empujó la cabeza del ternero lejos y mi dedo salió con un pop.
Miré abajo a él y vi que estaba cubierto en baba de ternero. Algo de mi buen humor se evaporó.
―Ew. Eso fue una mala idea, creo.
Mack sacó un pañuelo de su bolsillo trasero y lo puso en su mano. Agarró mi dedo húmedo y lentamente tiró la suave prenda azul abajo, secándolo.
―Hambriento y desordenado. Hasta el último.
Quería salir con algo gracioso que decir, para responder en una forma que fuera ambas, casual y genial. Pero no podía porque él estaba tocándome. Incluso ese pequeño pedazo de tela entre nosotros no era suficiente para mantener las sensaciones que subían para elevar mi sentido común.
―Necesitamos hablar ―dije, sonando como si alguien me estuviera ahorcando.
Él estaba tan cerca que podía ver las pequeñas arrugas en la piel alrededor de sus ojos diciéndome que sonreía mucho cuando yo no estaba alrededor.
―Lo haremos ―respondió suavemente. Mirando por encima de la baranda superior hacia mí, puso el pañuelo en su bolsillo mientras descansaba su otra mano en la valla a sólo centímetros de la mía. Mi mirada cayó a la fuerte, bronceada por el sol mano y gruesos dedos que eran enormes en comparación con los míos. Comencé a obsesionarme con la idea de que podía mover mi mano a la derecha solo un poco y tocarlo… si era audaz y estúpida y me permitía el riesgo de lanzar mi Plan de Vida a la basura.
Cerré mis ojos y conté lentamente hasta tres, consiguiendo un agarre de mí misma. Mi mano se quedó donde estaba. Había estado trabajando en mi Plan de Vida por tanto tiempo para lanzarlo lejos tan fácilmente.
―¿Cuándo crees que podemos hablar? ―presioné―. En verdad tengo que volver a casa pronto. ―Estaba tratando de elegir entre llorar y sonreír después de que las palabras salieron. Él estaba tan cerca y sin embargo tan lejos. No debería ni siquiera quererlo cerca, pero lo hacía y eso no era nada sino una receta para el desastre. Hasta ahora había estado pensando que la única cosa en el camino a casarme con Bradley era un pedazo de papel y una firma. Ahora estaba comenzando a pensar que podía ser mucho más que eso.
―Hablaremos mañana. Tengo que volver a trabajar. ―Él giró para irse, su mano deslizándose lejos de la valla.
La agarré y la sostuve.
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―¿Qué acerca de más tarde esta noche? ―Tenía miedo de que si esperaba mucho tiempo, haría algo completamente estúpido y arruinaría todo por lo que había estado trabajando. Algo acerca de este lugar estaba jugando con mi cabeza y haciéndome olvidar lo que era importante, incluyendo el futuro que había planeado para mí.
Sus dedos se curvaron alrededor de los míos y agarró mi mano suavemente por unos pocos segundos antes de deslizarse lejos.
―Estaré trabajando hasta después de medianoche, y estaré demasiado cansado después. Sólo atrápame después de mis quehaceres mañana en la mañana.
―¿A qué hora? ―pregunté, odiando que sonara tan desesperada y necesitada y ansiosa acerca de conseguir todo terminado. En vez de sentirse como la cosa inteligente por hacer, apresurarlo hacia el divorcio se sentía frío y sin corazón. Definitivamente tenía fiebre. Estaba enferma. Enferma del corazón.
―Nueve en punto. ―Caminó de regreso a los otros hombres.
Debería haber discutido más, pero de repente tenía una verdadera vista genial de su espalda y me dejó momentáneamente sin habla. Era como un perro distrayéndose por un pequeño animal corriendo. ¡Ardilla! ¡Buen trasero! Hice una nota mental para averiguar dónde estaba el gimnasio en este pueblo. Si iba a quedarme aquí por unos días, necesitaría ejercitarme. Él obviamente lo hacía.
¿Quedarme unos días? ¿De dónde vino eso?
Mi mente estaba corriendo en tantas direcciones diferentes que no sabía si reír, llorar, o comer un testículo de ternero frito.
―¿Estás lista? ―preguntó Maeve, viniendo detrás de mí.
Salté en sorpresa, sacada de mis raros pensamientos por su inesperada llegada.
―Síp. ―Agradecida por la distracción, la seguí dentro de la casa. Parte de mí estaba aliviada de estar lejos de Mack. Verlo me hacía perder la concentración, olvidar lo que se suponía estaba haciendo, olvidar a Bradley, incluso. Pero otra parte de mí estaba como deseando que Maeve no hubiera venido tan pronto. Mirando a Mack trabajar estaba haciéndome algo. No sabía lo que era exactamente, pero era agradable. Sólo tocar sus dedos traía de regreso los fantasmas de calor, peligrosamente sensuales recuerdos. Muchos de mis recuerdos no eran agradables, del tipo que quería nunca traer de vuelta. Hacían los buenos extra especiales como consecuencia.
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―Te tengo al final del pasillo de Mack. Normalmente él se queda en el pueblo, pero últimamente ha estado de regreso en su vieja habitación. Le ahorra muchas horas de sueño no tener que viajar.
―¿Vive solo? ―Mis manos se apretaron en puños mientras esperaba por su respuesta. No sabía lo que quería que fuera. Cualquiera complicaría las cosas.
―No. Él tiene un compañero. Sospecho que es otra razón por la que ha estado aquí tanto últimamente.
Me mareé otra vez e instantáneamente melancólica sobre algo que no tenía sentido. ¿Por qué pensé que él seguiría soltero dos años después de estar conmigo? Era hermoso, inteligente, viene de una buena familia y tiene negocio de un rancho. Él es más que un gran partido; es… mi esposo.
Rabia, celos y tristeza, todo lavó sobre mí a la vez, amenazando con empujarme a las lágrimas. Esa chica en la foto. Es ella. Esa es con la que vive.
Maeve subió el escalón dentro de la casa y entonces las escaleras del vestíbulo, dándome tiempo para serenarme. Para el tiempo en que ella empezó a hablar otra vez, estaba de vuelta en mi nueva normal-confundida y molesta yo.
―Normalmente sólo tomamos un poco para comer y un café antes de hacer algún trabajo alrededor del lugar, luego nos sentamos y tenemos un desayuno real alrededor de las ocho y media o así.
―Mack y yo vamos a tener una charla alrededor de las nueve. Supongo que lo haremos después del desayuno.
―Oh, eso está bien. ―Caminó por el pasillo y se detuvo en una puerta abierta―. Aquí estás. El baño está justo por el pasillo, y si necesitas algo, puedes golpear en la puerta de Mack aquí o encontrar mi habitación abajo fuera del comedor.
―Estoy segura de que estaré bien. ―Mi cara se puso roja mientras me imaginaba tocando en la puerta de Mack. Como que eso nunca sucederá. Di un paso dentro de la habitación, notando mi bolsa en el final de la cama y el muñeco de duende en la mesa de lado. Bien. Puedo llamar a Bradley y conseguir mi cabeza derecha. Teniendo todos los recuerdos de béisbol en las paredes, rápidamente me di cuenta de dónde estaba―. Ésta es la habitación de Ian ―dije.
―Sí, ¿cómo lo adivinaste? ―Su sonrisa me dijo que no había punto en responder―. Él era una súper estrella en la preparatoria, pero no estaba interesado en hacerlo en la universidad. Nunca pudimos imaginarnos eso. Él tenía ofertas.
―No quiero ponerlo afuera. ―Todo lo que Ian necesitaba era otra razón pero no gustarle.
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―No, él no duerme aquí ya. Esta habitación ha estado vacía por unos cuantos años ahora.
Había varias de las fotografías alrededor de la habitación que tenían a alguien faltando en ellas. Quién sea que fuera había sido cortado ásperamente con tijeras. Recogí una de las más cercanas del vestidor. Ian lucía cerca de diez años más joven, cara fresca y no tan alto o tan ancho. Tenía un brazo alrededor de un chico más alto y el otro sobre un espacio vacío que solía tener una persona en él.
―Luce como una mala ruptura ―dije, poniendo el cuadro abajo.
―Ginny. Ellos estaban justos siempre. Comprometidos para casarse y luego… bueno… no. Terminó justo después de que él volvió de Las Vegas.
Me moví más adelante en la habitación.
―¿Qué sucedió? ¿O es una pregunta demasiado personal?
Ella suspiró. Miré atrás y la atrapé inclinándose sobre el marco de la puerta mientras cruzaba sus brazos y miraba a la alfombra.
―Desearía saber. Ian no es abierto sobre sus relaciones y cosas que pasaron fuera de su vida aquí en el rancho. Ni siquiera estoy segura de que Mack sepa. Sé que Angus no sabe. ―Se empujó fuera del marco de la puerta y dejó caer sus brazos a sus costados―. Fue ni aquí ni allá, sin embargo. Se terminó y ambos avanzaron lo mejor que pudieron. ―Me dio una breve sonrisa para tratar y cubrir la tristeza que había descendido―. ¿Hay algo más que necesites?
―¿Una toalla tal vez? ―Odiaba sacarla, pero me sentía como que tenía partículas de polvo de Baker City en cada grieta y hendidura de mi cuerpo. Una ducha sonaba como el cielo. Quizá lavaría mi confusión lejos también. Mi fracaso en empujar a Mack a firmar los papeles fue definitivamente debido al agotamiento.
Ella golpeó ligeramente su frente.
―Lo siento mucho. Por supuesto que necesitas una toalla. En el baño, bajo el lavabo. Toma la que gustes. Hay un albornoz en la parte trasera de la puerta, uno blanco pequeño que mantenemos para invitados. Siéntete libre de usarlo también. Lo lavé justo el otro día.
―No quiero robar el albornoz de nadie.
―No le queda a ninguno de los hombres, así que no necesitas preocuparte por eso. ―Golpeó el marco de la puerta con su palma un par de veces―. Buenas noches entonces, Andie. Fue un placer conocerte, te veré en la mañana.
―Sí, gracias por todo. Te veo mañana.
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Cerré la puerta detrás de ella y caminé hasta sentarme en la cama. Revisando las paredes y estanterías alrededor de la habitación, conté no menos de veinte fotos con la cara de Ginny cortada. Me pregunté lo mucho que el viaje a Las Vegas había jodido la vida de Ian, justo como había jodido la de Mack y mía. También consideré lo mucho mejor que hubiéramos terminado todos si el viaje nunca hubiera sucedido.
Me recliné contra la cama y conté todos los efectos en mi vida, cortesía de Las Vegas: Sin Vegas, no tendría este matrimonio que disolver. Sin Vegas, no estaría escabulléndome a espaldas de Bradley a la tierra sin mujeres con serpientes de cascabel y polvo en mi trasero. Sin Vegas, no estaría sentada en la habitación de un hombre extraño mirando su vida en andrajos. Sin Vegas, estaría cenando en el Club Privado Mar-A-Lago con Bradley, hablando con un grupo desinteresado de llamados amigos acerca de lo mucho que pagamos por las flores y el pastel. Sin Vegas, no habría conocido a Mack. No lo habría visto sentado ahí, jugado blackjack con él, subir al elevador a mi habitación con él y tenido loco sexo de mono con él. Sin Vegas, no estaría casada con un extraño en un sombrero de vaquero. Rodé sobre mi costado con un fuerte, triste suspiro y tomé el muñeco duende de la mesa de al lado, metiéndolo bajo mi barbilla.
Así que, ¿por qué, oh, por qué, Vegas no se sentía como un error? ¿Y por qué se sentía como la única cosa inteligente que he hecho en los últimos diez años?
Yani- Mensajes : 5497
Fecha de inscripción : 14/02/2015
Edad : 44
Re: Lectura Febrero 2018
gracias por los capis me gusta maeve... de a poco andie esta cambiando... incluso toco un ternero!!!
Maggiih- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 22/01/2018
Edad : 31
Re: Lectura Febrero 2018
Así que, ¿por qué, oh, por qué, Vegas no se sentía como un error? ¿Y por qué se sentía como la única cosa inteligente que he hecho en los últimos diez años?
Por que no fue un error, en su subconsciente sabe que todo lo que paso en las Vegas fue algo bueno, con futuras hermosas consecuencias.
A esperar los próximos capítulos a ver si ya hablan ella y Mack
Por que no fue un error, en su subconsciente sabe que todo lo que paso en las Vegas fue algo bueno, con futuras hermosas consecuencias.
A esperar los próximos capítulos a ver si ya hablan ella y Mack
IsCris- Mensajes : 1339
Fecha de inscripción : 25/10/2017
Edad : 26
Re: Lectura Febrero 2018
Cap 23:
Maeve es un amor de persona! Y Angus no se queda atras!
Se leen amorosos y comprensivos pero tambien rectos... me agrada mucho!
Ojala eso le sirva a Andie para replantearse su vida y ver lo mucho que ha perdido desde que se junto con ese idiota de Bradley
Espero que se quede hasta el picnic!
Cap 24:
Owww!!!
Pobre Ian! Por que habra terminado con Ginny???
Aqui una historia mas que descubrir!
Y... quedaron para hablar...
No suena malo pero no creo que lleguen a algun lado tampoco
Espero que se quede un poco mas que un par de dias en Baker City
Maeve es un amor de persona! Y Angus no se queda atras!
Se leen amorosos y comprensivos pero tambien rectos... me agrada mucho!
Ojala eso le sirva a Andie para replantearse su vida y ver lo mucho que ha perdido desde que se junto con ese idiota de Bradley
Espero que se quede hasta el picnic!
Cap 24:
Owww!!!
Pobre Ian! Por que habra terminado con Ginny???
Aqui una historia mas que descubrir!
Y... quedaron para hablar...
No suena malo pero no creo que lleguen a algun lado tampoco
Espero que se quede un poco mas que un par de dias en Baker City
Emotica G. W- Mensajes : 2737
Fecha de inscripción : 15/11/2016
Edad : 27
Localización : Mi casa :D
Re: Lectura Febrero 2018
carolbarr escribió:Sigue sin gustarme Andie, demasiado fría y calculadora
Me encantan los padres de Mack y Boog asco con la barba, por esa razón obligue a mi esposo a rasurarla, me decía esa es para mas tarde cuando vuelva a tener hambre
Jajaja si da asco eso de la comida en la barba, pero contrario a ti yo adoro la barba y me ha costado un montón que mi esposo se la deje, dice q le pica
yiany- Mensajes : 1938
Fecha de inscripción : 23/01/2018
Edad : 41
Re: Lectura Febrero 2018
Bueno, había dejado de recibir notificaciones pero ya me puse al día. Andie está comportándose como una perra egoista, la mártir a la que las Vegas le arruinó la vida, despierta!! Esos casi 2 días han sido los únicos con algo de sentido.en toda tu vida. se concentró en lo q el viaje a las Vegas le causó piensa tonta sin Vegas aún estarías comiendo #@&$= con el idiota de puke. Y al parecer no fue la única que salió con consecuencias a futuro, me gustaría saber que pasó con Ginny y porqué canceló la boda con su novio de toda la vida. Tendrá Andie cartas en ese asunto??? Presiento q Maeve sabe más de lo que deja ver, solo esta esperando q Andie suelte la sopa. Y no se porque creo q el caballo q compró Mack es una yegua llamada Andie
yiany- Mensajes : 1938
Fecha de inscripción : 23/01/2018
Edad : 41
Re: Lectura Febrero 2018
Pobre Ian que le habrá pasado?? sera que hay un libro de Ian??
Bueno pienso lo mismo que tu @carolbarr para mi Andi es una estúpida, me imagino que la intención de que este allí encerrada en ese pequeño pueblo es que cambie de parecer y que cambie su vida y personalidad porque hasta ahora apesta en grande.
No me gusta que maltraten a los animales, pero supongo que sus practicar con el ganado son necesarias. Amo a Mack y me esta gustando Ian.
Maga- Mensajes : 3549
Fecha de inscripción : 26/01/2016
Edad : 37
Localización : en mi mundo
Re: Lectura Febrero 2018
Siiiiiiiiiiiii IAN ES MIO ♥♥♥♥ me lo voy a leer en cuanto termine a Mack
MacKenzie Fire (Shine Not Burn #2)
- OJO Spoiler:
- Ian MacKenzie ha sido un malhumorado dolor en el culo por tres años ya; todavía amargado por su fallido compromiso y su vida en el rancho. Introduzcamos a Candice, la mejor amiga de su cuñada Andie, por una visita de dos semanas mientras esperan el nacimiento de la primera sobrina de Ian.
Candice es una exitosa propietaria de su propio negocio, una experta en cabello y moda, decidida a lucir hermosa, incluso mientras se resbala y desliza por todo el helado invierno de Oregon. Sin siquiera intentarlo, de alguna manera se las arregla para meterse justo debajo de la piel de Ian y hacerle decir y hacer cosas que normalmente nunca diría o haría.
Cuando los dos terminan pasando tiempo juntos, las chispas y la nieve vuelan. La pregunta es si harán algo al respecto, y qué pasará con el resto de sus vidas si lo hacen.
Maga- Mensajes : 3549
Fecha de inscripción : 26/01/2016
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Re: Lectura Febrero 2018
Uhhh!!!! Ian y Candice!!!Maga escribió:Siiiiiiiiiiiii IAN ES MIO ♥♥♥♥ me lo voy a leer en cuanto termine a MackMacKenzie Fire (Shine Not Burn #2)
- OJO Spoiler:
Ian MacKenzie ha sido un malhumorado dolor en el culo por tres años ya; todavía amargado por su fallido compromiso y su vida en el rancho. Introduzcamos a Candice, la mejor amiga de su cuñada Andie, por una visita de dos semanas mientras esperan el nacimiento de la primera sobrina de Ian.
Candice es una exitosa propietaria de su propio negocio, una experta en cabello y moda, decidida a lucir hermosa, incluso mientras se resbala y desliza por todo el helado invierno de Oregon. Sin siquiera intentarlo, de alguna manera se las arregla para meterse justo debajo de la piel de Ian y hacerle decir y hacer cosas que normalmente nunca diría o haría.
Cuando los dos terminan pasando tiempo juntos, las chispas y la nieve vuelan. La pregunta es si harán algo al respecto, y qué pasará con el resto de sus vidas si lo hacen.
Emotica G. W- Mensajes : 2737
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Re: Lectura Febrero 2018
Maga escribió:Siiiiiiiiiiiii IAN ES MIO ♥♥♥♥ me lo voy a leer en cuanto termine a Mack[size=32]MacKenzie Fire (Shine Not Burn #2)
[/size]
- OJO Spoiler:
[size=32]Ian MacKenzie ha sido un malhumorado dolor en el culo por tres años ya; todavía amargado por su fallido compromiso y su vida en el rancho. Introduzcamos a Candice, la mejor amiga de su cuñada Andie, por una visita de dos semanas mientras esperan el nacimiento de la primera sobrina de Ian.
Candice es una exitosa propietaria de su propio negocio, una experta en cabello y moda, decidida a lucir hermosa, incluso mientras se resbala y desliza por todo el helado invierno de Oregon. Sin siquiera intentarlo, de alguna manera se las arregla para meterse justo debajo de la piel de Ian y hacerle decir y hacer cosas que normalmente nunca diría o haría.
Cuando los dos terminan pasando tiempo juntos, las chispas y la nieve vuelan. La pregunta es si harán algo al respecto, y qué pasará con el resto de sus vidas si lo hacen.[/size]
Yo también quiero. Ya está traducido?
yiany- Mensajes : 1938
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Maga- Mensajes : 3549
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Localización : en mi mundo
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